El choque por el poder en ERC enmaraña la negociación de los planes del Gobierno
La incertidumbre sobre quien toma el control del partido republicano lastra las conversaciones con el PSOE por el avance del paquete fiscal que también ha tratado de enmendar Junts
El regateo político para desbloquear la reforma fiscal que pretende el Gobierno ha propiciado en el Congreso de los Diputados una carrera contra reloj, y el jueves aparece marcado como fecha tope. “No somos ingenuos, somos conscientes de la realidad parlamentaria”, manifestó este martes la ministra portavoz Pilar Alegría. Sin embargo, la realidad tiene capacidad para mutar constantemente, y más cuando en el tira y afloja ...
El regateo político para desbloquear la reforma fiscal que pretende el Gobierno ha propiciado en el Congreso de los Diputados una carrera contra reloj, y el jueves aparece marcado como fecha tope. “No somos ingenuos, somos conscientes de la realidad parlamentaria”, manifestó este martes la ministra portavoz Pilar Alegría. Sin embargo, la realidad tiene capacidad para mutar constantemente, y más cuando en el tira y afloja intervienen Junts per Catalunya y Esquerra Republicana. Los dos partidos independentistas catalanes aprietan las tuercas de la negociación con los emisarios de Pedro Sánchez, una costumbre conocida en el caso de los posconvergentes pero una complejidad añadida para tratar con ERC, dado el vacío de poder y las luchas intestinas que sufre la formación hasta que no celebre su congreso político, el próximo día 30.
El grupo republicano en el Congreso lo integran siete diputados. De ellos, cinco son afines a Oriol Junqueras, expresidente de ERC y candidato a recuperar el mando del partido, y dos se han posicionado a favor de la candidatura que bendice Marta Rovira, la secretaria general que se ha comprometido a dejar el cargo. La evidente mayoría a favor del junquerismo choca con el hecho que en el bando rival están Teresa Jordà y Pilar Vallugera, figuras de peso dentro del partido. Jordà fue consejera de la Generalitat y Vallugera es la portavoz de Esquerra en la Comisión de Hacienda. El líder de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha llegado a declarar recientemente que su margen de maniobra es muy limitado: “Mando poco, a ver si cambia a partir de ahora”, desveló.
Negociar con Esquerra implica tener capacidad de atender al juego de equilibrios que anida dentro del partido. La falta de una autoridad clara en la dirección complica la tarea de dar con un interlocutor fiable. Una fuente cercana al cuadro de mandos de la formación señala que en lo que se refiere a la reforma fiscal que propone el Gobierno, la postura de ERC se ha consensuado entre Vallugera y Rufián. Más allá de los pormenores actuales por el paquete fiscal, tener fluidez de comunicación con Esquerra es fundamental para el Gobierno. La frágil mayoría que soporta a Pedro Sánchez tiene en los siete diputados republicanos un pilar de carga. En este sentido, de los nombres que salgan elegidos en el congreso del 30 de noviembre dependerá el grado de complicidad que vaya a tener Esquerra con el PSOE en Madrid o con el PSC en Barcelona.
En lo que no se anuncian cambios es en el trato que puedan tener los republicanos con Junts. La relación ha ido oscilando entre mal y peor, en función de las semanas. Y la rivalidad ha saltado al Congreso. La estabilidad del Gobierno depende de los votos de ambos partidos y Pedro Sánchez trata de hacer malabares para no disgustar a ninguno de los dos.
En una entrevista en TV3, Vallugera celebró este martes que el PSOE haya acabado “cediendo” con el impuesto a las empresas energéticas para salvar el proyecto de ley que incluye un nuevo tributo mínimo global del 15% para las multinacionales. Afirma que para ERC era “imprescindible que esto se integrase como parte del paquete fiscal”, pese a ser solo por un año. “Lo importante es que exista el compromiso de que no decae este gravamen y que, por tanto, las energéticas siguen contribuyendo como han venido haciendo”, apuntó la diputada de ERC.
Al ser preguntada sobre porque Hacienda anuncia que mantendrá su acuerdo con Junts y PNV para no gravar las empresas que inviertan en descarbonización, Vallugera responde que Esquerra tiene claro “que una cosa no se contradice con la otra”.
“Mientras nosotros hemos estado mes y medio negociando, los que ahora piden un impuesto a las eléctricas, ¿qué hicieron?”, replicó Miriam Nogueras, portavoz de Junts, en una alusión a Esquerra. Una fuente de los republicanos sostiene que “hay quien ahora quiere aparecer como el salvador de las inversiones en Cataluña, pero no se puede mezclar fiscalidad y reindustrialización. En realidad de lo que se trata es de que el bloque de derechas trabaja por unos intereses concretos, los que lleva en su ADN”.
El Gobierno fía a su “confianza en la negociación” y la larga experiencia para lograr acuerdos, que le ha permitido aprobar 20 leyes solo en el primer año de legislatura, la posible salida al atolladero del paquete fiscal que quiere sacar adelante el próximo jueves y allanar así el camino a unos nuevos presupuestos.