La ruptura con el PSOE despierta críticas de alcaldes de Junts
Los primeros ediles de Figueres y Premià señalan su falta de acuerdo con el nuevo horizonte político y piden “pragmatismo”
Un 87% de los militantes de Junts que participaron en la consulta del 30 de octubre decidieron avalar la decisión su líder, Carles Puigdemont, y poner fin al acuerdo de investidura cerrado con el PSOE. A partir de entonces, los neoconvergentes optan por dejar de apoyar al Gobierno de Pedro Sánchez. La decisión, sin embargo, no convence a toda la militancia. Entre el 13% de los votantes que rechazaron esa opción se encuentran los alcaldes de Figueres, Jordi Masquef, y de Premià de Mar, Rafa Navarro, los primeros en alzar la voz para expresar su rechazo a la ruptura con los socialistas.
Masquef, uno de los principales alcaldes de Junts, ha reclamado “más pragmatismo” a la dirección de Junts en esta nueva etapa. Por su parte, Navarro ha llamado a la dirección de la formación a intentar incidir en la política “desde dentro”, en unas declaraciones en las que ha sumado recelos por las diferentes estrategias políticas de pactos seguidas con los socialistas.
El alcalde de Junts en Figueres, que ganó con mayoría absoluta en su municipio en las pasadas elecciones municipales de 2023, proviene de la tradición convergente y, el sábado, con la legitimidad de ser uno de los militantes de Junts con mayor cargo institucional fue muy claro en una entrevista en el diario Ara y se mostró a favor de haber pactado con el PSC en algunas diputaciones.
El primer edil de Figueres se mostró partidario de llegar a pactos “puntuales” con el PSC en el Parlament. Masquef mantuvo que no era partidario de romper con el PSOE y añadió: “No entendería que Junts participara en una moción de censura (con PP y Vox) para hacer a otro presidente”. De hecho, el primer edil apostó por negociar los presupuestos tanto en el Gobierno de Pedro Sánchez como en el de Salvador Illa si se pueden sacar réditos para los municipios gobernados por Junts.
“Soy partidario de hacer las luchas desde dentro, de incidir desde dentro, de negociar y además lo demuestro”, defiende Navarro en una entrevista en la radio de Premià. Además, defendió la posibilidad de que existan “voces disidentes” dentro del partido sin que eso sirva para verter acusaciones contra los críticos.
Navarro va más allá en las críticas y señala la falta de congruencia en la estrategia de pacto electorales de Junts, que mientras que en la Diputación de Barcelona se rechazó el apoyo a los socialistas, sí se ofreció en el Gobierno central. “La misma razón por la que pactábamos en Madrid era por la que no pactábamos en la Diputación, porque con los socialistas no”, señala, advirtiendo de los efectos que ha tenido ese no acuerdo en la corporación supramunicipal: “Nos hemos quedado desprovistos de recursos, porque la Diputación está gobernada por quien está gobernada y rascan más los ayuntamientos afines”.
Pese a la ruptura escenificada en ruedas de prensa y la consulta interna, Junts ha desechado la opción de pedir unas nuevas elecciones o de forzar la moción de censura. Ambos ejercicios son ahora mismo las mayores palancas de presión que puede ofrecer el partido de Puigdemont.