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Barcelona aprueba el reglamento de uso de las pistolas Taser para la Guardia Urbana

Los grupos municipales de PSC, Junts, PP y Vox han votado a favor para dar la primera luz verde a la normativa

La Comisión de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado inicialmente el reglamento con que se regula la dotación y el uso de los dispositivos conductores de energía, conocidos como pistolas Taser, por parte de la Guardia Urbana (GUB). El gobierno socialista y el mayor grupo del consejo municipal, el de Junts, que suman mayoría, han votado a favor, como también han hecho los grupos más pequeños, PP y Vox. Por otra parte, Barcelona en Comú, que pide un reglamento más restrictivo, ha votado en contra, mientras que Esquerra se ha abstenido. Estos dispositivos de descarga eléctrica permiten inmovilizar una persona sin tener que recurrir a armas más letales, como son las pistolas de fuego.

El teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, ha señalado que este reglamento es una transposición del que regula el uso de estos dispositivos para los Mossos d’Esquadra “mejorado y adaptado a las necesidades del servicio de la Guardia Urbana” y “proporciona mayores garantías”, gracias a la mayor trazabilidad de su uso o la restricción de las zonas del cuerpo en que se puede usar. Ahora, el reglamento se someterá a información pública por un periodo de 30 días, lo que permitiría su aprobación definitiva cara a que la GUB pueda utilizar estas armas a principios de 2026, como hacen los Mossos d’Esquadra desde 2018. El gobierno municipal prevé que la policía barcelonesa usará las pistolas eléctricas ante situaciones de riesgo para el agente o terceras personas, en especial, las que involucren armas blancas; y en tentativas de suicidios o ante personas con trastornos de salud mental, cuando supongan un riesgo para terceros.

En principio, la GUB contará con un total 22 nuevas pistolas eléctricas que estarán a cargo de la Unidad de Refuerzo de Emergencias de Proximidad (UREP). Se repartirán unas 10 o 12 Taser entre las patrullas de los distritos, mientras que el resto se reservarán para formaciones, prácticas o por si hay que cambiarlas, en caso de que alguna falle, aunque únicamente podrán utilizarlas los mandos de la unidad. Entre otras cosas, el reglamento marca que las Taser deberán usarse a una distancia de entre 4 y 13 metros, que se deberá avisar de que van a ser utilizadas, que la actuación será grabada automáticamente por las cámaras de video de los agentes, que la descarga durará menos de 5 segundos, y que inmediatamente se activarán los servicios de emergencias sanitarias. Este reglamento se completará con un protocolo de actuación específico que elaborará la GUB y para que los agentes puedan utilizar las pistolas eléctricas deberán haber seguido una formación. Además, después de cada actuación, se tendrá que informar a la autoridad judicial y la unidad de Asuntos Internos de la Guardia Urbana comprobará que se haya utilizado la Taser correctamente, como sucede cuando emplean armas de fuego.

Críticas de entidades sociales

Asociaciones como Salut Mental de Catalunya, la Mesa de entidades del Tercer Sector, Iridia, la Asociación Catalana de Profesionales en Salud Mental, La Capçalera y Veus enviaron este martes una carta el teniente de alcalde Albert Batlle en la que pedían suspender la aprobación del reglamento o al menos, la dotación de estas pistolas eléctricas hasta que se lleve a cabo un estudio técnico independiente sobre las afectaciones. Estas entidades creen que el uso de estos dispositivos afecta el derecho a la vida y el respeto a los derechos humanos, especialmente en personas en estado de agitación o con crisis de salud mental. Además, piden un proceso participativo para incorporar más garantías de protección de los derechos humanos y más seguridad jurídica para los agentes policiales.


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