Vox permite entrar a EL PAÍS a su sede después de que la Junta Electoral le advierta con medidas administrativas y penales

El partido ultra expulsa a la Cadena SER tras haberla dejado entrar al creer que la resolución también le afectaba

Así ha vetado Vox la entrada a su sede central al periodista de EL PAÍS Miguel González.

Vox ha permitido finalmente el acceso de EL PAÍS a su sede, en la madrileña calle Bambú, para realizar el seguimiento informativo de la noche electoral, después de que la Junta Electoral Central (JEC) le haya advertido de que podría incurrir en “responsabilidades administrativas y, en su caso, penales” si no lo hacía. Inicialmente, los responsables del partido ultra habían vetado el acceso de los periodistas de este diario y también de la Cadena SER, desoyendo sendas resoluciones de la JEC y de la Junta Electoral Provincial de Madrid, basadas en dos sentencias del Tribunal Supremo que subrayab...

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Vox ha permitido finalmente el acceso de EL PAÍS a su sede, en la madrileña calle Bambú, para realizar el seguimiento informativo de la noche electoral, después de que la Junta Electoral Central (JEC) le haya advertido de que podría incurrir en “responsabilidades administrativas y, en su caso, penales” si no lo hacía. Inicialmente, los responsables del partido ultra habían vetado el acceso de los periodistas de este diario y también de la Cadena SER, desoyendo sendas resoluciones de la JEC y de la Junta Electoral Provincial de Madrid, basadas en dos sentencias del Tribunal Supremo que subrayaban que el veto a medios de comunicación vulnera el artículo 20 de la Constitución (derecho a la información).

Sin embargo, a primera hora de la noche, tras una denuncia de la dirección de EL PAÍS, la JEC comunicó a Vox una resolución en la que, tras constatar la “reiteración de una conducta” que desatendía sus anteriores requerimientos, instaba al representante del partido para que “de forma inmediata” permitiera el acceso del periodista de este diario al interior de la sede para cubrir la información de la noche electoral, advirtiéndole de “las responsabilidades administrativas y, en su caso, penales en que podría incurrir si no cumplía “estrictamente” dicho acuerdo. El periodista de EL PAÍS, que se encontraba junto a la sede desde las 18 horas, ha podido entrar a las 21.45.

Antes, los empleados de Vox habían dejado pasar a la periodista de la Cadena SER, pensando que la resolución de la JEC le afectaba. Cuando comprobaron que el escrito se limitaba al representante de EL PAÍS y que ella no pertenecía al diario, sino a la emisora del Grupo Prisa, la expulsaron de nuevo, a pesar de que en la sala de prensa había numerosos asientos vacíos, según pudieron constatar ambos.

Tanto EL PAÍS como la Cadena SER se acreditaron el pasado lunes, minutos después de que Vox abriese el plazo de inscripción. A través de un correo electrónico, el partido ultra comunicó el sábado por la tarde a este diario y el domingo por la mañana a la emisora de radio que el aforo estaba completo y que no podrían entrar en su sede. Lo cierto es que la propia aplicación empleada por Vox impedía rellenar el formulario una vez que el aforo ya estaba completo, lo que no sucedía en el momento en que se acreditaron EL PAÍS y la Cadena SER.

El Tribunal Supremo ya advirtió al partido ultra de que el aforo no podía ser utilizado como pretexto para discriminar a medios de comunicación por razones ideológicas. El verdadero motivo del veto lo dio el pasado martes el propio presidente del partido, Santiago Abascal, quien afirmó, en un desayuno informativo organizado por Europa Press: “El problema es muy sencillo. No puede ser que un medio de comunicación tenga un editorial en el que diga que a Vox hay que aplicarle un cordón sanitario, que es lo que ha hecho el diario EL PAÍS, y que después pretenda que nosotros actuemos como si no pasara nada, que vienen a nuestra sede, les ponemos el desayuno, unas pastitas, qué majos sois... Pues no, si ustedes nos aplican un cordón sanitario, entenderán que nosotros reaccionemos de alguna manera. Eso no va a cambiar”. Reconoció, así, que el veto a este diario se debe a un editorial publicado el 6 de noviembre de 2019 en el que se advertía de que los argumentos utilizados por el líder de Vox en el debate entre candidatos en las elecciones generales de aquel mes, muchos xenófobos e intolerantes, exigían “activar todas las alarmas”, una opinión amparada en todo caso por la libertad de expresión.

A diferencia de la campaña electoral de 2019, cuando Vox ya vetó a periodistas, ahora había dos sentencias de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo de marzo de 2021 que condenan la discriminación a EL PAÍS y la Cadena SER. La Junta Electoral Central, en una resolución del pasado 28 de junio, advirtió de que “cualquier formación está obligada a cumplir las resoluciones tanto de la Junta Electoral como de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo en lo que se refiere a la no discriminación de los medios de comunicación durante los periodos electorales”. Por su parte, la Junta Electoral Provincial de Madrid instó el pasado 15 de julio a Vox “a garantizar el pleno ejercicio del derecho a la información a todos los medios de comunicación, y especialmente de los denunciantes, EL PAÍS y la Cadena SER”.

Recibe cada tarde el boletín Diario electoral, con el análisis de Ricardo de Querol, subdirector, y Luis Barbero, redactor jefe de edición.

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