Iceta anuncia que el legado de Luis García Berlanga recalará en Valencia
El ministro de Cultura adelanta en Alicante que la Generalitat buscará un lugar en el que albergar el material que compró el Gobierno el pasado mes de diciembre
Desde el guión de Plácido hasta el carné de la División Azul y abonos del Valencia CF, correspondencia cruzada con Rafael Azcona o José Luis López Vázquez e incluso álbumes de fotografías familiares. Todo el material que contienen las 74 cajas que forman el legado del cineasta valenciano Luis García Berlanga, actualmente en custodia y proceso de catalogación de la Filmoteca Española, encontrará su acomodo definitivo en Valencia, según adelanta el ministro de Cultura y Deporte Miquel Iceta. “La Generalitat Va...
Desde el guión de Plácido hasta el carné de la División Azul y abonos del Valencia CF, correspondencia cruzada con Rafael Azcona o José Luis López Vázquez e incluso álbumes de fotografías familiares. Todo el material que contienen las 74 cajas que forman el legado del cineasta valenciano Luis García Berlanga, actualmente en custodia y proceso de catalogación de la Filmoteca Española, encontrará su acomodo definitivo en Valencia, según adelanta el ministro de Cultura y Deporte Miquel Iceta. “La Generalitat Valenciana buscará el lugar y nos lo dirá”, ha declarado desde Alicante. Desde Castellón, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha “agradecido la disposición” del ministerio y anuncia que buscarán “una ubicación adecuada”.
El emplazamiento de la herencia berlanguiana se convirtió en objetivo central de una conversación entre Iceta y Puig, quien le trasladó “su interés por alojar el legado de Berlanga”, en el que el Gobierno invirtió 357.000 euros el pasado mes de diciembre. Ya entonces, el Ayuntamiento de Valencia, a través de su vicealcaldesa, Sandra Gómez, también expresó su intención de albergar el material en dependencias municipales de la capital valenciana. Sin embargo, la decisión final recae en el gobierno autonómico, insiste Iceta, que ha acudido a la presentación de los portales dedicados a Miguel Hernández y Antonio Machado en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes de la Universidad de Alicante (UA). Por su parte, Puig confirma que “la petición política” de la herencia del cineasta viene “de hace tiempo” y sostiene que “servirá de piedra fundamental de lo que será el espacio Berlanga”, que califica de “palanca de reconocimiento de un artista internacional”.
La documentación que alimenta este codiciado legado, el de uno de los cineastas más importantes de la filmografía española, es tanto personal como profesional. Parte de las calificaciones que obtenía en la escuela y acaba con las anotaciones que realizó hasta su muerte tras el rodaje de su última película, París-Tombuctú (1999). Los recuerdos de toda su vida, entre los que se encuentran objetos personales, fotografías y documentos acreditativos, se mezclan con los que atesoró durante medio siglo de oficio detrás de las cámaras. Acostumbrado a lidiar con la censura imperante durante la dictadura, los guiones manuscritos de guiones como el de Bienvenido Míster Marshall, El verdugo o Plácido permiten visibilizar las maniobras que tuvo que realizar para esquivar las tijeras del Régimen. Pese a ello, o gracias al ingenio que había que desplegar en aquellos tiempos, según declaraba siempre al final de su carrera, Berlanga desarrolló una filmografía tan característica que el término berlanguiano ha llegado a formar parte del diccionario de la RAE.
El material de las 74 cajas permite también acceder a la correspondencia que Berlanga mantuvo con compañeros de profesión como el guionista Rafael Azcona, con quien firmó la mayor parte de sus obras más celebradas, los directores Juan Antonio Bardem o Basilio Martín Patino o los actores Luis Ciges y José Luis López Vázquez. Además, muestra una colección de los dibujos que el cineasta valenciano realizó a lo largo de su vida y que, en buena parte, revelan otra de sus obsesiones, junto a la de la palabra austrohúngaro, que incluía en los diálogos de todas sus películas: la erotomanía. Esta pasión por el erotismo se percibe en alguna de sus obras, como Tamaño natural, y condujo al maestro español del plano-secuencia a codirigir la colección literaria de relatos eróticos La Sonrisa Vertical.