La vuelta al mundo en metro: medidas más allá del uso de mascarillas
Estas son las medidas adoptadas en el suburbano de Seúl, Ciudad de México y Londres, entre otras ciudades, para hacer frente a retos similares a los de la Comunidad de Madrid o Barcelona en la desescalada
La Comunidad de Madrid ya afronta el reto de la movilidad durante las siguientes fases de la desescalada, con la mirada puesta en una descompresión en las horas punta, en especial en el transporte público, para el que depende de ayuntamientos, Gobierno central y del compromiso de los propios ciudadanos.
Para ello, el Consorcio de Transportes elabora una compleja fotografía de los desplazamientos diarios en la región. Incluye en ella los...
La Comunidad de Madrid ya afronta el reto de la movilidad durante las siguientes fases de la desescalada, con la mirada puesta en una descompresión en las horas punta, en especial en el transporte público, para el que depende de ayuntamientos, Gobierno central y del compromiso de los propios ciudadanos.
Para ello, el Consorcio de Transportes elabora una compleja fotografía de los desplazamientos diarios en la región. Incluye en ella los datos del posicionamiento de datos móviles, a partir de la información de alrededor de dos millones de teléfonos en la región, y el conteo de viajeros en las propias estaciones de Metro de Madrid. Esa información le permitirá calcular aforos y, si es necesario, el cierre automático de las estaciones que vayan a superarlo. Las mascarillas, cuyo uso es obligatorio en el transporte público, están empezando a llegar, aunque solo a algunas máquinas expendedoras en las estaciones más transitadas.
Otras capitales del mundo ya cambian su forma de desplazarse para cumplir con las normas sanitarias que hagan frente al coronavirus y evite posibles repuntes en los contagios. Estas son las medidas más allá del uso de mascarillas:
Pekín (China)
Por Jaime Santirso
El metro de Pekín tiene 23 líneas, la red más extensa del mundo, con 10,5 millones de desplazamientos diarios de media. Va recuperando la normalidad aunque con ciertas peculiaridades, empezando por la toma de temperatura a la entrada y las ubicuas mascarillas. Las autoridades locales también han iniciado un sistema de cita previa a través de una aplicación telefónica para aligerar el número de pasajeros en las estaciones más saturadas durante la hora punta. Uno de los efectos del virus ha sido el aumento del tráfico. La gente elige la espera de los atascos frente al riesgo de exposición que conlleva el transporte público. Según datos compilados por BloombergNEF, la cantidad de pasajeros del metro de Pekín se ha reducido en un 53%.
Seúl (Corea del Sur)
Por J.S
Corea del Sur ha desarrollado una de las plataformas de seguimiento de casos más sofisticadas del mundo y el Ministerio de Infraestructura ha informado de que hasta la fecha no se ha producido ninguna transmisión en transportes públicos. Las autoridades han atribuido este logro a los procedimientos de desinfección, realizados a diario, y al uso generalizado de mascarillas. Es obligatorio su uso. Aquellos pasajeros sin mascarillas no tienen permitido el acceso, aunque pueden adquirirlas en las mismas estaciones por medio de máquinas expendedoras, quioscos y supermercados. También se ha recurrido a aumentar la frecuencia de los trenes para rebajar aglomeraciones.
Moscú (Rusia)
Por María Sahuquillo
Llevar mascarilla y guantes es obligatorio en todo el transporte público de la capital. l departamento de transportes de la ciudad ha decorado un tren de su línea circular con una enorme y llamativa mascarilla blanca, para concienciar. La capital ha implantado un sistema de salvoconductos digitales en forma de código QR vinculados a la tarjeta de transporte. Son obligatorios para transitar por la ciudad y así se registran en los tornos del metro.
Además, el departamento de transporte ha reforzado el uso de cámaras de videovigilancia con sistema de reconocimiento facial en más estaciones de metro. Entre el martes y el miércoles, los dos primeros días de mascarilla obligatoria, la policía multó a 200 pasajeros que no llevaban la nariz y la boca cubiertas. La sanción: unos 60 euros. Moscú es una ciudad profundamente tecnológica y el Ayuntamiento tiene incluso una web en la que se puede consultar en tiempo real cuánta gente cumple con la mascarilla y los guantes, que además se venden en las taquillas, donde se puede uno servir gel desinfectante gratis. Además, se han cerrado 78 vestíbulos en sus estaciones. El departamento de transportes ha dispuesto brigadas especializadas para que desinfecten las estaciones y los trenes dos veces al día y se cambian con mayor frecuencia los filtros de aire, según las autoridades.
