La industria valenciana del metal pide huir de discursos alarmistas pese a la situación de crisis
Los empresarios reclaman a los políticos más consenso, menos confrontación y una fórmula de capacitación profesional “a la altura de lo que Volkswagen y la Ford van a demandar”
La Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana (FEMEVAL), que aglutina a 3.000 empresas y supone el 12% de la economía valenciana, ha reclamado este jueves un mejor clima social y político para superar la actual situación. El presidente de la federación, Vicente Lafuente, ha pedido “huir de discursos alarmistas que confunden y ocultan las raíces del problema ya que atacan el síntoma, pero no las causas profundas” y consenso político, ante el “frentismo que preside la actual política española, que...
La Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana (FEMEVAL), que aglutina a 3.000 empresas y supone el 12% de la economía valenciana, ha reclamado este jueves un mejor clima social y político para superar la actual situación. El presidente de la federación, Vicente Lafuente, ha pedido “huir de discursos alarmistas que confunden y ocultan las raíces del problema ya que atacan el síntoma, pero no las causas profundas” y consenso político, ante el “frentismo que preside la actual política española, que lo único que hace es enturbiar que se adopten decisiones clave para nuestro progreso”.
Lafuente ha explicado que el panorama no es positivo: “El escenario económico se complica cada vez más, y no da la impresión de que vaya a producirse una mejora a corto plazo”. Ha hablado de la inflación, el problema energético y la subida de los tipos de interés pero ha pedido a los empresarios que asuman los “nubarrones” del futuro “como hemos hecho siempre, con cautela, porque siempre existe la tendencia a sobredimensionar la alarma”. “Hay que ser realistas porque la situación es difícil, pero no alarmistas porque tiene solución”, ha expuesto para mencionar datos positivos para el sector: “Tenemos una reducción de los precios de los fletes y de las materias primas y estoy convencido de que el alza sin fin e inasumible de unos costes energéticos, con aumentos cercanos al 400%, tiene que tener un tope”.
“Toca afrontar primero el otoño y después el invierno. Paso a paso”, ha indicado Lafuente, quien ha aprovechado la presencia del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y de representantes de otros partidos en el acto de entrega de la 20 edición de los premios de FEMEVAL para pedir “un gran Pacto de Estado sobre los temas que nos ocupan y preocupan a toda la sociedad”. Así, ha exigido terminar de definir el modelo económico de la Comunidad Valenciana. “Sin desmerecer y apoyar a otros motores económicos como el turismo, agroalimentario y la distribución, es indiscutible que el sector industrial es la meta”, ha dicho.
Ante los políticos, el presidente de FEMEVAL ha puesto en valor los datos del sector, uno de los principales en número de empresas, “en empleo generado (más de 182.000 personas), en nivel de inversión y con un volumen de exportaciones que alcanza los 6.400 millones de euros y representa el 32% del conjunto de las realizadas en la Comunidad Valenciana”. Con este bagaje ha pedido un sistema de capacitación profesional, “un modelo de formación en la que las propias empresas y organizaciones representativas propongamos las temáticas, porque somos las que sabemos qué es lo que se necesita y generar un sistema de formación para generar esos perfiles de empleo”. Vicente Lafuente ha resaltado los dos hitos industriales de los últimos meses en la Comunidad Valenciana, la decisión de Volkswagen de abrir su gigafactoría en Valencia y la de Ford por mantener su planta de Almussafes. “En el caso de Volkswagen, como no puede ser de otra manera, buscará colaboradores y aliados estratégicos con una excelente cualificación. Y la Ford, como empresa asentada en Valencia desde 1975, también. Esto conllevará la necesidad de generar una fórmula de capacitación profesional que esté a la altura de lo que estas compañías van a demandar”, ha manifestado.
Por su parte, el jefe del Consell ha considerado imprescindible “proteger al máximo la industria” porque ello repercute en la “protección del empleo y de la cohesión social”, y ha asegurado que los países con más industria “son los que ofrecen mayor protección”. Además, ha destacado la “vitalidad y capacidad de innovación” del tejido empresarial y ha reivindicado el papel de la Administración de “facilitadora” para contribuir a mejorar la competitividad de las empresas y garantizar el progreso.