La encrucijada de Junts ante la oferta envenenada de Feijóo

El año nuevo ha colocado un par de pretendientes rondando el flanco derecho de Junts per Catalunya. El Partido Popular y Vox se han decidido a enviar invitaciones al partido independentista catalán para que se sume a una alianza que propicie una moción de censura contra el presidente Pedro Sánchez. El señuelo que esgrimen tiene que ver con el descontento que ha hecho público Carles Puigdemont de sus tratos con...

El año nuevo ha colocado un par de pretendientes rondando el flanco derecho de Junts per Catalunya. El Partido Popular y Vox se han decidido a enviar invitaciones al partido independentista catalán para que se sume a una alianza que propicie una moción de censura contra el presidente Pedro Sánchez. El señuelo que esgrimen tiene que ver con el descontento que ha hecho público Carles Puigdemont de sus tratos con el PSOE y sitúa a Junts ante un dilema, después de haber hecho pública su voluntad de someter a Sánchez a una cuestión de confianza. La posibilidad de acorralar a Sánchez atrae a la dirección de Junts, pero no se pasa por alto los riesgos que conlleva un acercamiento al tándem que forman el PP y la ultraderecha de Vox. “Sería dar un giro muy grande”, apuntan fuentes de JxCat.

Sobre la posibilidad de activar una moción de censura que ponga en jaque al Gobierno, el líder de Vox, Santiago Abascal, afirmó este domingo en una entrevista en Okdiario que apoyaría la iniciativa aunque se incluya a Junts en la ecuación siempre que sea para convocar elecciones. Alberto Núñez Feijóo ha asegurado que está dispuesto a convocar comicios si se da esa circunstancia. “Si los señores de Junts quieren elecciones y apoyan una moción de censura, tengan la seguridad de que presentaré una moción de censura si tengo los apoyos suficientes para sacarla adelante”, afirmó Núñez Feijóo este lunes a primera hora en una entrevista en Onda Cero.

Junts optó por el silencio como respuesta, a la espera de la intervención que tiene previsto hacer este martes en Barcelona Jordi Turull, secretario general de la formación. Fuentes de Junts señalan que el disgusto con el PSOE es manifiesto pero por ahora no entra en los planes ir de la mano de PP y Vox para instar una moción de censura contra el presidente del Gobierno. Pese a las quejas públicas por la falta de avances en los compromisos que asumió el PSOE con Junts como moneda de cambio a la investidura de Sánchez (“si el Gobierno del PSOE no respeta los intereses que defendemos, eso tiene que tener consecuencias”, advirtió Puigdemont en su última entrevista), las relaciones entre ambas formaciones no están rotas. Los contactos son constantes e incluso durante el asueto navideño ha habido intercambio de mensajes para tratar de llegar a un acuerdo sobre el traspaso de las competencias de inmigración a la Generalitat.

Puigdemont ha convocado a los pesos pesados de la dirección de Junts para que asistan, el próximo viernes, a una reunión en Bruselas. Sobre el papel, el encuentro tiene que ser posterior a la decisión de la Mesa del Congreso sobre si tramitar o no la proposición no de ley (PNL) con la que Junts intenta que el pleno de la Cámara baja solicite a Sánchez que se someta a una votación para comprobar si sigue contando con la confianza de una mayoría parlamentaria. La presentación de esa cuestión de confianza es una prerrogativa exclusiva del presidente del Gobierno.

El expresidente catalán ha dejado claro que el interés de Junts por someter a Sánchez a una cuestión de confianza es “una jugada táctica” y ha avanzado que, en el caso que el Gobierno frene la tramitación, “llevaría la legislatura al colapso” porque la retirada del apoyo de Junts al Ejecutivo sería automática.

El PP y Vox exploran si ese desafío puede ser una puerta abierta para que Junts se sume a un frente común para golpear al Gobierno con una moción de censura. No se trata de una hipótesis nueva: el pasado mes de octubre, Laura Borràs no cerró el paso a esa posibilidad: “No descartamos absolutamente nada. Nuestros votos no pueden darse por hechos en ningún caso, el Gobierno ya está empezando a comprenderlo”, dijo. Entonces era presidenta de Junts per Catalunya. Dos semanas más tarde fue relevada del cargo y la sustituyó Carles Puigdemont.