Los médicos de familia y la Comunidad de Madrid firman el acuerdo que pone fin a la huelga en atención primaria
La Consejería de Sanidad ha prometido una subida de sueldo de 450 euros al mes a todos los profesionales sanitarios después de casi cuatro meses de reivindicaciones
Se acabó. El 21 de noviembre de 2022, los médicos de familia y pediatras de los centros de salud madrileños decidieron que se plantaban. Irían a una huelga de indefinida hasta conseguir que la Comunidad de Madrid escuchase sus reivindicaciones. Desde entonces, la lucha ha sido diaria: concentraciones cada miércoles, miles de pancartas y consignas, encierros,...
Se acabó. El 21 de noviembre de 2022, los médicos de familia y pediatras de los centros de salud madrileños decidieron que se plantaban. Irían a una huelga de indefinida hasta conseguir que la Comunidad de Madrid escuchase sus reivindicaciones. Desde entonces, la lucha ha sido diaria: concentraciones cada miércoles, miles de pancartas y consignas, encierros, dos manifestaciones multitudinarias por las calles de la capital y enfrentarse a las descalificaciones políticas. Pero ya está. Los sanitarios y la Consejería de Sanidad han firmado este jueves un acuerdo definitivo ―tras haber alcanzado un preacuerdo verbal 24 horas antes― que pone fin a la huelga en atención primaria, después de casi cuatro meses de negociaciones, condensados en 15 reuniones. Entre los compromisos alcanzados, la consejería ha pactado una subida de sueldo de 450 euros al mes a los profesionales sanitarios y limitar las agendas de pacientes en todos los centros de salud de la región, una de las principales reclamaciones de los médicos para frenar la sobrecarga de trabajo.
“Consideramos que las medidas aprobadas, habladas en el preacuerdo verbal, son el mínimo necesario para que el deterioro de la atención primaria madrileña cese, también el sangrado y la pérdida continua de médicos de familia y pediatras y se pueda seguir preservando una atención de calidad”, ha señalado la secretaría general del sindicato Amyts, Ángela Hernández, al término de la reunión, que se ha prolongado durante cinco horas y media. “Es fundamental que se ponga en marcha lo antes posible [lo acordado] y nos han asegurado que va a ir al próximo consejo de gobierno de la Comunidad y que será implementado en su totalidad, en cuanto a medidas presupuestarias, antes de la incorporación de los nuevos especialistas de medicina familiar y comunitaria”, ha explicado. Los residentes terminan su periodo formativo el 27 de mayo, un día antes de las elecciones autonómicas y municipales, y podrán reincorporarse a su nuevo puesto el lunes 29. “Estaremos vigilantes, estaremos expectantes. Estamos moderadamente satisfechos”, ha añadido la secretaria.
Las promesas de los complementos retributivos para médicos y pediatras han sido, desde el inicio del conflicto, uno de los principales puntos que ha enquistado las negociaciones, a las que nunca acudió el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. La propuesta inicial del comité en noviembre fue mantener el aumento salarial lineal de casi 480 euros, que la Comunidad de Madrid ya había prometido en la huelga de septiembre de 2020. El acuerdo se incumplió y e incremento se extendió a otras categorías profesionales no deficitarias, como enfermería. Entonces, la Administración aprobó el concepto de productividad variable, al que denominó tarjeta sanitaria atendida. Con eso, si los médicos y pediatras de un centro de salud quería cobrar el plus, ese centro debía atener a más del 85% de la población que tenía asignada.
Para avanzar en la negociación, el comité de huelga ya rebajó sus líneas rojas hace varias semanas: aceptaban una subida de 400 euros. Finalmente, la consejería promete eliminar la variabilidad y pasar a un “complemento de productividad fija” de 450 euros brutos al mes para todos los facultativos. Si se cumple, ya no habrá centros de salud donde los facultativos no cobren el plus ―44 no lo hacía hasta ahora―, ni tampoco tanta disparidad en lo que cobren unos sanitarios respecto a otros. “Había compañeros que cobraban 70 euros de complemento y otros 200. De media eran 325 euros los médicos de familia y 280 los pediatras”, ha explicado este jueves Hernández, horas antes de reunirse con la consejería.
