España descarta una prórroga del acuerdo pesquero con Marruecos que expira a seis días de las elecciones

España descarta una prórroga del acuerdo pesquero entre la UE y Marruecos, y asume que el próximo 17 de julio, pocas semanas después de que España tome la presidencia de turno de la Unión y a solo seis días de la celebración de las elecciones generales, la flota pesquera que faena en aguas marroquíes y saharianas tendrá que regresar a puerto por tiempo indefinido. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, reconoció el lunes ...

España descarta una prórroga del acuerdo pesquero entre la UE y Marruecos, y asume que el próximo 17 de julio, pocas semanas después de que España tome la presidencia de turno de la Unión y a solo seis días de la celebración de las elecciones generales, la flota pesquera que faena en aguas marroquíes y saharianas tendrá que regresar a puerto por tiempo indefinido. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, reconoció el lunes en Cádiz que, “siendo realistas, da la impresión de que, desgraciadamente, no habrá ocasión de negociar uno nuevo” antes de que expire el actual protocolo pesquero.

Fuentes gubernamentales descartan que se pueda acordar una prórroga del convenio actual, como ocurrió en 2011, cuando Marruecos y la Comisión Europea pactaron prolongar su vigencia por un año, hasta febrero de 2012. Sin embargo, en noviembre de 2011, el Parlamento Europeo rechazó la prórroga, lo que hizo que Rabat ordenara la salida inmediata de la flota de la UE de los caladeros bajo su control.

Según el acuerdo vigente, Bruselas abona anualmente a Rabat 52 millones de euros a cambio de 128 licencias de pesca para buques europeos, 92 de ellos españoles; entre los que se encuentran 47 con puerto en Andalucía, 38 en Canarias y siete en Galicia. Una vez descartada la prórroga, la Secretaría General de Pesca trabaja ya en un esquema de ayudas para los armadores y pescadores afectados.

El Gobierno ha advertido, sin embargo, de que estas ayudas no se darán a todos los buques incluidos en el acuerdo, sino solo a los que efectivamente hayan faenado al amparo del mismo. En los dos primeros años de vigencia del actual convenio solo hizo uso de la licencia una cuarta parte de la flota que podía beneficiarse de ella. La razón estriba, según fuentes del sector, en que muchos consideran el banco marroquí-sahariano como una alternativa si no hay pesca en otros caladeros y a que no siempre resulta rentable faenar por el canon que hay que pagar a Marruecos.

Según Planas, el Gobierno ha instado a la Comisión Europea, que es la competente en la materia, para que “lo más pronto posible” negocie con Marruecos un nuevo protocolo de pesca que sustituya al que expira en seis semanas. “Nosotros estamos plenamente informados de la negociación e intervenimos en ella, pero tiene que ser la Comisión Europea la que consiga el acuerdo”, ha asegurado el ministro. En todo caso, se da por descontado que el nuevo convenio no llegará hasta que se falle el recurso que la Comisión Europea presentó contra la sentencia del Tribunal General de la UE que anuló el acuerdo vigente desde 2019. Aunque no hay fecha para dicho fallo, se espera que se haga público a finales de este año o principios del próximo.

En el trasfondo del pleito jurídico está el conflicto del Sáhara Occidental, en cuyas aguas se producen el 90% de las capturas incluidas en el protocolo pesquero con la UE. El tribunal europeo de primera instancia anuló en septiembre de 2021 el acuerdo vigente por considerar que la Comisión debería haber recabado el consentimiento del Frente Polisario, como representante legítimo del pueblo saharaui, al tratarse de un territorio pendiente de descolonización. Pese a esta sentencia, tanto este acuerdo como el tratado comercial con Marruecos siguieron vigentes hasta que se resuelva el recurso que la propia Comisión Europea, a instancias de España, presentó ante el Tribunal de Justicia de la UE.

El hecho de que el protocolo afecte a un tema políticamente tan sensible puede alargar la negociación. Ya en 2018, cuando expiró el anterior convenio, no hubo prórroga y la flota española tardó un año en volver a las aguas bajo control de Marruecos. En noviembre de 2011, tras el rechazo del Parlamento Europeo a la prórroga, los pescadores españoles pasaron dos años y tres meses sin poder faenar en esos caladeros.

Aunque se han producido contactos técnicos entre la Comisión Europea y Rabat, las negociaciones se encuentran aún en un estado preliminar. En abril, el ministro de Agricultura y Pesca marroquí, Mohamed Sadiki, aseguró que su país estaba preparado “para cualquier escenario” y que el nuevo convenio debería negociarse con “otra regla”, descartando una mera prórroga.

La expiración del acuerdo entre la UE y Marruecos a solo seis días de las elecciones generales hará que la relación con el vecino del sur se cuele probablemente en la campaña electoral y engrosará el listado de temas pendientes que el nuevo Gobierno tendrá que afrontar en su relación con Rabat. Tras el giro en la tradicional política española sobre el Sáhara, decidido por el Gobierno de Pedro Sánchez en marzo de 2022, por el que pasó a apoyar el plan marroquí de autonomía para la excolonia, España ha conseguido que Marruecos refuerce el control de sus fronteras y se reduzca drásticamente la llegada de pateras. En cambio, la apertura de las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla, acordada hace 14 meses, sigue pendiente y de momento solo se han realizado tres pruebas piloto de paso de mercancías por las fronteras terrestres, la última de ellas el 26 de mayo.