Los ‘buenos gestores’

Almeida ha estafado a los madrileños 34 millones al no rebajar el IBI a la clase media

El Alcalde Jose Luis Martinez Alméida y Luis Cueto (Grupo Mixto) conversan durante el Pleno ordinario del Ayuntamiento de Madrid el pasado 25 de enero.KIKE PARA
Madrid -

En diciembre de 2021 los integrantes del Grupo Mixto en el Ayuntamiento de Madrid logramos cobrar varias piezas políticas: apartamos a Vox de su influencia en los presupuestos municipales, demostramos la utilidad de la independencia de los partidos y conseguimos un golpe de timón en los que había planteado inicialmente el equipo del alcalde José Luis Martínez-Almeida.

Los acuerdos que cerramos abarcaban desde la prohibición de venta de suelo público residencial, la ...

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En diciembre de 2021 los integrantes del Grupo Mixto en el Ayuntamiento de Madrid logramos cobrar varias piezas políticas: apartamos a Vox de su influencia en los presupuestos municipales, demostramos la utilidad de la independencia de los partidos y conseguimos un golpe de timón en los que había planteado inicialmente el equipo del alcalde José Luis Martínez-Almeida.

Los acuerdos que cerramos abarcaban desde la prohibición de venta de suelo público residencial, la imposibilidad de incrementar la deuda o los autobuses gratuitos varios días al año hasta la declaración de Almudena Grandes como hija predilecta, la cesión del edificio más deseado de Madrid, el Prado 30, o la rebaja del IBI a los madrileños cuya vivienda estuviese valorada en menos de 300.000 euros, lo que denominamos el IBI de la clase media.

Cerrar ese acuerdo, como otros que habían marcado la trayectoria del Grupo Mixto desde su creación, tuvo un altísimo coste que, a buen seguro, otros no hubiesen pagado: uno de los cuatro concejales que lo formábamos renunció a su acta de concejal y se redujo nuestro número, influencia y recursos. Pero hicimos lo que teníamos que hacer. Hemos estado siguiendo el cumplimiento de unos acuerdos que no eran para quedarse en un papel sino para mejorar la vida de los madrileños.

Esta semana hemos sabido que no los van a cumplir. Entre ellos, la promesa estrella, el maná de los teóricos del PP, “bajar impuestos”, bajar el IBI a miles de madrileños, a la clase media paganini y los más desfavorecidos, nuestro IBI de la clase media. Dejar 34 millones de euros en el bolsillo de los madrileños para reactivar la economía. Pues no.

Los “expertos gestores” han estado mareando la perdiz siete meses, cruzando papeles, para nada. Para saber, ahora, que varias sentencias impedían poner en marcha la vía propuesta. La asesoría jurídica les dice que no se puede rebajar el IBI para un colectivo determinado si no es por ley. Había una alternativa, y se la dijimos. Les dijimos que copiasen lo que habíamos hecho en el gobierno de Manuela Carmena, que copien la vía de las ayudas para un colectivo similar al pretendido. Que copiasen la técnica de lo que se llamó el IBI social. Que lo iban a mirar, que se ponen con ello. Otra vuelta de papeles…

Hoy nos comunican que sí, que se podría haber hecho así… pero que ya no les da tiempo a lanzar la línea de ayudas necesaria. Y que para 2023 tampoco. Que no tienen presupuesto. Es difícil escoger la palabra adecuada: indignación, irritación, cabreo, desconfianza… Almeida ha estafado a los madrileños 34 millones de euros.

Y ahora, con este grave incumplimiento arranca su negociación de los presupuestos de 2023. ¿Hay algún madrileño que le crea capaz?

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