El consejo de Telemadrid propone como director a un periodista al que destituyó Aguirre y que fichó por el Ayuntamiento de Carmena
El candidato, Alfonso García, defendió la independencia informativa del ente ante la expresidenta y tiene difícil convencer a PP y Vox en la Asamblea
El Consejo de Administración de Telemadrid ha decidido proponer a la Asamblea de Madrid al periodista Alfonso García como nuevo director general de la compañía pública, según tres fuentes conocedoras del proceso consultadas por EL PAÍS. Si la propuesta concita el apoyo de dos tercios de la Cámara, lo que obligaría a que derecha e izquierda alcanzaran un acuerdo, ...
El Consejo de Administración de Telemadrid ha decidido proponer a la Asamblea de Madrid al periodista Alfonso García como nuevo director general de la compañía pública, según tres fuentes conocedoras del proceso consultadas por EL PAÍS. Si la propuesta concita el apoyo de dos tercios de la Cámara, lo que obligaría a que derecha e izquierda alcanzaran un acuerdo, el polémico José Antonio Sánchez dejará de ser el administrador provisional de la entidad, un puesto de nueva creación que ocupa por elección de Isabel Díaz Ayuso, y con el aval de su polémica trayectoria en RTVE, o de su condición de votante confeso del PP, a lo que se une que aparezca en los papeles de Bárcenas. No obstante, pocos confían en que la candidatura de García prospere.
¿La razón? García (Toledo, 1962) conoce al dedillo Telemadrid, donde ha trabajado más de una década, y también se ha desempeñado en la televisión pública de Castilla-La Mancha. Como gestor, señalan quienes conocen bien su biografía profesional, destaca por haber dirigido Onda Madrid y los informativos de la casa (2002-2004). Con la llegada de Esperanza Aguirre al poder (2003) defendió la independencia informativa del ente hasta que fue destituido.
Así, en su contra juega que denunciara el intento del PP de controlar la televisión pública (”conmigo acabó directamente Esperanza Aguirre (...) [querían] que Telemadrid se convirtiera en ese momento en el contrapeso de Prisa”) y que fichara como jefe del departamento de Comunicación de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo de Madrid durante el mandato de Manuela Carmena (2016). Un historial laboral que le condenaría a ojos de PP y Vox, según las fuentes consultadas por este diario.
En todo caso, la elección de García por el Consejo de Administración de Telemadrid culmina un proceso público al que solo llegaron otros tres candidatos, y refleja el intento de encontrar un punto de inflexión en el rumbo de la compañía: desde la compañía hay voces que aseguran que el Gobierno de Díaz Ayuso prefería que el concurso quedara desierto a tener que votar en la Asamblea.
Tras ganar las elecciones del 4-M, la primera decisión del PP en el legislativo fue proponer una reforma legal de la ley que regula la entidad pública. El contenido de la propuesta causó tanto revuelo que hasta mereció el reproche de Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno, durante la entrevista que mantuvo en julio de 2021 con Díaz Ayuso en La Moncloa.
¿La razón? La reforma ha logrado que el control de la televisión y radio públicas quede en manos de PP y Vox, puesto que supuso el despido de la dirección anterior (incómoda para Díaz Ayuso); la creación de la figura del administrador provisional (propuesto por el Gobierno, y sin mecanismo de destitución); y el nombramiento para el puesto de un afín al PP que se podría mantener en el cargo incluso si gobernara otro partido (si para nombrarle solo es necesario mayoría absoluta, para sustituirle hay que elegir un director general, que requiere de que izquierda y derecha pacten para llegar a dos tercios de la Cámara).
Así, la oposición de Más Madrid, PSOE y Podemos considera que se ha pasado de Tele-Espe a Tele-Ayuso: Sánchez, que cobra 97.000 euros al año, como su predecesor, decidió 17 nombramientos en los servicios informativos en sus primeras semanas; contrató un programa de Bertín Osborne ya emitido en Canal Sur; y vio cómo el precio de su permanencia en el cargo era reducir el presupuesto de la cadena en un 10% (lo que exigió Vox a cambio de su decisivo voto).
Desde entonces, Sánchez comparece en la Asamblea, donde deja muestras de un nivel de ironía lindante en la chulería al que no están acostumbrados los diputados. Un día, por ejemplo, un diputado de Vox se quejó de que Telemadrid se gastara 15.000 euros en enviar un periodista a seguir la gira de Díaz Ayuso por Estados Unidos, “un viaje”, dijo; “sin relevancia política real, sin un contenido apreciable, con cero repercusión local”.
Así le contestó Sánchez: “Creo que tiene usted razón en todo lo que ha dicho, pero siempre y cuando fuera cierto, y ahí, ya, yo discrepo en muchas cosas con usted; ahora, si fuera cierto lo que dice usted, pues, tiene razón. El problema es ese sofisma; llámese “cuando llueve, las calles se mojan, pero no siempre que están mojadas ha llovido porque las pueden regar.” Ese es el pequeño matiz, ¿verdad? Entonces, claro, yo no lo puedo admitir, pero no lo puedo admitir porque no lo percibo, porque yo creo que no es verdad que Telemadrid tenga como único fin la glorificación, la loa y el halago de la presidenta; no me consta; me parecería una cosa absurda y la gente dejaría de ver Telemadrid”.
Es previsible que Sánchez siga dejando esas frases en la Asamblea en los próximos meses: aunque el proceso para sustituirle por García empezará lo más rápidamente posible, nadie apuesta porque culmine exitosamente.
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