El hospital Vall d’Hebron cierra 272 camas en verano y reduce al mínimo la actividad quirúrgica
La reducción de la actividad asistencial es un 50% mayor que el año pasado y da continuidad a la contención que sufren los dispositivos sanitarios de Cataluña
El hospital Vall d’Hebron cerrará cerca de 300 camas este verano, un 51% más que el año pasado. La medida responde al plan de contención económica que afecta al sistema sanitario público de Cataluña y obligará al centro a reducir al mínimo su actividad quirúrgica programada durante los meses de julio, agosto y septiembre, según ha podido saber EL PAÍS. La limitación de la actividad asistencial responde a las limitaciones económicas que el Departamento de Salud impone a los dispositivos públicos y da continuidad a la decisión del Institut Català de la Salut (ICS) de ...
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El hospital Vall d’Hebron cerrará cerca de 300 camas este verano, un 51% más que el año pasado. La medida responde al plan de contención económica que afecta al sistema sanitario público de Cataluña y obligará al centro a reducir al mínimo su actividad quirúrgica programada durante los meses de julio, agosto y septiembre, según ha podido saber EL PAÍS. La limitación de la actividad asistencial responde a las limitaciones económicas que el Departamento de Salud impone a los dispositivos públicos y da continuidad a la decisión del Institut Català de la Salut (ICS) de no renovar a los sanitarios eventuales en muchos Centros de Atención Primaria (CAP) de Barcelona. Hospitales y ambulatorios dan señales de que este verano reducirán notablemente su actividad en comparación al año pasado.
En concreto, el hospital ha comunicado este miércoles a los profesionales que cerrará 272 camas durante julio, agosto y septiembre, frente a las 180 que se cerraron el año pasado. “Habitualmente se cierran unas 200 cada verano”, aseguran fuentes del centro barcelonés. El periodo de afectación acostumbraba a reducirse al mes de agosto en plenas vacaciones de usuarios y profesionales. Esta vez el impacto es más amplio, con la inutilización de un 24% del total de camas (unas 1.100) del centro hospitalario. Vall d’Hebron es el principal hospital del ICS y el mayor de toda Cataluña. La actividad quirúrgica programada se reducirá en consonancia a la limitación de camas habilitadas, pero las cirugías urgentes están plenamente garantizadas.
La contención en el centro barcelonés viene de lejos en este 2024. La dirección anunció en abril un recorte de más de 200 profesionales eventuales para este curso, en la que los principales afectados fueron los sanitarios que trabajaron durante el Plan integral de urgencias de Cataluña (conocido como PIUC). Buena parte de estos refuerzos invernales encuentran habitualmente continuidad dentro de la plantilla, de unos 9.300 profesionales; pero esta vez no ha sido así. Las medidas responden a la necesidad de ajustar la economía del hospital y tienen consecuencias directas en la accesibilidad y en las listas de espera.
Según cálculos de la propia gerencia del hospital, Vall d’Hebron tiene que reducir 33 millones de euros para cumplir con la nueva equidad territorial que defiende el Departamento de Salud, que pretende centrifugar a varios profesionales hacia dispositivos con menos recursos; y asumir el aumento salarial derivado del Tercer Acuerdo de los profesionales del ICS . Este último concepto se calculó con una plantilla menor a la actual, por lo que la actualización salarial conllevó un sobrecargo imprevisto en las arcas del centro. “Pedimos la dimisión de los responsables del ICS que no realizaron el cálculo adecuado durante las negociaciones del acuerdo”, señalan desde la sección sindical de CC OO de Vall d’Hebron. La falta de presupuestos en Cataluña ha agravado la situación en toda la comunidad y la CUP pidió al Govern “aprobar un suplemento de crédito para hacer frente a las limitaciones presupuestarias”.
Tras un periodo de expansión del sistema tras la crisis sanitaria derivada por la covid, la consolidación del gasto y la prórroga presupuestaria confirman el cambio de paradigma de la sanidad catalana. Del crecimiento ha pasado a la contención, aunque varias voces del sector hablan de recortes por las diversas limitaciones anunciadas en todos los niveles. Hace menos de un mes se hizo público que el hospital Clínic cerrará en agosto la clínica Plató, mientras que el hospital del Mar hará lo mismo con el de la Esperança. La oferta hospitalaria de agudos en la Esperança roza las 170 camas y Plató las 160, según datos del Ayuntamiento de Barcelona, cifras que dan valor a las cerca de 300 camas que quedaran inutilizadas en Vall d’Hebron. “Es como cerrar un hospital entero”, analizan desde CC OO.
El martes la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, confirmó que el ICS ha ordenado a diversos CAP barceloneses que no renueven al personal sanitario temporal durante las vacaciones para evitar más gasto. “Debido a la prórroga presupuestaria hemos tenido que pedir a los centros sanitarios contención económica y esto puede afectar a algunas sustituciones de verano”, admitió la portavoz, que aseguró que “no se cubrirán todas las sustituciones de oficio por sistema”.
Los sindicatos han denunciado a lo largo de la semana que la política sanitaria de la Generalitat de este verano es una “irresponsabilidad”, ante la falta de recursos activos. El sindicato Infermeres de Catalunya se han pronunciado este miércoles al respecto, y ha pedido que se tomen las “medidas adecuadas” apra hacer frente a las “necesidades reales del sistema”.
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