Roma y Milán (Italia)
Por Daniel Verdú
Los servicios de transporte público de las dos principales ciudades italianas no emplearán más del 50% de su capacidad hasta que se pase a la fase 3 de la desescalada. Además, el Gobierno ha aprobado una ayuda para subvencionar la compra de bicicletas con hasta el 60% de un máximo de 500 euros.
En Roma, empieza a ser muy difícil mantener la distancia social en autobuses y metro. El Ayuntamiento prohíbe que se use cualquier medio público si se tienen síntomas de infección respiratoria como tos o fiebre, exige el uso obligatorio de mascarilla y pide comprar los billetes de manera digital. Una vez dentro, no se podrán ocupar los asientos eliminados con una cinta. En Milán, donde el impacto de la Covid-19 ha sido mucho mayor, se intenta fijar el límite de capacidad en el 25%. Los trenes, tranvías y autobuses funcionan a pleno rendimiento, pero con mucho más espacio para los viajeros. Algo que, a veces, origina colas en la entrada y salida de las estaciones o en las paradas de autobuses.
Londres (Reino Unido)
Por Rafa de Miguel
TFL, el consorcio que gestiona el transporte público en Londres, ha comenzado a prepararse para la reincorporación gradual al trabajo de todos aquellos ciudadanos que no pueden ejercer sus tareas desde casa, como trabajadores de la construcción, la logística y distribución y la investigación científica. La imposición de dos metros de distancia social hará que la capacidad de vagones o vehículos se reduzca entre un 13% y un 15%, calculan.
Las medidas adoptadas tienen en esta fase más de consejos que de imposiciones. TFL pide a los usuarios que planeen con antelación su trayecto, y eviten las horas punta. Incide en la necesidad de hacer trayectos directos, para evitar transbordos que produzcan aglomeraciones. Por el momento no se obliga a usar mascarilla, pero se recomienda efusivamente. Se plantea además llevar a cabo, a la entrada de las estaciones, un control del tránsito. En el caso de los autobuses, se mantiene la gratuidad establecida desde el inicio de la pandemia. Se accede a ellos por la puerta central, para proteger al conductor. Al ser vehículos de doble piso, se reclamará a los viajeros que ocupen todo el espacio disponible, para poder preservar en la medida de lo posible la distancia social. En algunas estaciones se instalarán dispensadores de gel sanitario para el uso de los viajeros.
Berlín (Alemania)
Por Ana Carbajosa
El transporte público funciona a pleno rendimiento desde el 4 de mayo en la capital alemana. Hasta entonces, el metro, el tranvía y los autobuses redujeron su frecuencia un 13%, en parte porque no todos los 15.000 empleados podían ir a trabajar por motivos de conciliación familiar o salud, según explican en la empresa pública de transportes BVG. El número de pasajeros se redujo en las primeras semanas entre el 70% y el 75%, indica Jannes Schwentu, portavoz de la compañía.
A finales de abril, el Gobierno de la ciudad-Estado de Berlín aprobó el uso obligatorio de mascarillas en el transporte público y “en general, la gente lo cumple. Tratamos también de que se respete la distancia de seguridad y de que la gente no use el transporte en hora punta si tiene flexibilidad para llegar al trabajo”, añade Schwentu, quien calcula que la afluencia de personas ronda ahora entre un 45% y un 50% respecto a los meses anteriores al coronavirus, lo que significa que hay más espacio en los vagones de lo habitual.
París (Francia)
Por Silvia Ayuso
La ciudad registra 9,4 millones de desplazamientos diarios en transporte público. Ya a finales del 2019, cuando nadie pensaba en una pandemia, el diario Le Parisien advertía de las 14 líneas del metro parisino estaban al “borde de la asfixia” con una ocupación de más de cuatro personas por metro cuadrado en horas punta. De ahí que la desescalada nacional haya ido acompañada de medidas más estrictas: además del uso obligatorio de mascarilla, bajo pena de multa de hasta 135 euros, en las horas punta (de 6.30 a 9.30 de la mañana y de 16.00 a 19.00) solo se puede viajar si se dispone de un justificante, bien sea por trabajo, para acompañar a niños o personas con discapacidad o para visitas al médico, a un juicio o a comisaría.
Por el momento, también permanecen carradas varias estaciones de gran circulación y se han condenado asientos tanto en las paradas como en los vagones para hacer respetar la distancia de seguridad. La alcaldía de París preveía también habilitar carriles bici temporales a lo largo de algunas líneas de metro para alentar el uso de la bicicleta y descargar así la red de transporte.
