La petición de auxilio a Pedro Sánchez de los vecinos sin casa por el metro de Madrid: “Venga a ver nuestras lágrimas y desolación”

En San Fernando de Henares no ha estallado un volcán, como en La Palma (Canarias). Tampoco ha habido un terremoto, como en Lorca (Murcia). Y sin embargo, los vecinos de esta localidad madrileña de 40.000 habitantes están en una situación similar. “Sin casa, sin enseres, ...

En San Fernando de Henares no ha estallado un volcán, como en La Palma (Canarias). Tampoco ha habido un terremoto, como en Lorca (Murcia). Y sin embargo, los vecinos de esta localidad madrileña de 40.000 habitantes están en una situación similar. “Sin casa, sin enseres, sin recuerdos”, le escriben al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una carta que contiene el relato dolido y desesperado de las cientos de personas que han tenido que abandonar sus viviendas porque las obras de la línea 7B del metro de Madrid las han llenado de grietas, obligando a derribar 27. “La Justicia no es una limosna, la Justicia en un país democrático debe escribirse con mayúsculas y en nuestro caso después de un año fuera de nuestros hogares, malviviendo en apartahoteles, no está existiendo”, lamentan. La misiva, en la que los afectados piden que el presidente visite la zona, recordando que José Luis Rodríguez Zapatero se desplazó hasta el socavón provocado por el metro en el barrio del Carmel (Barcelona), en 2005, no ha caído en saco roto. “Este es un tema importante y dramático, que requiere de soluciones”, afirman en La Moncloa, donde ahora se ultima la respuesta oficial a los vecinos. “Es un asunto que nos preocupa”, añaden.

Todo empieza con unas elecciones. A las puertas de las de 2007, Esperanza Aguirre, entonces presidenta regional en busca de la reelección, decide construir un hospital con su correspondiente estación de metro. Para eso hay que cambiar el proyecto original, ampliar el recorrido y añadir estaciones. Un error, según se descubre un decenio después, porque las obras del túnel del metro facilitan la entrada del agua en el subsuelo. El líquido contacta así con terrenos solubles, altera su solidez y afecta a los cimientos de los edificios cercanos.

A mediados de septiembre, un informe encargado por la Comunidad de Madrid mide con exactitud el tamaño del desastre. Un tramo de la vía se ha hundido entre 1,5 y 2 centímetros solo entre junio y agosto. El túnel que lo acoge ha seguido la misma progresión, sin que haya visos de que se frene el hundimiento, según los técnicos: está hasta 2,5 centímetros por debajo de donde estaba cuando se empezó el estudio. Y eso tiene consecuencias en la superficie. El edificio que hace esquina entre las calles de Francisco Sabatini y Rafael Alberti ha caído entre 3 y 5 centímetros, “con una tendencia clara a un aumento” de esa tendencia, y “sin síntomas de estabilización”. La fachada del segundo edificio se ha movido entre 5,5 y 10,4 centímetros con respecto a su posición original. Y como esos ejemplos no son únicos, ni excepcionales, sino todo lo contrario, pues son cientos los edificios afectados, según el Ayuntamiento, el resultado es dramático: desde septiembre de 2021, han sido desalojadas 72 familias, derribadas 27 viviendas, y vaciadas 85, según cifras de la Comunidad.

“Me dirijo a usted ante la desesperación en la que nos encontramos”, se lee en la misiva al presidente escrita por los afectados a principios de septiembre. “Sé que esto no ha sido por un fenómeno natural, (...) [que] ha sido una negligencia obra de la Comunidad de Madrid, pero le rogaría que pudiera venir a conocernos, a descubrir la trastienda de cada una de nuestras lágrimas, nuestra ansiedad y nuestra desolación”, se sigue. “Ante este fracaso de encontrar esa solución empática en la Señora Isabel Diaz Ayuso, presidenta de mi comunidad, ya solo me queda apelar a su solidaridad y ayuda ante esta desesperación”, se argumenta. Y se remata: “La Justicia no es una limosna, la Justicia en un país democrático debe escribirse con mayúsculas y en nuestro caso después de un año fuera de nuestros hogares, malviviendo en apartahoteles, no está existiendo”.

En La Moncloa se ultima ahora respuesta a la misiva, según una fuente gubernamental. “Este es un tema importante y dramático que requiere de soluciones”, afirman. “Es un asunto que nos preocupa y del que estamos encima desde el primer momento”, añaden, en referencia a la movilización del PSOE en la región. “Tanto el alcalde, Javier Corpa, como el PSOE de Madrid se están volcando para encontrar soluciones ante esta calamidad”.

Mientras la Comunidad gasta más de 10 millones de euros en intentar estabilizar con inyecciones de cemento una zona de hasta 10.000 metros cuadrados, los afectados siguen movilizados. También se han dirigido al Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, con el que se reunieron esta semana. Los vecinos aportaron planos de la zona afectada, que incluye 15 calles y 400 edificios, según el Ayuntamiento. También trasladaron sus penurias: aunque la Comunidad corre con los gastos de alojamiento, manutención y reparación, en lo que lleva invertido más de 40 millones de euros desde hace años, ellos han perdido sus casas, en muchos casos siguen pagando la hipoteca de una vivienda que no pueden disfrutar, y su presente ha saltado por los aires mientras su futuro se ha llenado de nubarrones.

El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha prometido las más altas indemnizaciones patrimoniales posibles, pero nadie sabe a cuánto ascenderán, ni cuándo llegarán. Mientras tanto, queda el vacío de haber perdido la casa, y el miedo que lo llena todo.

“Se trata de un drama humano y social”, resumió Gabilondo tras su reunión con los afectados. “Es inadmisible la situación de incertidumbre en la se encuentran los vecinos afectados”, añadió. Y reclamó: “Esta es una situación que requiere una solución urgente y vamos a persistir en esta idea donde corresponda”.

Suscríbete aquí a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.