Laia Estrada (CUP): “Ahora es un momento difícil para la izquierda y el independentismo por la desafección”
La candidata anticapitalista rechaza actualmente la declaración unilateral de independencia y asegura que no plantea “líneas rojas” para una posible investidura
La convocatoria electoral para los comicios catalanes del próximo 12-M cogió a la CUP con el pie cambiado. En pleno proceso de refundación del partido y con el independentismo en horas bajas, Laia Estrada (Tarragona, 41 años) se convirtió en candidata tras ganar las primeras primarias de los anticapitalistas. Abanderados del secesionismo más radical durante los años intensos del procés, el partido reclama ahora a...
La convocatoria electoral para los comicios catalanes del próximo 12-M cogió a la CUP con el pie cambiado. En pleno proceso de refundación del partido y con el independentismo en horas bajas, Laia Estrada (Tarragona, 41 años) se convirtió en candidata tras ganar las primeras primarias de los anticapitalistas. Abanderados del secesionismo más radical durante los años intensos del procés, el partido reclama ahora a Junts y ERC “no vender humo” cuando plantean futuros referéndums para la independencia de Cataluña.
Pregunta. La CUP aboga por explorar los límites de la desobediencia. ¿Esto no es vender humo también, vistos los precedentes?
Respuesta. Los derechos se han ganado a base de desobediencia. No había derecho a huelga y se consiguió haciendo huelga; la mili se acaba con los insumisos. Ocurrió también con el aborto. Las conquistas de derechos básicos se han conseguido así. Para llegar a un referéndum pactado, cuando ni el PSOE ni el PP están dispuestos a reconocer este derecho, tiene que forzarse.
P. La vía de la desobediencia ha llevado a muchos encausados judiciales.
R. El Estado ha usado la represión para vulnerar derechos y tiene como objetivo desincentivar, desmovilizar y hacer que renunciemos a la lucha. Hay dos opciones: parar y que gane el Estado; o persistir.
P. ¿Persistir es la vía unilateral?
R. No, es seguir luchando. Hace más de 10 años que luchamos por el derecho a la autodeterminación.
P. ¿La CUP aboga por ejecutar la Declaración Unilateral de Independencia (DUI)?
R. Ahora no estamos en 2017. Necesitamos recuperar una agenda social y nacional propias. Al referéndum se llegó tras un diálogo entre la CUP, ERC y Junts. No miraban hacia el PSC, como ahora. Hacer ver ahora que no ha pasado nada en estas dos últimas legislaturas y hablar de aplicar la DUI es vender humo, como también decir que Pedro Sánchez se sentará a negociar un referéndum. No existen recetas mágicas. Tenemos que empezar a construir soberanía propia: emergencia climática y combatir la pobreza generalizada. Demostremos que aquí nos importa la gente.
P. ¿Entonces no podrán una fecha para el referéndum como requisito para apoyar una investidura?
R. Huimos de líneas rojas. Para negociar una investidura o incluso una entrada en el Govern -por qué no, no nos da miedo gobernar-, planteamos un cambio radical de rumbo de las políticas que nos han llevado hasta aquí, con un retroceso social y nacional. Hay que preguntar a Junts y ERC si siguen asumiendo como propia la Agenda del Reencuentro de Sánchez o si siguen interesados en macroproyectos como el Hard Rock. Si siguen con esta línea, difícilmente nos podremos entender.
P. Con quién hablaría con más comodidad en un Govern, con Pere Aragonès o Carles Puigdemont.
R. Hablaremos con los partidos con la misma comodidad y también con los comunes porque es una formación soberanista y que ha sido capaz de aprobar leyes progresistas. No ponemos nombres sobre la mesa sino propuestas.