Ciudad de México (México)
Por Diego Mancera
La pandemia no ha frenado al metro de Ciudad de México. Por la emergencia sanitaria la afluencia de viajeros se ha reducido en un 75% de los 5,5 millones de pasajeros que transportaba cada día, según cifras del Gobierno de la capital mexicana. De las 195 estaciones del sistema, 36 fueron cerradas para agilizar los viajes y cada jornada desde mediados marzo cuadrillas de limpieza desinfectan los trenes durante las cuatro horas que el metro cierra al día.
En México el confinamiento no es obligatorio, por lo que las autoridades locales han impuesto algunas medidas para intentar paliar la transmisión de contagios entre la gente que no puede parar económicamente: el 56,7% de los mexicanos trabaja en el sector informal. Entre ellas ha sido el uso obligatorio de mascarilla y ha tapizado las estaciones con señalizaciones sobre las medidas higiénicas a seguir.
São Paulo (Brasil)
Por Felipe Betim
La red ferroviaria de São Paulo sigue funcionando como antes. Pese a que el numero de viajeros haya descendido, los medios locales han registrado periodos de aglomeración en algunas estaciones, una vez que la frecuencia de los trenes también ha descendido. En toda la red de transporte público de São Paulo el uso de mascarillas es obligatorio desde el 4 de mayo. Pero en los trenes y en el metro no hay ninguna medida concreta sobre dónde sentarse ni para garantizar el aislamiento social en las colas.
El Consistorio ha incrementado las restricciones a la circulación de coches en las calles en la última semana, lo que resultó en un incremento de hasta un 15% de viajeros en los distintos transportes públicos. El virus sigue avanzando y las administraciones evalúan un lockdown (cierre) durante las próximas semanas. Por ahora no hay planes de normalizar los servicios de transporte ni la vida cotidiana.
Washington y Nueva York (Estados Unidos)
Por Yolanda Monge
En Washington, el servicio de metro ha diseñado ya un plan para recuperar el servicio que existía antes de la pandemia. Cierto es que la red de metro de la capital estadounidense lleva años estando bajo la lupa por la mala calidad de su servicio. Las autoridades de la ciudad han anunciado esta semana que no esperan que el transporte bajo tierra vuelva a sus horarios -ahora está limitados hasta las 9 de la noche desde las cinco de la mañana- hasta principios del año que viene. El Distrito de Columbia requerirá desde este fin de semana que todos los pasajeros porten mascarillas en toda la red de metro, tanto en los vagones como mientras se espera en las estaciones.
En Nueva York, la ciudad cerró todo su sistema de metro por primera vez en sus 115 años de historia el pasado 6 de mayo, para desinfectar y limpiar todos los trenes y sus más de 500 estaciones. La limpieza se efectúa diariamente de madrugada. Desde el inicio de la pandemia y el cierre de la ciudad, el famoso metro de Nueva York -sucio, antiguo y muy ruidoso- ha visto cómo su uso caía hasta un 90% y calcula que perderá este año un total de 8.000 millones de dólares. La intrincada red del subway ha visto antes sus estaciones cerradas, pero nunca de forma voluntaria. Por ejemplo, se cerró tanto en 2011 como en 2012 debido a dos huracanes, Irene y Sandy.
Barcelona
Varias máquinas de venta instaladas en el suburbano incluyen ya mascarillas para que los pasajeros puedan adquirir estas herramientas de seguridad, cuyo uso es obligatorio dentro de los transportes públicos. Estás mismas máquinas también dispensan gel hidroalchólico. Transportes Metropolitanos de Barcelona ha implantado una señalización horizontal en los transbordos y pasillos del Metro para ordenar el pasaje garantizando que el flujo de pasajeros no entre en riesgo entre ellos.
En cuanto a los autobuses, a partir de junio se instalarán mampara de protección en 1.140 autobuses. De momento los usuarios seguirán sin poder adquirir el billete en el autobús y tendrán que entrar por la segunda puerta por lo que no tendrán relación con el conductor.
Alargar las horas punta, el reto de la movilidad madrileña en la desescalada
El Consorcio Regional de Transportes ya plantea un escenario en el que ir alojando a cada vez más viajeros mientras cumple con unas medidas de distanciamiento social que permite cubrir tan solo al 45% de su capacidad anterior. Una de las claves para adaptarse a la nueva realidad es la gestión de las horas punta. Haz click para seguir leyendo.