El confinamiento duplica la soledad no deseada en Madrid
Una encuesta de Madrid Salud revela que ese sentimiento ha crecido respecto a antes del Estado de Alarma. El mayor incremento se ha producido en las personas mayores
La soledad no deseada, que en Madrid se estima en condiciones normales en un 10% de la población, ha crecido durante el confinamiento hasta el 16,6%, según la encuesta sobre covid-19 que Madrid Salud llevó a cabo del 21 al 23 de abril. Ahora son más quienes se han sentido solos siempre, casi siempre o bastantes veces. Este, “uno de los problemas que está siendo objeto de una cada vez mayor atención en el ámbito de la salud pública, ha experimentado un aumento ...
La soledad no deseada, que en Madrid se estima en condiciones normales en un 10% de la población, ha crecido durante el confinamiento hasta el 16,6%, según la encuesta sobre covid-19 que Madrid Salud llevó a cabo del 21 al 23 de abril. Ahora son más quienes se han sentido solos siempre, casi siempre o bastantes veces. Este, “uno de los problemas que está siendo objeto de una cada vez mayor atención en el ámbito de la salud pública, ha experimentado un aumento durante el confinamiento en todas las edades, pero de forma más marcada en las personas más jóvenes de ambos sexos y en las mujeres mayores”, según el informe.
En algunos tramos de edad, ese sentimiento se duplica respecto a antes del confinamiento. El tramo donde se ha producido mayor incremento ha sido en los mayores de 65, donde ya supone un problema en condiciones habituales: entre los hombres, ha pasado del 6,7% al 11,9%, y en las mujeres, del 10,7% al 23,3%. Y también se multiplica por dos entre las mujeres de 30 a 44 años, del 8,8% al 17,2%.
Elena Martín, jefa de Departamento de Evaluación y Calidad de Madrid Salud, explica que esta situación, coyuntural, “es previsible que mejore con el tiempo, pero ha sido durísima y eso hace que afloren muchos sentimientos que en otras circunstancias no tendrían por qué estar”. Desde su área, afirma, ya estaban trabajando sobre la soledad no deseada, y estos resultados les corroboran “que hay que seguir en ello”.
Según el estudio —que tuvo como objetivo “detectar problemas derivados de la pandemia y de las medidas implementadas, especialmente sus repercusiones en la salud, con especial atención a los sectores de población que puedan encontrarse en situación más vulnerable”—, dos de cada tres personas entrevistadas estarían en riesgo de mala salud mental: “El malestar psicológico (sensación de no poder superar las dificultades, estado anímico bajo y sentirse deprimido/a, entre otros) es tres veces superior a la frecuencia hallada en estudios de salud con poblaciones de similares características a la estudiada, en condiciones habituales”.
Más información y más apoyo: las necesidades no cubiertas
Algo que encaja con los resultados del apartado sobre las necesidades no atendidas durante el confinamiento, que muestran que siete de cada diez personas han echado en falta cosas como información (21,4%); más apoyo psicológico (7,5%), más apoyo de profesionales de Medicina y Enfermería (9,7%) y más apoyo de familia y amigos (10,4%). Y que parece contrastar con el más del 80% que ha estado acompañado durante estas semanas y que “se ha sentido bien o muy bien con sus convivientes”.
Martín explica que no supone una contradicción de forma general y, “menos en las excepcionales circunstancias que provoca el confinamiento”: "Aunque uno se haya encontrado bien, puede haber necesitado más apoyo”. La mayoría afirma contar con apoyo social y solo un 1,7% dice no tener a nadie dispuesto a ayudarle. Esta situación, explica el resumen ejecutivo, “ha generado cambios en las relaciones sociales, sobre todo con los vecinos y familiares cercanos”, según un tercio de los entrevistados y, en la mayoría de casos, “el cambio ha sido a mejor”.
Entre las respuestas, relata Martín, “hay pocas sorpresas”. Aunque sí se han encontrado con dos cifra más altas y otra más baja de lo esperado: “Esperábamos menos incremento de consumo de tranquilizantes (un 41,6% afirma haber consumido más), que el consumo de alcohol hubiese subido más (asegura haber bebido más un 21,5%) y nos ha parecido alta la cantidad de personas que aseguran que las redes sociales les han ayudado poco o nada o que incluso les han hecho sentir mal”. Entre aquellos a los que estas herramientas apenas les han ayudado (9,1%), no les han ayudado nada (1,8%), les han hecho sentir más solos (0,2%) y a los que, además, les ha producido angustia (1,1%), suman un 12,2%.
Perfil del encuestado
La encuesta constó de 54 preguntas sobre cuestiones demográficas, socioeconómicas, de salud y relativas al confinamiento y fue un muestreo probabilístico tipo bola de nieve exponencial —“para llegar al mayor número posible de gente en el menor tiempo posible, explica Elena Martín”—, se llevó a cabo a través del envío de un correo electrónico con un enlace a la encuesta y con la difusión a través de las redes sociales. Aunque obtuvieron una muestra válida de 39.799, solo han usado las 24.547 respuestas que corresponden a habitantes de la ciudad de Madrid.
Esa muestra, advierte el informe de Madrid Salud, “no es representativa de la población de la ciudad de Madrid”, aunque muchos de sus resultados, “como las frecuencias de personas fumadoras o de las que tienen perro, son muy semejantes a los obtenidas en otros estudios en población madrileña”. Así, el 67,6% de las respuestas corresponde a mujeres, el 32% a hombres y un 0,4% ha preferido no contestar; la edad media es de 49,9 años, con un rango de edades entre 15 y 96 años.
Puedes ver aquí el avance de resultados de la encuesta de Madrid Salud.
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