P. Dicho de otra forma, ¿es más fácil desarrollar las políticas de la CUP con Aragonès o con Puigdemont?
R. De Puigdemont no sabemos si habla por él o por Junts. No sé responder esta pregunta hasta que no le escuchemos hablar de políticas concretas. Sabemos qué ha hecho Aragonès y no nos gusta, ERC no ha actuado con valentía ante los interesas de las grandes empresas. Y eso es grave y ha generado desafección. Es normal, y nosotros habremos contribuido. Pero cuando tienes un Govern con mayoría independentista y de izquierdas y no se hacen políticas valientes de izquierdas ni se avanza hacia la autodeterminación, generas desafección.
P. ¿Qué no ha hecho bien la CUP? Se han quedado fuera del Ayuntamiento de Barcelona y del Congreso.
R. Podríamos haber sido más activas tanto parlamentariamente como a nivel de calle. Es lo que debatimos en el Procés Garbí. Ahora es un momento difícil para la izquierda y para el independentismo porque tenemos desafección. Somos una expresión de la movilización popular y la desafección nos afecta.
P. ¿La desafección indica que la gente está cansada del procés?
R. Siempre tendremos que hablar de derecho a la autodeterminación porque se ha demostrado que los grandes consensos sociales no tienen cabida en el régimen del 78. Y hablo de vivienda (donde han tumbado sistemáticamente leyes), de cuestiones climáticas (con impuestos), igualdad y el propio referéndum. La única forma de avanzar en clave social es culminando el proceso de independencia.
P. ¿El problema del independentismo es que ERC y Junts no pueden trabajar juntos?
R. Se ha vendido una idea de unidad mayor de la que había. Se llega al 1 de octubre de 2017 gracias a una unidad táctica; y el problema es que estas dos formaciones tienen más interés en ganar la hegemonía en el independentismo que en pensar como retomar el embate con el Estado.
P. ¿Es un problema de personalismos?
R. No creo que sea de una sola persona, pero quizás sí de cúpulas. Al votante independentista le molesta que los partidos estén más por tirarse los platos a la cabeza que en pensar cómo se retoma el procés.
P. ¿Si el independentismo suma, ayudaría que Junqueras y Puigdemont dieran un paso al lado?
R. Nosotros no diremos esto. El problema debe resolverse con políticas para resolver el acceso a la vivienda, la inflación y la pobreza. ¿Qué piensan hacer?
P. ¿La Generalitat tiene que luchar entonces por el pacto fiscal?
R. Conseguir la financiación justa al que se refiere ERC es una quimera. El Estado y el Gobierno de Sánchez no están dispuestos a acabar con el expolio.
P. ¿Pero apoyaría un diálogo para conseguir el pacto fiscal?
R. No estamos aquí para esto, que era lo que proponía Artur Mas. Nuestra lucha es hacer efectiva la autodeterminación.
P. ¿La CUP está diluyendo el eje nacional a favor de los ejes social y climático en esta campaña?
R. En ningún caso. Siempre lo hemos puesto al mismo nivel. Hay gente que dice que hasta que no seamos independientes no resolveremos los problemas y se quedan tan anchos. Nosotros decimos que hay que resolverlos ya. La cuestión social y la nacional van de la mano.
P. ¿Entonces por qué no apoyaron los Presupuestos cuando eran los más altos de la historia?
R. El Govern presumía de ser unos presupuestos sociales y expansivos, pero la inflación afecta a la cantidad de dinero que gestionamos. Tenemos que hacer análisis comparativos respeto al total. En Salud no resolvían los problemas actuales.
P. ¿Temen que los comunes hayan capitalizado la oposición al Hard Rock más que la CUP?
R. Las luchas tienen que ser compartidas. Nos sorprendió que en los anteriores presupuestos no vieran ningún problema cuando había un acuerdo para tirar adelante los grandes proyectos; y en 2022 había una partida destinada para adquirir los terrenos. Bienvenido su cambio de planteamiento.
P. ¿Se hará el megacasino en Tarragona?
R. Confío en que no. Es un contrasentido. Si el PSC gobierna y lo quiere tirar adelante habrá una gran respuesta en el territorio.
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