Díaz Ayuso se rodea del ala dura del PP para una campaña de confrontación ideológica
La presidenta encarga los argumentarios y el programa a consejeros vinculados con Aznar y Aguirre
El aterrizaje de Pablo Iglesias como candidato de Podemos a la presidencia de la Comunidad de Madrid ha reforzado la apuesta de Isabel Díaz Ayuso por una campaña construida alrededor de la confrontación ideológica, y apoyada en el ala dura del PP. La presidenta regional ha encargado a Javier Fernández-Lasquetty, un consejero vinculado a José María Aznar y Esperanza Aguirre, los argumentarios de la campaña para ...
El aterrizaje de Pablo Iglesias como candidato de Podemos a la presidencia de la Comunidad de Madrid ha reforzado la apuesta de Isabel Díaz Ayuso por una campaña construida alrededor de la confrontación ideológica, y apoyada en el ala dura del PP. La presidenta regional ha encargado a Javier Fernández-Lasquetty, un consejero vinculado a José María Aznar y Esperanza Aguirre, los argumentarios de la campaña para las elecciones del 4 de mayo. Enrique Ossorio, de larga trayectoria en el aguirrismo, se ocupará de coordinar el programa electoral. Y todo el equipo se volcará en reducir la campaña al eslogan de “comunismo o libertad”, apostando por la polarización entre los dos extremos ideológicos para evitar que el debate se centre en las críticas a la gestión de la pandemia.
“Díaz Ayuso es catedrática en el dogma del PP, es lo que más domina, y en el debate ideológico las devuelve como panes”, dice una fuente que conoce al detalle cómo trabaja la líder conservadora. “De otras cosas tiene unos conocimientos normales, no la elegiría nunca como compañera para jugar al Trivial, y por eso delega en sus consejeros, que son gente muy preparada y pueden asumir ese papel y compensar esas deficiencias”, sigue. “Lo que ocurre es que estas elecciones son una batalla en clave nacional, y por eso su estrategia es sacudir a La Moncloa, y ahora a Iglesias, un rival con el que se puede pelear todos los días ideológicamente”, añade. “Le ha venido dios a ver con su candidatura”, sigue. Y subraya: “Eso sí, el votante del PP tiene que saber que va a votar para que Miguel Ángel Rodríguez sea el presidente del Gobierno”.
El poderoso jefe de gabinete de Díaz Ayuso, que fue secretario de Estado con Aznar, también apuesta por una campaña desacomplejada. Él escribirá el guion de la estrategia junto a Alfonso Serrano, el gurú electoral más respetado en el PP, repitiendo la estructura de 2019, cuando la política madrileña se convirtió en la primera aspirante popular en perder unas elecciones regionales desde 1991. Todo ha cambiado desde entonces. Díaz Ayuso es ahora la favorita para ganar los comicios, según todas las encuestas. Y el aterrizaje de Iglesias le permite que la campaña se centre en su terreno favorito: la confrontación ideológica.
Ya lo dijo la propia candidata solo unos minutos después de conocer que Iglesias acudía al rescate de Podemos en Madrid, donde su partido se arriesgaba a no superar la barrera del 5% que marca la entrada en la Asamblea: “España me debe una, hemos sacado a Pablo Iglesias de La Moncloa”.
La confrontación ideológica permite resaltar los puntos fuertes de la candidata, y esconder su flanco débil. Nada de hablar del Gobierno de coalición formado por PP y Cs en agosto de 2019, que no logró siquiera presentar un proyecto de presupuestos, que tampoco aprobó ninguna ley nueva de calado, y que rompió una racha de más de diez años seguidos bajando impuestos bajo el impulso de gabinetes conservadores. Al contrario. Se trataría, según una fuente popular, de concentrar la campaña en el futuro, evitando la fiscalización del pasado, por mucho que la presidenta quiera presentar a los madrileños un balance de cuántas de las promesas electorales de 2019 están cumplidas en 2021.
“La intención no era hacer una campaña para confrontar ideológicamente con los comunistas, pero viendo que a Iglesias le da igual romper el Gobierno de España, por supervivencia personal, por venir a donde está el foco, y a confrontar con Ayuso, cambiamos el lema”, reconoce una fuente con relación diaria con la presidenta, la dirección regional, y la nacional. “No queremos que el PSOE gobierne Madrid, pero ya ahora, que viene el líder de Podemos a intentarlo, te hace contestar: o comunismo, o libertad”, argumenta. Y remata: “Él va a buscar la confrontación con la presidenta. Cuando ya empieza hablando de la derecha criminal [en el vídeo en el que presentó su candidatura], hay que contestar”.
En ese contexto, los argumentarios de campaña los preparará Lasquetty, exsubdirector del gabinete de Aznar, impulsor de la privatización de la sanidad madrileña como consejero de Aguirre, y férreo defensor de las rebajas de impuestos como integrante del Ejecutivo de Díaz Ayuso. En paralelo, el programa electoral lo coordinará Ossorio, el hombre que apostó esta legislatura por activar nuevos conciertos educativos (habían sido paralizados por Cristina Cifuentes y Ángel Garrido), y que desempeñó distintos altos cargos con Aguirre e Ignacio González como presidentes.
Todo quedó claro el lunes, cuando Díaz Ayuso fue recibida con una ovación cerrada por la dirección regional del PP, e intervino para dejar claro cuáles serán los pilares de su campaña.
“Los ciudadanos tienen la mejor oportunidad para elegir o comunismo o libertad”, dijo. “Madrid no puede convertirse en Caracas”, subrayó. “El Madrid que ha sufrido tanto al terrorismo, que no ve a su himno nacional como una pachanga cutrefachosa, que acoge a los maltratados por el independentismo, el nacionalismo, o la mafia del terror, eso es Madrid. No es odio, resentimiento y revolución”, describió. Y recalcó: “El 4 de mayo tenemos una oportunidad histórica para asentar este proyecto y alejar a quienes quieren construir una república caribeña donde no se respeta la propiedad privada o el derecho de las familias a elegir la educación que quieren para sus hijos”.
En el arranque de la campaña, apelación a las emociones. Confrontación ideológica. Invocación del miedo al cambio. Díaz Ayuso contra Iglesias, desde el minuto cero.