Las casas para empleados del Canal de Isabel II, una joya del siglo XIX amenazada por un nuevo urbanismo
Asociaciones vecinales piden al Ayuntamiento la protección de este edificio, uno de los ejemplos más antiguos de viviendas obreras de Madrid
Fueron construidas como pabellones para los guardas del Canal de Isabel II en 1876, uno de los primeros ejemplos de viviendas obreras habilitadas por una empresa (pública o privada) en la capital, y se mantuvieron con este propósito hasta 1992, como confirma el ente público. Un nuevo plan de urbanismo municipal amenaza ahora este edificio, situado en el entorno del primer depósito de agua del Canal de Isabel II en el barrio de Chamberí (inaugurado en 1858). Como respuesta, asociaciones vecinales han presentado alegaciones ante el Ayuntamiento de Madrid para pedir que estas viviendas sean inclu...
Fueron construidas como pabellones para los guardas del Canal de Isabel II en 1876, uno de los primeros ejemplos de viviendas obreras habilitadas por una empresa (pública o privada) en la capital, y se mantuvieron con este propósito hasta 1992, como confirma el ente público. Un nuevo plan de urbanismo municipal amenaza ahora este edificio, situado en el entorno del primer depósito de agua del Canal de Isabel II en el barrio de Chamberí (inaugurado en 1858). Como respuesta, asociaciones vecinales han presentado alegaciones ante el Ayuntamiento de Madrid para pedir que estas viviendas sean incluidas en el catálogo de bienes y espacios protegidos del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid de 1997. Con la crisis sanitaria, el proceso de resolución de alegaciones quedó paralizado y aún no se ha reiniciado.
Aunque la finca de casi 4.000 metros cuadrados donde se ubican estas casas bajas –calificada como zona verde– llevaba cedida al Ayuntamiento por parte de la Comunidad de Madrid desde 2016, no fue hasta el pasado mes de diciembre cuando saltaron las alarmas. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento aprobaba el “Plan Especial de Reordenación y Mejora del Sistema Dotacional en la calle de Cea Bermúdez 2 y la Plaza del Conde del Valle de Súchil” y abría las dudas sobre el futuro del inmueble.
“Estas viviendas llevan tapiadas y en desuso desde hace varias décadas, pero sin plan específico para el desarrollo de esta finca no corrían peligro, aunque era cuestión de tiempo que sucediera esto”, dice Alberto Tellería, vocal técnico de Madrid Ciudadanía y Patrimonio (MCyP), una de las plataformas que han presentado alegaciones ante el consistorio madrileño.
Tellería lamenta que “una joya así carezca de protección urbanística”. Fue un proyecto pionero de viviendas obreras al que seguirían durante el siglo XX otros ejemplos como el del Parque Móvil Ministerial, también en Chamberí, o la Ciudad Pegaso de la factoría homónima en el distrito de San Blas-Canillejas.
Las asociaciones vecinales no solo reivindican el valor histórico del inmueble, sino su valor patrimonial, “basado en su interés social, tipológico, arquitectónico y constructivo”. “El edificio presenta la solidez constructiva y la claridad compositiva característica de todas las edificaciones históricas del Canal de Isabel II”, argumenta el escrito de MCyP presentado en el Ayuntamiento.
Por todo ello, plataformas como MCyP o Corazón Verde Chamberí piden la conversación y rehabilitación del edificio, que consideran “no es excluyente ni contradictoria con destinarlo al uso dotacional previsto para esta parcela”. “Solo pedimos que se respete el patrimonio arquitectónico de estas casas, nada más”, dice Mercedes Arce, vecina del barrio y miembro de la asociación Corazón Verde Chamberí.
El uso dotacional de esta parcela, destinada a ofrecer un servicio público a los ciudadanos, contempla varios proyectos según las necesidades de la población de Chamberí, como desvela el expediente de dicho plan: un centro de mayores, un centro de día, una escuela infantil o una biblioteca. “La tipología de este edificio de planta baja sería perfecta para una escuela infantil, por ejemplo, tan necesitada en el barrio donde solo hay tres públicas para 150.000 habitantes”, reclama Arce.
Desde MCyP y Corazón Verde Chamberí creen que el valor histórico y artístico del edificio justificaría sobradamente su inclusión en el catálogo de bienes y espacios protegidos del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid; incluso por su ubicación en el entorno del primer depósito del Canal de Isabel II, considerado Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1995 como el resto del conjunto histórico que formaba la antigua Villa de Madrid.
Tellería confía en que el consistorio madrileño acabará protegiendo estas casas porque “incluso la propia Constitución en su artículo 46 así lo establece”: “los poderes públicos garantizarán la conservación (...) del patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España y de los bienes que lo integran, cualquiera que sea su régimen jurídico y su titularidad”.
“Si no se ha hecho hasta ahora ha sido por el desconocimiento de su valor, pero una vez expuesto, creo que tendrán en cuenta que estas casas forman parte de ese patrimonio que supone el conjunto de edificaciones del Canal de Isabel II, una magnífica obra de ingeniera sin precedentes en el siglo XIX”, añade.
El plazo de alegaciones acabó el 4 de marzo. Ya entonces el Área de Desarrollo Urbano del consistorio madrileño explicaba a este diario que habían comenzado a estudiarlas y que pronto darían una respuesta al respecto. Sin embargo, la crisis sanitaria paralizó todo el proceso, como indican desde el Ayuntamiento, y más de dos meses después, aún no se sabe qué ocurrirá con las casas de empleados del Canal de Isabel II.