Trias cimienta su victoria con una holgada mayoría en los barrios ricos

La candidatura neoconvergente se impone en cuatro distritos, entre los que se encuentra el Eixample de la nueva ‘superilla’

Xavier Trias saluda a la presidenta de Junts, Laura Borràs, este domingo por la noche.Albert Garcia

Xavier Trias solo ha logrado cuatro de los cinco distritos con los que se impuso en 2011 para alzarse con la Alcaldía de Barcelona. Pero la holgada victoria conseguida en los barrios más ricos de Barcelona, Les Corts, Eixample y sobre todo Sarrià-Sant Gervasi, explican la mayor parte de un éxito que se podía prever, aunque no tan abultado, cuando por la mañana se publicaron los primeros datos de participación: en los tres distritos iban disparados, presagio de la movilización de los votantes de partidos de derechas. Con el recuento ya casi finalizado, el candidato de Junts arrasaba en Sarrià-S...

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Xavier Trias solo ha logrado cuatro de los cinco distritos con los que se impuso en 2011 para alzarse con la Alcaldía de Barcelona. Pero la holgada victoria conseguida en los barrios más ricos de Barcelona, Les Corts, Eixample y sobre todo Sarrià-Sant Gervasi, explican la mayor parte de un éxito que se podía prever, aunque no tan abultado, cuando por la mañana se publicaron los primeros datos de participación: en los tres distritos iban disparados, presagio de la movilización de los votantes de partidos de derechas. Con el recuento ya casi finalizado, el candidato de Junts arrasaba en Sarrià-Sant Gervasi, donde copaba el 40% del escrutinio y sacaba una ventaja de 20.000 votos sobre el PSC. En el cómputo general de Barcelona, la diferencia entre ambos partidos se reducía a 16.336 votos. En Les Corts, la diferencia era de más de 5.500 escrutinios. Esos son los barrios más ricos de la capital catalana, los de los tresmileuristas a los que se refirió el veterano político los primeros días de campaña y los que han acabado decidiendo las elecciones municipales más ajustadas de Barcelona.

El líder de Trias per Barcelona ha logrado en un feudo clásico de las derechas como es Sarrià-Sant Gervasi, el mismo en el que ubicó su oficina oficiosa durante la precampaña, un porcentaje de votos muy superior al que se apuntó en 2011 (un 29,5% entonces). Se trata de un distrito que ha pasado desapercibido durante el mandato, pero no así durante la campaña, manchada por la polémica en torno a dos edificios de la Sareb okupados en el barrio de la Bonanova, tras la aparición de la empresa vinculada a la extrema derecha Desokupa y sus proclamas en contra de Colau. La otra polémica que ha afectado al distrito en plena campaña ha sido la del colapso en la entrada de la Via Augusta por la construcción de un carril-bici, que se ha comido un carril dedicado a los coches por sentido en uno de los accesos de entrada a Barcelona.

La única victoria de 2011 que no ha podido reeditar el vencedor de las elecciones barcelonesas es la de Sants-Montjuïc. Sí lo ha firmado en Gràcia y el Eixample. Este último distrito, en el que las últimas elecciones se impuso ERC seguido de Barcelona en Comú, es uno en los que el actual equipo de Gobierno (lo han controlado los comunes este mandato) ha centrado más esfuerzo y ha sufrido más desgaste. Allí se han focalizado los esfuerzos del Ayuntamiento para expulsar el vehículo privado del centro de Barcelona: se ha ejecutado la superilla de la calle de Consell de Cent, se ha desarrollado la red de carriles para ciclistas y se ha avanzado las obras del tranvía, con la intención de unir los dos servicios que ocupan extremo y extremo de la avenida Diagonal. Y en ese distrito se ha dado un vuelco evidente: Junts, que hace cuatro años fue la cuarta fuerza más votada con un 9,4% de los votos, ha alcanzado en esta contienda un 28,5% de los votos y ha sacado más de 7.000 de ventaja sobre la segunda fuerza, Barcelona en Comú. Pese a todo, el partido de Colau ha perdido allí menos de mil votos y sitúa su base en torno a los 25.000 apoyos; los socialistas, en cambio, pierden 2.000.

Los socialistas de Jaume Collboni, segunda fuerza con un centenar más de votos que los comunes, se han impuesto en cuatro distritos. Por una parte, retienen Sant Andreu, en los que han podido inaugurar una nueva estación de Renfe de la mano del Gobierno de Pedro Sánchez y vivieron con Barcelona en Comú una pugna por la recogida de basura puerta a puerta, iniciativa estrenada en 2021 pero retirada posteriormente por la oposición vecinal. Por la otra, se quedan con el distrito de Sant Martí, protagonista este último mandato por la inauguración del túnel de Glòries y la ampliación del planeamiento del 22@, el distrito tecnológico de Barcelona, y con Horta-Guinardó. Y suman a esos dos distritos los de Horta-Guinardó y Nou Barris, este último el que ha sufrido con más fuerza el drama de los desahucios.

Ciutat Vella, uno de los distritos con menor participación de toda la jornada (inferior al 50%), se mantiene como feudo de Barcelona en Comú por tercera vez consecutiva. Los problemas que acumula fueron uno de los argumentos que llevó a la reprobación de Ada Colau, pero ni las denuncias de falta de limpieza ni de inseguridad ni la presión turística que afecta al distrito con mayor presión de visitantes ha acabado afectando a los resultados de los comunes, que también retienen el distrito de Sants-Montjuïc.

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