Comunes y la CUP pugnan por capitalizar el rechazo al Hard Rock y captar el voto verde en Cataluña

Los dos partidos esgrimen su oposición al proyecto mientras ERC busca colarse en el debate con un fichaje mediático tras tolerar el casino y apoyar unos Juegos Olímpicos de Invierno en el Pirineo

Una imagen de la manifestación en Barcelona contra la ampliación del aeropuerto, la construcción del Cuarto cinturón y del Hard Rock.Carles Ribas

La campaña de las elecciones catalanas, lejos de lo que sucedió en 2021 cuando aún no estaban aprobados ni los indultos, va a mirar mucho más allá del eje soberanista. En plena sequía, la más grave de la historia de Cataluña, todo apunta a que el cambio climático y la gestión del agua tendrán un papel prioritario el 12-M. Los partidos de la izquierda, especialmente los comunes y la CUP,...

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La campaña de las elecciones catalanas, lejos de lo que sucedió en 2021 cuando aún no estaban aprobados ni los indultos, va a mirar mucho más allá del eje soberanista. En plena sequía, la más grave de la historia de Cataluña, todo apunta a que el cambio climático y la gestión del agua tendrán un papel prioritario el 12-M. Los partidos de la izquierda, especialmente los comunes y la CUP, pugnan por capitalizar la bandera del rechazo al proyecto recreativo del Hard Rock en Tarragona. Las dos candidaturas han potenciado su perfil ecologista mientras que ERC ha fichado como número dos para las europeas a Tomàs Molina, el hombre del tiempo de TV3, por su compromiso contra el cambio climático, tras haber tolerado el avance del proyecto y defender unos Juegos Olímpicos de invierno en el Pirineo.

Los comunes concurren a las elecciones liderados otra vez por la diputada Jéssica Albiach, cuyo rechazo irrevocable a la tramitación del Hard Rock acabó forzando el adelanto electoral. El partido ha situado como segundo de a bordo en Barcelona a Lluís Mijoler, alcalde de El Prat de Llobregat, uno de los principales opositores a la ampliación del aeropuerto, que reivindica como indispensable el socialista Salvador Illa. El diputado Eloi Badia, que se distinguió en su época como concejal en Barcelona en su lucha por la municipalización del agua, encabezará la lista por Girona. Albiach ya tildó al PSC en una entrevista en EL PAÍS de estar “a la derecha del PSOE” por su defensa del macrocasino durante la negociación de los fallidos presupuestos autonómicos.

Laia Estrada, candidata y diputada de la CUP, durante la presentación del lema,Quique Garcia (EFE)

La CUP también apuesta por rostros conocidos en materia medioambiental como cabezas de lista en las cuatro circunscripciones: Estrada, número uno por Barcelona, llevó el Hard Rock a la Oficina Antifraude; Dani Cornellà, en Girona, combatió el parque eólico de Cap de Creus; Sergi Saladié, en Tarragona, es un activista referente antinuclear; y Bernat Lavaquiol, en Lleida, fue la cara visible de la plataforma Stop JJ OO, contraria a la candidatura olímpica pirenaica. “Las elecciones son un plebiscito entre el nuevo rumbo de país que garantice condiciones de vida dignas y el negacionismo climático”, afirman los anticapitalistas, que han elevado el volumen de la lucha ecologista en un momento de desconcierto del independentismo. Su lema de campaña Defensem la terra juega con su objetivo de seguir reivindicando el independentismo, pero poniendo el acento en la apuesta ecológica.

Los dos partidos coinciden en acusar al PSC de ser el más de derechas de su historia y a ERC de haberse dejado arrastrar por las imposiciones de los socialistas y de no haber frenado el Hard Rock. No solo eso: critican que, en el sector turístico, no se apliquen restricciones, a diferencia de lo que ocurre en la industria y en la agricultura. Tras haber perdido la alcaldía de Barcelona (los comunes) y no haber logrado representación en el Ayuntamiento de Barcelona ni en el 23-J, la cita para ambos es capital. En una entrevista a TV3, Estrada reivindicó la coherencia de la CUP en su rechazo al Hard Rock y recordó el cambio de criterio de los comunes. “Nosotros denunciamos el proyecto en las negociaciones de estos presupuestos y en los de los anteriores mientras que los comunes no tuvieron problemas en aprobar aquellas cuentas pasadas que sí tenían una partida para el casino”, dijo en referencia a que aquellos dieron luz verde a las cuentas de 2022, que incorporaban 120 millones para el macrocomplejo. Albiach sostiene que la situación es diferente porque el proyecto está más cerca de aprobarse que nunca y la sequía se ha agudizado en un año de forma alarmante.

El último barómetro del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) arroja que el 23% de los catalanes consideran que el cambio climático es uno de los principales problema, por delante de la insatisfacción con la política (20,9%), la economía (18,8%) y las relaciones entre Cataluña y España (18,4%). En 2020, justo antes de las elecciones y en medio de la pandemia, el principal era la sanidad. Según el estudio, el porcentaje de preocupación sobre el cambio climático alcanza el 38% entre los votantes de la CUP y el 31% entre los comunes, lo que les convierte en los votantes con más sensibilidad en este aspecto frente al 6,9% de los de Vox, los que menos. El estudio revela en cualquier caso que seis años después de la crisis del otoño de 2017 la agenda política ya no parece monopolizada por la cuestión independentista. “La situación está menos polarizada”, analiza Jesús Palomar, profesor de Ciencias Políticas por la Universidad de Barcelona. “Antes eran unionistas contra independentistas, mientras que ahora los bloques se han relajado y se han introducido nuevos elementos en el debate público”, remarca el politólogo, quien además cita “la lengua, la inmigración, los derechos sociales y la sostenibilidad” como temas con espacio propio en la agenda pública.

La presidenta de En Comú Podem en el Parlament de Cataluña, Jéssica Albiach, el pasado mes de marzo, realizando unas declaraciones. Andreu Dalmau (EFE)

ERC intenta introducirse en el debate ecologista tras una legislatura con ciertas contradicciones: acabó defendiendo unos Juegos Olímpicos de Invierno en el Pirineo que inicialmente observó con desdén y toleró el avance del Hard Rock, a pesar de que el mismo Aragonès admitió que no le “entusiasmaba”. El fichaje de Tomàs Molina, presentador y divulgador meteorológico, como número dos para las europeas, aspira a afilar el perfil medioambientalista del partido. “Esquerra siempre ha sido ecologista y nos sentimos orgullosos de formar parte del grupo verde en el Parlamento europeo”, defendió el presidente del partido, Oriol Junqueras. El propio Molina, que pidió la construcción de una nueva desalinizadora y ampliar la de Tordera, aseguró indirectamente que la gestión de la sequía por parte del Govern está siendo adecuada. “¿Sigue saliendo agua del grifo, verdad?”, planteó. Al meteorólogo, sin embargo, se le recuerda ahora que apoyó hace dos años los Juegos a pesar de admitir que en 2030 difícilmente habría nieve natural.

¿La ecología pasará a ser un tema central durante la campaña? “Antes era un tema más de postureo”, responde Palomar, “pero ahora hay una consciencia social y es más transversal”. Con medidas restrictivas en vigor, el politólogo considera que es probable que durante la campaña “se busquen culpables” de la gestión, y plantea una idea sobre la premura en adelantar las elecciones: “Habría sido muy difícil convocar elecciones después de decretar restricciones más duras después del verano si no llueve. Con la percepción social de que se se ha sido flexible con los turistas, el país se volvería en contra de los dirigentes. Ahora es más sencillo porque no se han tomado decisiones muy drásticas”, cierra Palomar.

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