El inesperado acelerón de las obras del Bernabéu
La reforma del estadio avanza más rápido de lo previsto porque no hay interrupciones por partidos. Si el club quisiera podría estar concluido incluso en 2021, estima un arquitecto del Wanda
El “mejor seguimiento de obras del Santiago Bernabéu” lo hace Javier Caireta, un madridista que narra cada avance en la construcción con la pasión de un locutor de radio: “Fíjate ahí en plaza de Lima la grúa está ocupando el espacio aéreo de la propia plaza”; “me extraña que esté abajo la grúa Manhattan porque no ha hecho mucho viento”; “ahí están trabajando a destajo en la base de la nueva Torre B. Desde aquí felicitar a todos los que se dejan la piel a diario una vez más”.
Este forofo de 25 años da casi todos los días una vuelta al exterior del estadio del Real Madrid comentando en ví...
El “mejor seguimiento de obras del Santiago Bernabéu” lo hace Javier Caireta, un madridista que narra cada avance en la construcción con la pasión de un locutor de radio: “Fíjate ahí en plaza de Lima la grúa está ocupando el espacio aéreo de la propia plaza”; “me extraña que esté abajo la grúa Manhattan porque no ha hecho mucho viento”; “ahí están trabajando a destajo en la base de la nueva Torre B. Desde aquí felicitar a todos los que se dejan la piel a diario una vez más”.
Este forofo de 25 años da casi todos los días una vuelta al exterior del estadio del Real Madrid comentando en vídeo el rápido progreso de la construcción. Luego lo edita en el móvil de camino a su trabajo y lo sube a YouTube. Empezó hace cinco meses y ya acumula 222 grabaciones y casi 35.000 suscriptores. Algunos vídeos han sido vistos más de 200.000 veces. Él, que lo hace por placer, no esperaba tanta expectación. Si no sube un vídeo diario le regañan. “Les he malacostumbrado”, bromea.
Hay un gran interés porque los cambios son palpables día a día. Como no hay partidos a causa de la pandemia, la obra avanza sin interrupciones, mucho más rápido de lo previsto. El club ha impuesto un silencio sepulcral sobre cuánto tiempo se ha ahorrado, pero expertos consultados creen que el club tiene la opción de concluir la reforma bastante antes de la fecha de fin programada en un principio, que era agosto de 2022.
“Si no tienen problemas de suministro y quieren apretar, podrían acabar la obra incluso en algún momento de 2021″, estima el arquitecto deportivo Enrique Azpilicueta. Este experto participó en el diseño de la cubierta del estadio Wanda del Atlético de Madrid y en la obra que en 2004 cubrió la última grada sin techo del Bernabéu.
El arquitecto Carlos Lamela, que diseñó una gran ampliación del Bernabéu en los 90, afirma que avanzar sin las detenciones en la obra que causan los partidos es una gran ventaja. “Si nosotros hubiésemos podido hacer la obra sin interrupciones por partidos habríamos ganado entre un 30% y un 40% de tiempo”, dice Lamela, que no obstante prefiere no calcular una fecha de conclusión de esta nueva reforma. “En este tipo de obras complejas es muy complicado hacer previsiones porque suelen surgir imprevistos”, añade.
Es un golpe de suerte inesperado para el presidente del club, Florentino Pérez, que hizo una apuesta arriesgada por la costosa reforma del estadio. Pero el club ha ordenado cautela. No permite hacer comentarios ni a la constructora FCC ni a los estudios de arquitectura involucrados.
El Real Madrid inició la obra en junio de 2019 para dotar a su estadio de un techo retráctil, una fachada donde proyectar imágenes y un videomarcador de 360 grados. La idea inicial era que el proyecto de 575 millones durara hasta agosto de 2022. Ese plan se ajustaba a una de las condiciones que puso el club: garantizar la celebración de partidos durante los 39 meses de obra. Pero como no ha habido fútbol en el Bernabéu desde marzo (el equipo ha decidido jugar en su segundo estadio, en el barrio de Valdebebas) los ingenieros no han tenido interrupciones a causa de los partidos y la construcción avanza a velocidad de crucero. La única parada en este período se produjo en las dos semanas de abril de “hibernación de la economía”. El resto del tiempo de la pandemia una media de 350 obreros han trabajado incluso los fines de semana.
Según fuentes del club, antes de la pandemia cada partido suponía una interrupción de tres días. No solo había que parar el día del juego, sino también el anterior y el posterior, para montar y desmontar las máquinas, y asegurarse de que a ningún espectador le iba a caer un martillo en la cabeza. Si se sucedían en casa un partido de Liga y de Champions el parón en la construcción se extendía durante una semana.
