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El bloqueo de la delegación de las competencias migratorias a Cataluña tensa la relación de Junts con el PSOE

Ambos grupos pactaron el contenido, pero Podemos va a impedir que la iniciativa prospere. Los de Puigdemont debaten la posibilidad de abandonar las reuniones periódicas con verificador en Suiza

Carles Puigdemont reunió este lunes al cuadro de mandos de Junts per Catalunya cerca de su residencia belga de Waterloo. Miriam Nogueras se conectó por vídeollamada, pero para Albert Batet, e...

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Carles Puigdemont reunió este lunes al cuadro de mandos de Junts per Catalunya cerca de su residencia belga de Waterloo. Miriam Nogueras se conectó por vídeollamada, pero para Albert Batet, emisario de Junts en el Parlament; Josep Rius, portavoz del partido, Mònica Sales y Toni Castellà, vicepresidentes de la formación, y Jordi Turull y Judith Toronjo, secretario general y secretaria de organización de JxCat, era la segunda cita de trabajo con Puigdemont en Bélgica en solo una semana. Algunos de ellos optaron por salir de Barcelona el domingo y se toparon con retrasos e inconvenientes en el aeropuerto por culpa de una tormenta que obligó a alterar los horarios. No son los únicos nubarrones que tiene que afrontar Junts que, después de ver cómo fracasaba en Bruselas la consideración del catalán como lengua oficial, afronta este martes en el Congreso la derrota parlamentaria de la proposición de ley pactada con el PSOE para la delegación de las competencias migratorias a Cataluña. El partido asume que, a base de advertencias, se le ha agotado el crédito. “Este otoño tienen que pasar cosas”, manifiestan desde Junts. Sigue apartada la carta de apoyar una moción de censura con PP y Vox que tumbe al Gobierno, pero Puigdemont y sus escuderos planean una acción que visibilice su disgusto. En el debate interno entra la posibilidad de abandonar los encuentros periódicos con emisarios del PSOE, habitualmente en Suiza, bajo la supervisión de un verificador internacional.

El expresident convocó a sus fieles este lunes para trazar la estrategia con la que contraatacar el esperado revés que se llevará el partido. Pese a tener pactado con el Gobierno el traspaso a Cataluña de las competencias sobre inmigración, la operación se va al traste por el rechazo de Podemos. Una contrariedad con doble carga: Junts no puede apuntarse una concesión arrancada a Pedro Sánchez y se queda además sin el tanto de la gestión de la inmigración para plantar cara, con hechos, al auge de la ultraderecha xenófoba de Aliança Catalana.

La manera en la que Junts digiere el bloqueo de este traspaso tiene un impacto en la legislatura española. El partido de Puigdemont da muestras de haberse quedado sin paciencia, pero el margen de maniobra es reducido. Con la amnistía del propio Puigdemont aún pendiente, el revés de la inmigración tiene similitudes con el proceso para darle oficialidad al catalán en la Unión Europea. En los dos casos, el Gobierno ha hecho gestos en público y ha asumido compromisos, pero ni un asunto ni el otro logran prosperar.

El empeño con el catalán en Europa se ha abrazado como una cuestión crucial en Junts, toda vez que la protección y difusión de la lengua catalana es un asunto con fácil penetración en la sociedad y genera amplio consenso en Cataluña. El propio Xavier García Albiol, alcalde de Badalona representando al PP, ha destacado recientemente al catalán como elemento “fundamental de cohesión”. Las maniobras del Partido Popular, buscando socios y aliados en Europa para dinamitar el acuerdo, han impedido la luz verde.

El bloqueo de Podemos al traspaso de poderes a Cataluña para gestionar la inmigración deja a Junts en la posición de debilidad que le achaca Aliança Catalana. El partido xenófobo se postula como el gran beneficiario de la pérdida de apoyos que, según los sondeos, desangra al partido de Puigdemont.

La alcaldesa de Ripoll (Girona) y líder de Aliança Catalana, Sílvia Orriols, dice no tener “ningún interés en la política española ni en hacer gobernable el Estado vecino”. Su discurso abre hueco entre el independentismo más aguerrido y la propia Orriols afirmó este lunes en la emisora Rac1 que detectan un mayor apoyo a la formación a pie de calle. Vaticinó que aumentarán “muchísimo” el número de candidaturas que presentarán a las elecciones municipales de 2027.

En clave autonómica, al ser preguntada acerca de con quién pactará si son sus votos son necesarios para formar un futuro Govern, Orriols sitúa como línea roja la necesidad de no renunciar a ninguno de sus postulados, por lo que se quedarán en la oposición “si un pacto de gobierno implica necesariamente abandonar el discurso contra la inmigración descontrolada, contra la islamización del país”. Un reciente sondeo de Ipsos recogido por La Vanguardia vaticina un incremento de 2 a 19 diputados para Aliança.

Esquerra y Junts tienen unas relaciones más que distantes pero en este punto su sintonía es total. Los republicanos se han mostrado a favor de que se tramite la proposición de ley de PSOE y Junts para ceder la delegación de competencias sobre inmigración a Cataluña al esgrimir que por sistema siempre están a favor de que asumir el máximo techo competencial y al lado de quien trabaja para aumentar la ambición nacional y el Estado reduzca su presencia. Isaac Albert, portavoz de ERC, ha señalado que su formación defienden que Cataluña tenga todas las competencias, ya sean en inmigración o de recaudación de impuestos, y ha considerado que Podemos se equivoca al rechazar la delegación al alegar que es “racista”. “Nos sorprende y no nos gusta que una formación confederalista se oponga. No se puede fijar posición en función de quién lo va a gestionar porque si así fuera por nosotros el Estado no tendría ninguna”, ha dicho. “Esperemos que no pero es muy probable que en unos años lo gestione PP y Vox. Podemos se equivoca y pone el foco donde no debe. No hay un argumento político desde la visión de la izquierda para oponerse”, informa Àngels Piñol.

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