“La sanidad es la joya de la corona de la Comunidad de Madrid y vamos a seguir mejorándola, sin necesidad de huelgas. Sigamos hablando”, ha comentado sobre el acuerdo la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso. Y ha añadido que el pacto “da tranquilidad a los pacientes, a los madrileños y asegura la normalidad a un sistema sanitario que aún tiene mucho camino por delante para mejorar”.
Otro de los puntos aprobados son los incentivos para los médicos y pediatras que trabajen en turno de tarde, el de peor cobertura y que siempre se ofrece a los residentes nada más terminar su periodo formativo. El 70% de ellos valora irse de Madrid y uno de los motivos es precisamente este horario. En las reuniones previas, Sanidad proponía abonar un complemento de 380 euros brutos al mes para todos los facultativos que trabajaran por la tarde de lunes a viernes, y calcularon que eso beneficiaría a 2.529 profesionales, aunque luego redujeron la cifra a 560. Los representantes sanitarios, en cambio, aspiraban a una retribución progresiva según el número de tardes trabajadas: 300 euros por tres, 400 por cuatro y 500 por cinco. La consejería ha aceptado finalmente el plus de 500 euros mensuales para quienes cubran las cinco tardes ―esto se denominan tardes puras―, pero ha reducido a 300 euros el incentivo para quienes hagan tres o cuatro.
Con el plus de productividad fija y el del turno de tarde, un médico que trabaje cinco tardes a la semana en un centro de salud de categoría deficitaria podrá cobrar un incentivo de 950 euros. Además, la consejería se ha comprometido a que en los centros de muy difícil cobertura, por ejemplo los más alejados, haya una reevaluación y una comisión de seguimiento con el comité de huelga para ver el efecto de estas medidas. De no cubrirse las plazas, la promesa de Sanidad es tomar nuevas medidas y aplicar nuevos incentivos para esos ambulatorios. En esta comisión participarán la gerente de atención primaria y el comité de huelga, y se realizará dos veces al mes. En los encuentros se analizarán, por ejemplo, las plazas de difícil cobertura que lleven más de tres meses vacantes. “Todos los compromisos recogidos en el presente acuerdo serán elevados a la Mesa Sectorial de Sanidad”, señala el texto.
Acabar con la sobrecarga
La consejería también se compromete a frenar la sobrecarga asistencial de los sanitarios ―algunos llevan meses atendiendo a más de 60 personas por jornada― con un límite en las agendas: 30 pacientes más 4 de urgencia en medicina de familia, y 20 pacientes más 4 de urgencia en pediatría, algo que ya se había avanzado en reuniones previas.
El exceso de pacientes lo asumirán médicos voluntarios, que cobrarán 50 euros la hora extra y podrán trabajar hasta un máximo de cuatro horas de más diarias. Estos voluntarios podrán atender a seis pacientes por hora, con un tiempo de 10 minutos por persona. “Una vez completas las agendas, si un paciente acude solicitando valoración y no la precisa de manera urgente, se le ofrecerá cita con su médico en las siguientes 72 horas. Si se considera que no puede esperar, será citado en el primer hueco disponible de la agenda de absorción de demanda”, explica el acuerdo. También añade que el tiempo de atención por paciente será de 10 a 15 minutos si la cita es presencial y 5 minutos para las asistencias telefónicas. En total, un sanitario no podrá superar los 300 minutos de asistencia.
Es el modelo piloto que se implementó en 22 centros de salud el 31 de enero, y que despertó las críticas que los facultativos y directores de ambulatorios al no haber recibido directrices concretas para aplicar el plan. A médicos y pediatras les preocupa ahora cómo se va a llevar a cabo la iniciativa y en qué plazos. En el acuerdo, la consejería promete que se implantará en 115 centros más a partir de junio, en lo que ha llamado “segunda fase” del plan. “El resto de centros se unirán en septiembre de 2023″, añade el texto, y especifica que si algún centro pide adelantar la incorporación al nuevo modelo, se hará “en la medida de lo posible”.
El resto de puntos recogidos en el acuerdo ya habían sido negociados e incluyen: mejoras en la burocracia, facilitar recetas en las farmacias a personas no dadas de alta en el sistema o que conforme vayan saliendo las siguientes plazas, ya no haya turnos fijos de mañanas o tardes puras, sino turnos mixtos.
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