El Madrid más misterioso y sofisticado también alcanza el éxito en redes
Santos y Desamparados, Robuchon Madrid y el restaurante Saona se salen de lo convencional para proponer mentalismo, gastronomía y arte
En Madrid, los negocios están en constante transformación. Abren, cambian de nombre, cierran y se vuelven a reinventar. Los clientes son cada vez más exigentes a la hora de gastar y los dueños de los locales se han dado cuenta de que si su restaurante, bar o coctelería no ofrece las mejores experiencias, sus clientes posiblemente ni se planteen cruzar el umbral de la puerta.
Por esta razón, destacan lugares como...
En Madrid, los negocios están en constante transformación. Abren, cambian de nombre, cierran y se vuelven a reinventar. Los clientes son cada vez más exigentes a la hora de gastar y los dueños de los locales se han dado cuenta de que si su restaurante, bar o coctelería no ofrece las mejores experiencias, sus clientes posiblemente ni se planteen cruzar el umbral de la puerta.
Por esta razón, destacan lugares como Robuchon Madrid, que abrió hace poco y se están haciendo un hueco en el ocio de la capital con una experiencia de mentalismo que cualquiera quisiera vivir. También lo hace Santos y Desesperados, una coctelería de premio entre tumbas y crucifijos, el lugar ideal para una cita con un toque gótico. Pero, si lo que se busca es un ambiente tranquilo y una cena con arte, el sitio ahora mismo es Sanoa, un nuevo local en la plaza de España.
Un ‘show’ de mentalismo en un bar clandestino
Robuchon Madrid en L’Ambassade (paseo de la Castellana, número 12) llegó a la capital hace menos de un año y ya se considera el nuevo templo de la alta cocina francesa. Sin duda, se ha convertido en un espacio imprescindible para los amantes de la buena mesa durante el día, pero ahora busca apropiarse de las noches madrileñas. Desde su coctelería clandestina, Le Speakeasy, han diseñado una experiencia que empieza con un show de mentalismo de Pablo Raijenstein, que transporta a los clientes en una limusina por Madrid para terminar en algún parque de la capital mientras descifran las pistas del juego mental.
La experiencia incluye una cena a cargo del chef Jorge González y tiene un precio de 150 euros. Sin duda, Robuchon Madrid ha elevado la experiencia de su coctelería clandestina a otro nivel con los tragos de Mario Villalón. El afamado bartender de Angelita, uno de los mejores bares de Madrid, ha ideado 10 cócteles exclusivos inspirados en el universo gastronómico de Robuchon.
El edificio, de patrimonio histórico, es conocido en la Castellana por ser el centro de reunión de muchas embajadas, pero lo realmente interesante es su pasado. Cuentan sus responsables que, entre las paredes de la antigua cafetería ,su dueña ocultaba prisioneros judíos que huían de la Alemania nazi.
“A través de aquí se sacaban a los prisioneros, como cuentan en la serie El tiempo entre costuras”, aseguran. La comida del restaurante es un legado del chef Joël Robuchon, que consiguió 34 estrellas Michelin. Él ya no está, pero su ingenio sigue brillando.
Cócteles entre santos y desamparados
Entre crucifijos, confesionarios, cruces rojas y tumbas, los clientes beben en el local Santos y Desamparados, en la Costanilla de los Desamparados, en el barrio de Las Letras. Se trata de coctelería en donde juegan con una estética oscura y gótica que contrasta con bebidas modernos y música rock. El bar abrió en 2018 y, desde entonces, ha sido reconocido en múltiples ocasiones por tener algunos de los mejores cócteles de la ciudad.
Ahora, buscan renovar su carta, razón por la que se han unido a Libé Unique Cocktails. De su mano han creado nuevas bebidas como El bamboo, con manzanilla en rama y un redestilado de plátano macho, o el Pearty & Bullsh*t, una deliciosa mezcla de brandy redestilado con mantequilla Noissette, oporto especiado, sirope casero de pera y arce y un top de espumoso de pera.
“En el bar de Alberto se bebe mejor que nunca”, aseguran. Alberto Villarroel está al frente del bar desde hace cinco años y explica que para él lo más importante es la excelencia: “No quiero que Santos explote, sino que, la gente que entre, lo haga porque en nuestra coctelería pueden tomar el mejor trago que se puede beber ese día en Madrid”.
Una experiencia donde la comida se vuelve arte
El nuevo restaurante de Grupo Saona, situado en la plaza de España, ha producido, para sus clientes, un taller gastro-creativo liderado por Elsa Yranzo, un estudio especializado en diseño y arte de comida. La experiencia busca que sus participantes puedan producir obras a partir de ingredientes mediterráneos.
“Los asistentes, además de disfrutar de este nuevo espacio en la capital, podrán crear su propio arte con los ingredientes que usamos en Saona y, posteriormente, degustarla. Una experiencia que estamos seguros de que les sorprenderá”, asegura su portavoz. Saona nació hace 10 años de la mano de Gonzalo Calvo. Lo hizo con el objetivo de fundar un restaurante con un concepto diferente y con una carta con platos elaborados diariamente con productos locales, frescos, de calidad y a un precio asequible.
La recomendación de la casa para comer empieza con unas tortitas de tataki y una variedad de croqueta. De plato principal, un rigatoni con crema de trufa, setas y parmesano o la pluma ibérica con patatas a lo pobre y reducción de Pedro Ximenez. Y para cerrar: tarta banoffe o milhojas de mango y fresas. “Cada vez tenemos clientes más exigentes que buscan vivir una experiencia completa desde que entran por la puerta de un establecimiento, y nuestro objetivo es ofrecer siempre eso”, explica el restaurante.
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