Las sociedades de médicos del trabajo avisan a Ayuso de que las mascarillas FFP2 “no son adecuadas para la población general”
Los especialistas recuerdan que sigue habiendo escasez entre los sanitarios. Madrid repartirá a partir de este lunes siete millones a los ciudadanos de forma gratuita
Las sociedades científicas que agrupan a los especialistas en Medicina del Trabajo españoles —los que trabajan en servicios de prevención de riesgos laborales, preventivistas y expertos en salud pública— avisan a la Comunidad de Madrid de que las mascarillas FFP2 que empezará a repartir este lunes en las farmacias “no son adecuadas para la población general”. Este documento se suma a ...
Las sociedades científicas que agrupan a los especialistas en Medicina del Trabajo españoles —los que trabajan en servicios de prevención de riesgos laborales, preventivistas y expertos en salud pública— avisan a la Comunidad de Madrid de que las mascarillas FFP2 que empezará a repartir este lunes en las farmacias “no son adecuadas para la población general”. Este documento se suma a la carta que este sábado enviaron los jefes de servicio en Medicina Preventiva y Salud Pública de la Comunidad de Madrid con el mismo argumento; y a un correo electrónico que, ya el 25 de abril, mandaron los jefes de servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Servicio Madrileño de Salud.
En una nota informativa firmada por las cuatro sociedades, los expertos lamentan, además, que sigue habiendo “escasez” de estos elementos de protección en los hospitales; y recuerdan que todos los protocolos, tanto internacionales como el de la OMS, como el del Ministerio de Sanidad, recomiendan las mascarillas FFP2 y FFP3 solo para el personal sanitario. Además de no estar recomendadas, “si se utilizan de forma continuada tienen riesgo de contaminación y podrían ser un elemento de transmisión del virus” por lo que piden tanto al Ministerio de Sanidad como a las comunidades que eviten la “confusión entre los ciudadanos” que provocan estas “campañas que no se ajustan a las evidencias científicas actuales”.
Ante la precariedad, apadrina un profesional de la sanidad
El comunicado, elaborado por las principales sociedades de esta especialidad, que vela por la seguridad de los trabajadores (como la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo y la Asociación Nacional de Medicina del Trabajo en el Ámbito Sanitario, entre otras) es otro en el goteo de protestas contra el reparto de mascarillas.
Además de los servicios de Medicina Preventiva y Salud Pública y los de Prevención de Riesgos Laborales del Sermas, la Asociación Madrileña de Salud Pública también publicó el domingo un documento titulado No derrochar en las mascarillas que la población de Madrid no necesita; y la Asociación Madrileña de Enfermería (AME) ha lanzado la campaña Ante la precariedad, apadrina un profesional de la sanidad. “Dona tu mascarilla FFP2 a un sanitario y evita que tenga que trabajar sin ellas cuando se les dota a usar la misma durante varios días seguidos”, escriben en el anuncio.
Víctor Jiménez, vicepresidente de AME, recuerda que uno de los motivos por los que Madrid no ha pasado a la fase 1 ha sido la falta de garantías sobre el suministro de materiales de protección a los sanitarios: "Aún hoy los profesionales de los hospitales y centros de salud y de residencias de mayores y de personas con discapacidad de Madrid tienen que ir mendigando a sus supervisores para conseguir mascarillas FFP2/FFP3 para atender a pacientes con sospecha o confirmación de infección por covid-19”.
Jiménez explica que quieren visibilizar que siguen teniendo “muchos problemas” para conseguir medios de protección adecuados para los profesionales de la sanidad madrileña: “A pesar de que nuestra presidenta [Isabel Díaz Ayuso], dice que hemos recibido millones”.
Este malestar de los profesionales ya fue advertido en el correo electrónico de finales de abril que los servicios de Prevención de Riesgos Laborales mandaron a Raquel Sampedro, la directora de Recursos Humanos y Relaciones Laborales del Sermas y a Yolanda Fuentes, la directora de Salud Pública de la Comunidad que dimitió el pasado jueves tras negarse a avalar la decisión del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso de solicitar el pase a la fase 1.
En ese email se alegaba que “se está dando a la población general un nivel de protección similar al de los trabajadores sanitarios que realizan prácticas de riesgo y que es superior al de los trabajadores sanitarios que trabajan con pacientes covid”; y que “en este momento y dado el estado de los profesionales sanitarios es una decisión que no va a ser entendida ni por los trabajadores ni por sus representantes sindicales ni tampoco por los integrantes de los Servicios de Prevención que hemos trabajado para dar cumplimiento a los procedimientos aprobados”.
Errores en el etiquetado
Las mascarillas que se repartirán en las farmacias presentando la tarjeta sanitaria o el DNI han levantado sospechas por errores en el etiquetado. Según las fotografías que la propia presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, mostró en su cuenta oficial de Twitter, aparece mal indicada la norma europea que deben cumplir estos productos. Se lee EN 149:2011, cuando debería ser EN 149:2001. Tampoco aparece un número de cuatro dígitos que especifica qué organismo ha certificado que se cumple la norma europea.
Las mascarillas son KN95, el estándar chino equivalente al K95 de Estados Unidos. Ambos son similares al estándar europeo, FFP2, en capacidad de filtrado de partículas. Las K95 y KN95 filtran más del 95% y están, en capacidad de filtrado, entre las FFP2 (un 92% de eficacia de filtración mínima) y las FFP3 (98%) de la norma europea.
Las mascarillas están fabricadas en China y han ido llegando en distintos cargamentos al aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas. Los últimos 2,4 millones en la mañana de este domingo. Según la Comunidad de Madrid, son reutilizables y se pueden usar “durante 48 horas seguidas por lo que se pueden utilizar en distintas ocasiones a lo largo de varios días cuando se vaya a estar rodeado de otras personas”. Según la foto divulgada por Díaz Ayuso, en el envase no aparece la letra R que indica que son reutilizables.
A preguntas de EL PAÍS, un portavoz de la Consejería de Sanidad madrileña aseguró que “hubo un error de impresión en el envoltorio de las primeras muestras” que llegaron de China. El envoltorio está fabricando ex profeso para esta compra, ya que lleva la bandera de la Comunidad de Madrid impresa.
Según este portavoz, las partidas grandes con las mascarillas que se van a repartir ya están correctamente etiquetadas. Este diario también preguntó si las mascarillas han sido evaluadas por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, a lo que no hubo respuesta. Este organismo es el que ha analizado otras mascarillas que tuvieron que retirarse por ser fraudulentas en Andalucía y en Madrid.
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