La experiencia personal de un agricultor ecológico: “Nuestro modo de vivir ya no funciona”
El autor, que ha donado la fruta y verdura que cultivaba a bancos de alimentos, reflexiona sobre el aprendizaje que se puede extraer de esta crisis para la lucha contra el cambio climático
Llegué a Europa desde Mauritania, mi país, en 1995. Después de una temporada en Francia, me quedé a vivir en Madrid y fui encadenando trabajos: en una obra, en una empresa de asfalto, como pintor de casas… En cuanto se me terminaba un trabajo, buscaba otro. Pero hace siete años decidí convertirme en agricultor. Ya conocía el oficio, porque de niño en mi pueblo cultivaba mijo y maíz, como todo el mundo allí.
Aquí, en mi huerto, cultivo de todo: pimientos, tomates, espinacas, pepinos, lechugas, berenjenas, calabazas, melones y sandías. Principalmente vendo fruta y verdura en distintos pun...
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Llegué a Europa desde Mauritania, mi país, en 1995. Después de una temporada en Francia, me quedé a vivir en Madrid y fui encadenando trabajos: en una obra, en una empresa de asfalto, como pintor de casas… En cuanto se me terminaba un trabajo, buscaba otro. Pero hace siete años decidí convertirme en agricultor. Ya conocía el oficio, porque de niño en mi pueblo cultivaba mijo y maíz, como todo el mundo allí.
Aquí, en mi huerto, cultivo de todo: pimientos, tomates, espinacas, pepinos, lechugas, berenjenas, calabazas, melones y sandías. Principalmente vendo fruta y verdura en distintos puntos de Madrid. Dar a la gente comida sana sin productos químicos es un trabajo muy bonito. A la gente le gusta consumir ese producto y hay clientes que solo me compran a mí.
Pero desde que llegó el confinamiento por la crisis sanitaria de la covid-19 no he podido trabajar nada. No podía ir a trabajar la tierra ni vender lo que yo tenía. Así que decidí donarlo. Me llamó un amigo para decirme que necesitaban comida en el banco de alimentos. Conseguimos un permiso para ir a mi huerto, y desde hace dos semanas, vamos varios días a recoger la fruta y verdura que no se ha perdido y lo llevamos a bancos de alimentos en Lavapiés y en Usera.
Esta crisis nos puede servir para que nos demos cuenta de que cuando llega algo así, no se puede hacer nada. El cambio climático está ahí, es un monstruo que está encima de nosotros.Usman Cámara
Yo no he ingresado nada desde que comenzó el estado de alarma. El 15 de abril tuve que darme de baja de autónomos porque no tenía para pagarlo. Espero poder ir a trabajar a mediados de mayo y, cuando pase esto, algunos amigos y yo hemos pensado en montar una cooperativa con otros agricultores. Queremos abanderar el producto ecológico, y no solo en fruta y verdura, también pan y huevos.
Creo, a pesar de las consecuencias de esta crisis, que podemos sacar algo bueno: nos puede servir para que nos demos cuenta de que cuando llega algo así, no se puede hacer nada. El cambio climático está ahí, es un monstruo que está encima de nosotros. En África ya hay migraciones como consecuencia del cambio climático: no llueve como antes, no se puede cultivar y los animales mueren por la sequía. La gente pierde su vida y migra.
La agricultura es mucho más importante que el dinero, que es un invento del ser humano, pero los líderes mundiales solo se preocupan por la economía. ¿De qué sirve el dinero si no hay animales ni se pueden cultivar la tierra para comer? Si no reaccionamos, el cambio climático llegará y lo frenará todo. Nuestro modo de vivir ya no funciona. Es una linterna a la que se le han agotado las pilas, así que tenemos que cambiarlas, porque ya no sirven. Tenemos que cambiar nuestro modo y ritmo de vida antes de que llegue el cambio climático para arrasar con todo. Si cambiamos, podemos frenarlo antes de que llegue.
Usman Cámara es agricultor ecológico en Rivas
La experiencia personal: anecdotario de los madrileños durante la crisis sanitaria
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