Puigdemont presiona a ERC para intentar bloquear un Govern del PSC

El líder de Junts mantiene que el resultado de las elecciones no condiciona su compromiso de regresar a Cataluña y el PSC pide a ERC que facilite la investidura

Carles Puigdemont durante la rueda de prensa de este lunes desde Argelès.Foto: GIANLUCA BATTISTA | Vídeo: EPV

La resaca electoral no modifica las intenciones de Carles Puigdemont. El líder de Junts ha ratificado que su propósito de ser presidente la Generalitat es firme. “Me veo presidente, sí. En caso contrario no me presentaría a la investidura, no haría teatro”, ha manifestado este lunes, en una rueda de prensa desde Argelès-sur-Mer (Francia). El expresident ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La resaca electoral no modifica las intenciones de Carles Puigdemont. El líder de Junts ha ratificado que su propósito de ser presidente la Generalitat es firme. “Me veo presidente, sí. En caso contrario no me presentaría a la investidura, no haría teatro”, ha manifestado este lunes, en una rueda de prensa desde Argelès-sur-Mer (Francia). El expresident presiona así a Esquerra Republicana para que bloquee un acuerdo tripartito con los socialistas y los comunes. El veto complicaría la investidura de Illa y le obligaría a buscar aliados a su derecha. Mientras, el PSC ha reclamado a los republicanos que faciliten la investidura y advertido a Puigdemont que en ningún caso apoyarán su investidura aunque amenace la gobernabilidad de España.

Puigdemont obtuvo este 12-M 35 escaños, a siete de los 42 del PSC y argumenta que un Govern liderado por él “da más fortaleza parlamentaria que uno que esté liderado por el señor Illa”. Según sus cálculos, si ERC se aparta del tripartito para que el socialista sea investido por mayoría simple en segunda votación, “Vox se tendría que abstener”. Y desgrana la ecuación: “Un gobierno coherente de Illa descansaría sobre una suma de 48 escaños. Un gobierno nuestro en una suma mínima de 55 escaños, y de hasta 59 como máximo”. La calculadora de Puigdemont apunta a que Illa solo tiene seguros los votos de los comunes, mientras que él ve fácil contar con el respaldo de ERC y de la CUP.

El líder de Junts ha adelantado durante la campaña que, si no es presidente, se retirará de la política. El escenario que plantea para poder ser investido implica que el PSC se abstenga para poder hacerlo a él presidente. Preguntado expresamente sobre qué incentivos podría tener Illa para renunciar a la presidencia, tras ser ganador de las elecciones, Puigdemont ha manifestado que “eso hay que preguntárselo al PSC o al PSOE”. Ha añadido que los socialistas han repetido durante la campaña que su objetivo es aportar “estabilidad”.

Loading...

El expresidente de la Generalitat ha ratificado que el resultado electoral no condiciona su compromiso de regresar a Cataluña. “Se mantiene intacto”, ha dicho. Sí ha advertido que, en función de lo que pase en las negociaciones para investir al próximo presidente catalán, el apoyo de Junts al Gobierno está en entredicho. Ha manifestado que “es pronto” para pensar en posibles efectos sobre la gobernabilidad de España, pero ha avanzado que cada gesto tiene consecuencias: “Si el PSC se abraza al PP como ha hecho en el Ayuntamiento de Barcelona, el acuerdo que tenemos en Madrid [con el PSOE] dejaría de tener sentido”.

Cuando alude al supuesto del Ayuntamiento de Barcelona, Puigdemont se refiere al apoyo que prestó el PP al PSC para que su candidato Jaume Collboni pudiera ser alcalde, pese a que fue Xavier Trias, candidato de Junts, el más votado en las últimas elecciones municipales. En rueda de prensa, Puigdemont ha explicado que han empezado los primeros contactos con los republicanos, sin precisar cuál ha sido su respuesta, pero ha añadido que aún están “lejos de establecer un marco negociador, si hay posibilidades de hacerlo”. Sobre la posibilidad de repetición electoral, considera que le ayudaría. “Como mínimo, a superar muchas de las dificultades con las que hemos tenido que hacer todos estos años política”, ha discho. “Somos los únicos que no hemos podido estar en las calles” ni “participar en los debates”, ha lamentado. Pese a ello, entiende que la repetición sería “muy mala noticia para Cataluña”.

El candidato del PSC Salvador Illa, acompañado de la vicesecretaria primera, Lüisa Moret y MNiquel Iceta durante la ejecutiva.Alberto Estévez (EFE)

La ejecutiva del PSC se ha reunido en la sede de la calle Pallars justo cuando Puigdemont estaba hablando en Argelers y Pere Aragonès anunciaba su dimisión al frente de ERC. Illa ha preferido mantenerse hoy en segundo plano pero los socialistas ya han creado una comisión negociadora de seis miembros para empezar a despejar el pacto para constituir la Mesa del Parlament, y la investidura. La portavoz Núria Parlón ha respetado la decisión de ERC de ir a la oposición pero le ha pedido que facilite de la investidura de Illa recordando que los socialistas han contribuido a garantizar la estabilidad en el último mandato. “Hemos tenido una victoria histórica en votos y escaños. La lectura es que el independentismo no suma y que los catalanes quieren abrir una nueva etapa”, ha afirmado la portavoz.

El PSC baraja varios escenarios entre ellos un Govern en minoría -sin descartar incluir en él a los comunes- o aplicar la geometría variable con acuerdos puntuales con otras fuerzas. Los socialistas son conscientes del escenario endiablado que han arrojado las urnas de cara a la investidura, pero la portavoz ha advertido que se debe de aplicar el “principio de realidad” y que en ningún caso darán sus votos para investir a Puigdemont aunque “amenace” con bloquear la gobernabilidad de España. “Nos vamos a poner las pilas”, ha afirmado ya para acelerar las conversaciones.

Parlón ha insistido en que hablarán con todas las fuerzas salvo con las que fomentan los discursos de odio (en alusión a Vox y Aliança Catalana) por lo que incluyen en la encuación al PP. Los socialistas fueron los primeros en exigir a Junts que no llegara a ningún acuerdo con el partido de la alcaldesa de Ripoll y reclamaron que aclarara si aceptaría sus votos. Todos los partidos, menos el PP y Ciudadanos, firmaron hace una semana un compromiso afirmando que no aceptarían los votos de la extrema derecha (Vox ha sumado 11 y Aliança catalana, dos) ni por activa ni por pasiva. “Lo que no podemos hacer es atarles las manos a las opciones politicas que hay representadas en el Parlament. Que voten que lo que quieren. Esto supongo que lo entiende todo el mundo”.

Más información

Archivado En