El traslado de los partidos a Valdebebas ha permitido al Real Madrid y a la constructora FCC progresar en la fase más aparatosa de la obra, la colocación del armazón de la cubierta, explica el arquitecto del Wanda. Si el fútbol regresase al Bernabéu esta temporada (los directivos de LaLiga mantienen abierta esa posibilidad) es probable que el retorno de los aficionados coincida con la fase de revestimiento, más sencilla, de modo que el público no causaría interrupciones significativas, añade este experto. “En esa segunda fase los avances serán muy rápidos”, vaticina.
Madridistas de todo el mundo se conectan a diario para observar las novedades. Además de Caireta hay otros youtubers que hacen grabaciones y son seguidos con atención en foros con miles de comentarios y en un grupo de Telegram. Donde muchos solo ven grúas y andamios, los aficionados contemplan la ejecución de una obra de arte, el teatro de sus sueños.
Nicho informativo
Cubren un hueco de información descuidado por el club. Las actualizaciones del Real Madrid, que se negó a hacer declaraciones para esta información, son más esporádicas. El club publicó el 29 de octubre un vídeo que suma más de 818.000 visionados. Muestra el momento en que tres obreros completan en el aire la unión de la estructura metálica sobre la que reposará la cubierta. Fue grabado con cámaras aéreas y ambientado con música épica.
Maribel de Jesús subió a YouTube su primer vídeo en agosto de 2019 con la idea de informar a socios como ella de los cambios en las puertas de entrada para el partido siguiente. Descubrió un nicho. Los usuarios le agradecían en la zona de comentarios del vídeo que alguien informara por fin de los avances de las obras, algo que no estaba haciendo el club de Florentino Pérez.
“Yo pensé que esto no interesaba a nadie”, cuenta ella. “Quieren información actualizada diariamente y cuanto más detallada y extensa posible, mejor. Normalmente si subes videos largos de cualquier otra temática no los suelen ver, pero en el caso de las obras crea mucha expectación y siempre quieren más”, explica esta periodista de 25 años que sueña con trabajar en Real Madrid Televisión.
Pero el Bernabéu es algo más que la casa del madridismo. Es uno de los símbolos de la capital de España y cuando su reforma esté completa será un atractivo crucial para una capital necesitada del impulso del turismo tras la devastación de la pandemia de coronavirus. En 2019, el tour del Bernabéu recibió 1,3 millones de visitantes, según el club. Un estudio del big data de redes sociales hecho por la Universidad Complutense reveló que el Bernabéu es el edificio más fotografiado de la capital.
El Ayuntamiento dice que el Real Madrid es el motivo por el que muchísimos viajeros deciden visitar la ciudad. “El Bernabéu es sin duda santo y seña de la ciudad”, dice la concejal de Turismo Almudena Maíllo. La reforma del estadio coincide con los primeros pasos de una macrooperación urbanística en su entorno, Madrid Nuevo Norte. “El cambio de imagen que está sufriendo el estadio y el entorno de Chamartín va a ser un nuevo punto de referencia no solo para los visitantes que vienen a la ciudad buscando la marca Real Madrid, sino también para la propia ciudad”, valora la concejal.
La idea del club es convertir el estadio en una máquina de hacer dinero. Buscan aprovechar la futura cubierta y césped retráctil para generar más ingresos por celebración de conciertos y grandes eventos. Es un plan que según algunos medios deportivos permitiría una explotación del terreno de juego durante unos 300 días al año. Un ejemplo de éxito es el estadio de los Dallas Cowboys, el equipo de fútbol americano que en 2009 convirtió su nuevo estadio en su gallina de los huevos de oro.
De momento, los alrededores del estadio son un entorno hostil. Ruido, obreros y conductores desesperados por los cortes de tráfico. Caireta estudió Audiovisuales y no sabe de obras, pero no importa. Él va dando vueltas al estadio bautizando las grúas (Manhattan, Bronx, Queens) y las nuevas estructuras (el T-Rex, las costillas...). Lo comenta con su fuerte acento de Girona, el epicentro del independentismo catalán. Se hizo madridista a los 12 años por su “espíritu de contradicción” y se mudó a la capital cuando estudiaba la carrera, para vivir en la ciudad de su equipo.
Como sabe lo que es residir lejos del Bernabéu, tiene un sentido del deber con su audiencia. “Mi obsesión con esto es que alguien que vive en Venezuela se sienta aquí. Por eso grabo con gran angular, hago planos largos y me quedo en silencio, para que escuchen la obra”, dice durante un tour este viernes. De fondo, taladros y bocinas.
Este miércoles cumplió uno de los sueños que tenía desde que inició el proyecto. Se encontró un enorme tornillo de los empleados en la obra y lo mostró en la cámara a sus seguidores. Es un DIN 931 con tratamiento especial para el óxido, le informó un seguidor. Él lo va a poner en “el altar madridista” de su casa: “Para mucha gente es un simple tornillo, pero para mí es gloria”.