Los médicos de Madrid, en huelga: “Esto ya no es una situación de emergencia, sino de mala gestión”

“Ya no sabemos cómo decir que no podemos más. ¿Qué mecanismos más que esto tenemos los médicos en Madrid para denunciar la situación precaria en la que nos mantienen?". Lanza la pregunta Clara Alonso, del servicio de Pediatría y Neonatología del hospital 12 de Octubre. Está en la plaza de las Cortes, frente al Congreso de los Diputados y con medio centenar más de facultativos que se han concentrado este martes por la mañana para dar inicio a la primera huelga a nivel nacional que se convoca en el sistema sanitario desde hace 25 años. En la Comunidad de Madrid, a la protesta por la publicación ...

“Ya no sabemos cómo decir que no podemos más. ¿Qué mecanismos más que esto tenemos los médicos en Madrid para denunciar la situación precaria en la que nos mantienen?". Lanza la pregunta Clara Alonso, del servicio de Pediatría y Neonatología del hospital 12 de Octubre. Está en la plaza de las Cortes, frente al Congreso de los Diputados y con medio centenar más de facultativos que se han concentrado este martes por la mañana para dar inicio a la primera huelga a nivel nacional que se convoca en el sistema sanitario desde hace 25 años. En la Comunidad de Madrid, a la protesta por la publicación del Real Decreto Ley 29/2020 —que permite contratar a médicos extracomunitarios sin homologación y médicos residentes y la movilidad sin trabas de los especialistas entre distintos servicios— se añade la precarización de la sanidad pública en la autonomía: sobrecargada, malpagada y agotada tras ocho meses de pandemia.

Les cuesta estar de paro sabiendo la presión asistencial a la que la segunda ola los está sometiendo desde hace más de un mes y que no termina de aliviarse, pero aseguran que no ven otra salida. “Dejamos pasar la primera ola, han tenido todo un verano para planificar y organizar los recursos, y nos encontramos con la segunda y en las mismas. Quizá deberíamos haberla hecho en el mínimo respiro que tuvimos tras la primera, pero estábamos exhaustos”, dice María López, compañera de Alonso en el 12 de Octubre. Cada mes, recuerda, el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso les retira 200 euros de la nómina por la jornada laboral de 37 horas y media: “Aunque nunca sales a tu hora y al final acabas trabajando 40, y es solo un ejemplo”.

Son apenas 50 facultativos frente al Congreso porque la Delegación del Gobierno en Madrid avisó el lunes de que solo podrían concentrarse una veintena de personas. La Consejería de Sanidad ha cifrado en 7,65% el seguimiento de la huelga. La Asociación de Médicos y Titulados Superiores (Amyts), convocante en Madrid junto a la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), asegura que ha sido de entre un 80% y un 90% en los centros de la región y en torno al 85% a nivel nacional.

“Pese a las trabas que han puesto desde los servicios de salud autonómicos en la negociación de los servicios mínimos, en algunos casos apenas 24 horas antes de la huelga y con la imposición del 100% de los efectivos en el Summa 112 y en demasiados servicios hospitalarios, además de las guardias. En Madrid ya hemos llevado a la Justicia estos servicios mínimos abusivos”, explican desde Amyts. En el Hospital Infanta Leonor, en Vallecas, por ejemplo, solo un anestesista ha podido ejercer el derecho a huelga. Todos los demás eran de servicios mínimos: 19 de 20 profesionales del servicio de mínimos. Sin embargo, el sábado, domingo y lunes ese centro solo tendrá tres anestesistas para urgencias, cuidados postanestésicos y procesos no diferibles.

Hay que invertir y rescatar la primaria, las urgencias extrahospitalarias, contratar rastreadores... Todo lo que ya tenía que haberse hecho y no se ha hecho

Daniel Bernabeu, radiólogo en el Hospital La Paz

Daniel Bernabeu, radiólogo en el hospital de La Paz y vicepresidente de la asociación médica, habla de temporalidad ―uno de cada dos médicos en Madrid tienen contratos temporales―, sobrecarga de trabajo, dificultad para conciliar, imposición de jornadas que no permiten los descansos legales, falta de perspectivas para muchos compañeros y un estrés que se acumula desde marzo. “Por un lado, el decreto del ministerio viene a permitir que nos muevan donde quieran y pone en entredicho el sistema MIR [el proceso formativo de los médicos en España, porque permite que se ejerza la medicina sin haberlo completado], llueve sobre mojado y vemos que va a peor”, subraya Bernabeu.

El especialista recuerda que se olvida lo más importante: “Quien más lo sufre son los pacientes, los covid y los no covid, los oncológicos, los neurológicos, los crónicos... Se está retrasando su atención, se acumula y se está perdiendo la calidad asistencial”. El virus obligó a aplazar más de 50.000 operaciones y casi un millón de consultas en los hospitales madrileños solo entre marzo y abril.

La razón, arguye Bernabeu, “es básicamente por el maltrato laboral al que en Madrid los profesionales han sido sometidos durante los últimos años”. Unas condiciones laborales que, cifra el facultativo, han hecho que de todos los médicos residentes que acabaron en mayo, apenas hayan podido “retener” alrededor de 500. “Esto ya no es una situación de emergencia sino de mala gestión. Hay que invertir y rescatar la primaria, las urgencias extrahospitalarias, contratar rastreadores... Todo lo que ya tenía que haberse hecho y no se ha hecho”. Además, añade, “la pelea constante con el Gobierno central lo único que produce es desconcierto en la población, que acaba por no saber qué tiene que hacer”.

Ninguno de los profesionales cree que las decisiones que se van tomando sean las más óptimas para frenar la pandemia ni para el cuidado de los pacientes. “El real decreto los deja indefensos en ese sentido”, apunta Clara Alonso: “Si vamos a tener que hacer cosas para las que no estamos formados, igual no somos los más adecuados para tratar a esos pacientes”. Beatriz Gamo y María José Prieto, psicólogas clínicas del centro de salud asociado al hospital Infanta Sofía, hablan de “deterioro” y de cómo la el Gobierno regional “se aprovecha de la vocación". “Trabajamos en la pandemia y trabajamos cada día con o sin ella, saben que no vamos a dejar a nuestros pacientes”, dicen.

“Ahora, para dar una segunda consulta, estamos en cuatro meses, y si no quieres que pase tanto tiempo tienes que hacer un esfuerzo personal, la sensación de quemazón y de que te dejas cosas por el camino sin atender es importante”, dice Prieto. María García, neonatóloga en el 12 de Octubre, concluye que “cada vez se pide más a los médicos y enfermeras, cada vez vez hay más presión, más malestar y más medidas que van en contra de la calidad asistencial paciente”.

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