Junts apuesta por la legislatura, y que sea explosiva

Pese a los discursos incendiarios, los de Puigdemont tendrán que seguir apoyando al Gobierno si quieren ver realizados los acuerdos con el PSOE

La portavoz de Junts, Miriam Nogueras, tras su intervención en el pleno del Congreso, reunido excepcionalmente en el Senado, el miércoles.Mariscal (EFE)

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Por si a alguien le quedaba alguna duda, Junts no será un elemento de estabilidad para el Gobierno pese a lo mucho que tienen que perder los de Carles Puigdemont si la legislatura embarranca, comenzando por la amnistía. La portavoz del partido, Miriam Nogueras, ha dejado patente en el Congreso que no se sienten comprometidos con la gobernabilidad de España y que sus siete diputados solo están en las Cortes “por Cataluña”, signifique esto lo que signifique. Tras ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Por si a alguien le quedaba alguna duda, Junts no será un elemento de estabilidad para el Gobierno pese a lo mucho que tienen que perder los de Carles Puigdemont si la legislatura embarranca, comenzando por la amnistía. La portavoz del partido, Miriam Nogueras, ha dejado patente en el Congreso que no se sienten comprometidos con la gobernabilidad de España y que sus siete diputados solo están en las Cortes “por Cataluña”, signifique esto lo que signifique. Tras la accidentada votación —o no votación—, en el caso de Junts ha quedado claro que esta formación no contribuye al relato de la estabilidad, pero una cosa es aportar suspense y otra bien diferente dinamitar un Gobierno recién estrenado. Junts no está en estas, al menos por ahora. De ahí la maniobra consistente en amenazar con noquear a Pedro Sánchez mientras su actuación a la hora de la verdad va en sentido contrario, eso sí, con todo tipo de pirotecnia parlamentaria.

Los neoconvergentes, como ERC en 2018, están en un proceso de aterrizaje a la realidad posprocés que nadie ha dicho que vaya a ser ni rápido ni fácil. A Esquerra también le costó. Solo hay que recordar el inesperado portazo republicano a los Presupuestos de 2019, que llevó a España a unas elecciones anticipadas cuando parecía que los de Oriol Junqueras habían entrado en el carril de la realpolitik. En el caso de Junts el debate interno va más allá. Los de Puigdemont están embarcados en una pugna entre pragmáticos y rupturistas que se solapa con una obsesión compartida de señalar a sus rivales de ERC como un partido “inútil” para las aspiraciones de Cataluña. De ahí la retahíla de cuestiones que Junts ha querido arrancar al Gobierno a cambio de no obstruir la validación de los decretos.

A la espera de ver la letra pequeña, que la habrá, Junts exhibe con euforia el traspaso a la Generalitat de las competencias en inmigración y la publicación de los datos que permitirán que la Generalitat elabore las balanzas fiscales. El primer logro encaja a la perfección en la nueva estrategia de Junts, un partido que ha tenido que guardar el señuelo de la independencia exprés y buscar otros objetivos. Tras años ocupados con el procés, ahora muchos neoconvergentes andan más preocupados por la supuesta disolución de la identidad catalana en una Cataluña que ya no reconocen por la creciente inmigración. De ahí que pretendan crear el relato de que la Generalitat debe poder elegir cuánta inmigración acepta y con qué perfil. Las balanzas fiscales también son claves para el nuevo discurso de Junts, que parece querer recuperar como bandera las exigencias de una financiación a medida para Cataluña que la salve del “expolio” actual.

Las dos cesiones pueden ser complicadas de digerir para el Gobierno, pero al mismo tiempo pueden convertirse en sus mejores aliadas para una legislatura duradera. Al fin y al cabo, ni la amnistía, ni la transferencia de competencias son platos rápidos de cocinar. Por ello, y pese a los discursos incendiarios de algunos de sus dirigentes, Junts quiere una legislatura larga. Aunque disimule bien.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Más información

Archivado En