Quedada online para el ‘tuppersex’
Las tiendas eróticas trasladan a la red sus reuniones y aumentan sus ventas por correo durante el confinamiento
El estado de alarma ha obligado a posponer muchas bodas, pero las despedidas de soltera se siguen celebrando telemáticamente. Ana Suárez tiene dos este fin de semana. Esta asturiana de 38 años que vive en Madrid desde hace 12 está al frente de la tienda erótica online Love & Lovers. Antes del confinamiento, Suárez, que creó la empresa hace menos de un año, solo realizaba talleres y tuppersex (encuentros para mostrar productos) de manera presencial, has...
El estado de alarma ha obligado a posponer muchas bodas, pero las despedidas de soltera se siguen celebrando telemáticamente. Ana Suárez tiene dos este fin de semana. Esta asturiana de 38 años que vive en Madrid desde hace 12 está al frente de la tienda erótica online Love & Lovers. Antes del confinamiento, Suárez, que creó la empresa hace menos de un año, solo realizaba talleres y tuppersex (encuentros para mostrar productos) de manera presencial, hasta que decidió preparar una reunión de videochat para unos amigos. “Los vi un poco deprimidos y les dije: 'Hacemos una sesión por Zoom y os enseño unos juguetes para que conozcáis este mundo y os divirtáis un rato’”, cuenta. A partir de esa quedada, la empresaria ha empezado a desarrollar una vía de negocio que no tenía contemplada: los tuppersex online.
Suárez ha conseguido cerrar sesiones para abril y mayo. Actualmente realiza cinco a la semana, una cifra que, dice, va en aumento. “Es mucho mejor porque antes venían como mucho 20 personas y ahora pueden asistir hasta 50 y de todas partes, sin tener que desplazarse hasta Madrid capital", explica. Al último taller gratuito que impartió a través de Facebook Live para dar a conocer el servicio, se unieron 233 personas. La sesión continuó en un chat privado y más de 20 usuarios se animaron a comprar productos de los que mostró. Triunfó sobre todo un anillo vibrador para parejas. También realiza algún tuppersex online por encargo, 60 euros la hora y 80 euros la hora y media, sin importar los clientes que participen, mientras que en las sesiones presenciales el precio era por persona.
Los talleres no tienen una modalidad concreta y Suárez intenta personalizar la sesión según el grupo que la solicite. “Si son mujeres de 35-50 años me centro mucho en la cosmética, todo lo que tiene que ver con lubricantes. Si es un grupo joven introduzco el kit de bondage (sexo con ataduras) y les explico la técnica, porque suelen ser más abiertas y gusta mucho”, explica. La empresaria asegura que antes del confinamiento "el producto estrella” era el succionador de clítoris, como el famoso satisfayer, pero ahora no se encuentra entre los más vendidos. “Están solicitando otro tipo de estimulación. El otro día una chica me contaba que está pasando la cuarentena con sus padres y prefería algo de penetración antes que algo que vibre”, sostiene. Los hombres suelen preguntarle por un masturbador concreto, el “PDX Elite” que, según comentan a la vendedora quienes lo han probado, “te hace sentir cosas que nunca antes habías sentido”.
Sea cual sea la edad, a Suárez le llama la atención el desconocimiento general sobre el mercado erótico. “Espero que salgáis de aquí con ideas totalmente nuevas y eliminéis el cliché del típico vibrador tipo fálico porque se están haciendo cosas muy bonitas”, contó el miércoles pasado al inicio de una de sus reuniones. Las espectadoras, la mayoría mayores de 40 años, la escucharon atentas desde sus salones, habitaciones, cocinas e incluso desde el cuarto de baño. Primero mostró los distintos tipos de succionadores de clítoris. “Con el clítoris son todo ventajas porque no envejece nunca”, dijo mientras todas reían al otro lado de la pantalla. “Creo que para el día de la madre me lo voy a regalar yo”, comentó una de ellas.
La tienda Amantis, con cinco establecimientos en la Comunidad de Madrid, ha optado por los vídeos en directo de Instagram. El sábado pasado, Marta Molas fue la encargada de dar una charla sobre las diferencias entre el porno mainstream y el porno ético y feminista a raíz de las preguntas que le llegaron por redes. “¿Por qué me gusta el porno que sé que es machista?", preguntaban a la especialista.
En los últimos diez días de confinamiento, Amantis ha vendido 7.100 productos a través de la web, más del doble que en el mismo periodo de 2019. El producto estrella desde otoño es el succionador de clítoris. Sin embargo, señala, hay otros productos más “tradicionales” que la cuarentena está impulsando: dildos y lubricantes anales. También realizan “challenges” (retos) en sus redes sociales, como el “juguete confinado”, pidiendo a sus seguidores fotografiar sus objetos sexuales escondidos en lugares comunes de su casa.
Los placeres de Lola es un sex shop situado en el centro de Madrid. Sara Pérez, una de sus tres propietarias, también nota un aumento de ventas online desde que han traslado sus talleres a la pantalla -entre 20 y 25 euros por persona y limitados a 12 plazas-. Han creado algunos específicos para el confinamiento, con temáticas como la sexualidad a distancia o cómo enfrentarse a la cuarentena si vives sola o en pareja, y han adaptado los habituales sobre fantasías sexuales, deseo, dominación y sumisión al formato virtual.
Las empresarias del sector erótico coinciden en que el confinamiento está sirviendo para que sus clientas experimenten más. “Como están aburridas de la rutina están muy abiertas”, señala Suárez. Pérez dice que es una buena oportunidad “para investigar algo que antes no se habían atrevido por falta de tiempo o espacio, como el sexo anal o el bondage". Pero también reconoce que les escribe gente “que lo está pasando mal y no está para estas cosas”. Su consejo es probar “cosas que te ayuden a conectar con el relax y el placer del cuerpo”. Sobre todo, recalca, “sin expectativas y con cero prisa”.