Madrid asegura que la situación en los hospitales “está controlada” pese a que los médicos dicen que las UCI están al 125% de ocupación
El Gobierno regional envía una orden para que los residentes de medicina intensiva de último año se trasladen al Isabel Zendal
La evolución de la pandemia en Madrid, según el viceconsejero de Salud Pública y plan covid-19, Antonio Zapatero, es de “estabilización” y la situación en los hospitales “está controlada”. La comunidad es el tercer territorio que reporta más contagios por detrás de País Vasco, Navarra y Melilla. Tiene una incidencia acumulada de 398 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días —cuando el umbral máximo de riesgo que marca el Ministerio d...
La evolución de la pandemia en Madrid, según el viceconsejero de Salud Pública y plan covid-19, Antonio Zapatero, es de “estabilización” y la situación en los hospitales “está controlada”. La comunidad es el tercer territorio que reporta más contagios por detrás de País Vasco, Navarra y Melilla. Tiene una incidencia acumulada de 398 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días —cuando el umbral máximo de riesgo que marca el Ministerio de Sanidad es de 250— y las UCI operan al 125% de su capacidad estructural, según denuncian los médicos, con 585 pacientes este jueves por la noche; al 44,86% según la estadística diaria del Ministerio de Sanidad, que cacula sobre la capacidad de crecimiento. “Probablemente es el indicador que más nos preocupa”, ha reconocido Zapatero en la rueda de prensa de cada viernes para analizar la situación epidemiológica de la región; aunque “hay que recordar que en la tercera ola nuestro pico fueron 760″. Es decir, llegaron a un 162% de ocupación.
El miércoles, la Sociedad de Medicina Intensiva de Madrid (Somiama) emitió un comunicado en el que explicaba que este nuevo ascenso de ingresos, un centenar en las últimas dos semanas, “se produce sin haber podido disminuir la ocupación de las unidades de pacientes de la oleada anterior, con una edad media inferior a las anteriores oleadas, con enfermos graves de estancias muy prolongadas y unos recursos humanos en situación de agotamiento”. En realidad, apuntan varios intensivistas de hospitales públicos, nunca salieron de la segunda ola. Llevan ocho meses sin liberarse del todo de una presión que los somete cada poco a picos de carga asistencial que se solapan. “La situación es insostenible”, sentencia el especialista Carlos Velayos.
La idea de la Consejería de Sanidad, ha informado Zapatero, es que “en el caso de que persista esta presión y, disponiendo de especialistas para contratar, si hay que reforzar se reforzará en la medida que hagan falta”. El documento de Somiama hace ya dos días advertía que “el cansancio de los efectivos de medicina intensiva se está manifestando por abandonos de contratos, peticiones de reducción de jornadas, excedencias y rechazo de ofertas de contrataciones, en ocasiones para cambiar de comunidad autónoma”. Y piden, “con carácter urgente”, que “se favorezca la contratación de especialistas en medicina intensiva, con el objetivo de retener los recursos humanos formados en nuestros centros madrileños, y quizá por qué no, atraer a otros de otras comunidades”.
El traslado de intensivistas residentes al Zendal
A esta situación se añade la orden que la Consejería de Sanidad envió a las gerencias esta semana de remitir a los residentes de quinto año de esta especialidad al Isabel Zendal “con carácter inmediato”. En ella, se detallaba el número de estos médicos que serán especialistas el próximo mes, cuando se gradúen, y también el de adjuntos que cada hospital ha de ceder al centro de emergencias, y solo entre los que tienen contratos de refuerzo covid, que son los que Sanidad puede mover con mayor facilidad por la situación contractual en la que están. Ya en enero, ante la negativa de muchos especialistas a trabajar en Valdebebas, el Ejecutivo regional reaccionó con otra orden que envió a todos los hospitales, la de no volver a contratar a ningún profesional de los que tenían en la plantilla de refuerzo que hubiese renunciado a ser derivado al Zendal.
La nota de la Sociedad de Intensiva madrileña también alude a la tesitura que atraviesan junto a la “mayor necesidad de Intensivistas en el Hospital de Pandemias, que tiene también el número de ingresos al alza, siendo ya también insuficientes los facultativos en sus centros de origen”.
La consejería, como también respondió hace tres meses, asegura que ese cambio de centro “es opcional”. Según un portavoz, “se les ha dado la posibilidad de que, en el marco del plan de formación en la modalidad de rotación externa, tal y como se informó en su día a las comisiones de docencia, y en las mismas condiciones de los que ya están desplazados en la actualidad, designaran residentes para dichas rotaciones”. Añade que es una “oferta” y que “con la finalidad de garantizar la continuidad asistencial a los pacientes, valorar la posibilidad de contratarlos en su hospital de origen, hasta el 31 de diciembre, con contrato refuerzo covid-19, para la prestación de servicios, tanto en su centro sanitario como en el Zendal, en función de las necesidades asistenciales”.
Somiama, respecto a esta posibilidad de futura contratación, apuntaba en su documento que “es esencial que se mejoren las modalidades de contratación con visión de futuro, garantizando su continuidad, no solo con la temporalidad ligada al covid, pues en el momento actual existe mucha oferta laboral en todos los territorios de la nación y existe pérdida de efectivos que se desplazan a otros Territorios o a la Sanidad Privada”.
Hasta este jueves por la tarde, cifra el mismo portavoz de la consejería, se habían trasladado seis de los 23 residentes que acabarán su especialización en mayo. Uno de esa veintena de residentes asegura, sin embargo, que “es obligatorio”: “Me han dicho que no tengo opción”.
El problema de los recursos humanos
Una de las razones es el retorno de los anestesiólogos que hay ahora mismo en el Zendal a sus hospitales de origen “para poder retomar la actividad en los quirófanos”, cuenta Velayos, el intensivista, que cree que estos movimientos “ponen en evidencia que todo se hace por improvisación y la falta” de recursos humanos: “No tienes personal y si no tienes personal tienes un edificio y tienes un problema”. El Zendal nunca tuvo plantilla propia. Un problema no solo para el centro de Valdebebas sino para todos los hospitales públicos, que con la situación actual no tienen margen para ceder especialistas a otro lugar y deberán reordenador sus planillas para guardias, fines de semana y rotaciones “cada vez con más presión y con menos manos”, puntualiza Velayos.
El Zendal tiene la mañana de este viernes 522 pacientes ingresados, “387 en agudos, 90 en UCRI [unidad de cuidados intermedios], 31 en UCI, y 14 la unidad de recuperación funcional”, ha cifrado el viceconsejero. Es el que más pacientes de agudos tiene ingresados, pero no el que más pacientes graves trata. Son el 12 de Octubre, con 39, el Gregorio Marañón y el Ramón y Cajal, ambos con 38, y la Fundación Jiménez Díaz, con 32. También con 30 está actualmente La Paz, según los informes bisemanales que publica el grupo Covid19, el equipo de infectólogos de hospitales públicos y privados de Madrid que comparten información sobre la ocupación en las plantas de agudos y UCI de los centros madrileños, y que son las únicas estadísticas por las que se puede conocer, por hospitales, la situación de cada uno de ellos.
El comunicado de Somiama sintetiza: “Todas estas circunstancias están tensionando mucho las unidades y creando dificultades en la planificación del trabajo, sustituciones, jornadas de guardias, refuerzos, y descansos estivales tras más de un año de pandemia”.