Aragonès ficha a la politóloga Astrid Barrio para el diseño de la propuesta de referéndum pactado
La profesora de la Universitat de València siempre ha marcado distancias con las tesis independentistas
La politóloga Astrid Barrio formará parte del comité de sabios de la Generalitat que diseñará el diseño del llamado acuerdo de claridad, la propuesta de cómo hacer un referéndum pactado que Pere Aragonès quiere negociar con el Gobierno central. El nombre de Barrio, profesora de la Universitat de València, es relevante porque está alejado de las tesis del independentismo y muestra la voluntad del Govern d...
La politóloga Astrid Barrio formará parte del comité de sabios de la Generalitat que diseñará el diseño del llamado acuerdo de claridad, la propuesta de cómo hacer un referéndum pactado que Pere Aragonès quiere negociar con el Gobierno central. El nombre de Barrio, profesora de la Universitat de València, es relevante porque está alejado de las tesis del independentismo y muestra la voluntad del Govern de ampliar el aspectro ideológico en la elaboración de esa hoja de ruta.
La propia Barrio y fuentes del Govern han confirmado la participación en el comité de expertos, que coordinará el doctor en Teoría Política y profesor de la Universidad Pompeu Fabra Marc Sanjaume. En un artículo de El Periódico de Catalunya, publicado este viernes, la politóloga defendía el mecanismo planteado por Aragonès en la redacción del acuerdo de claridad como “una oportunidad para afrontar un debate que hasta ahora en Cataluña no se ha producido”. De momento, sin embargo, Junts, la CUP y el PSC se han desmarcado y criticado que se tire adelante con una vía que el Parlament ya ha rechazado.
“Será posible abordar, desde la serenidad del debate académico, cuáles son los mejores instrumentos para resolver conflictos políticos de esta naturaleza en sociedades políticas homologables a la nuestra, y eventualmente y sin quedar atrapados en el referéndum, proponer alternativas o instrumentos, tanto a la sociedad como al conjunto de fuerzas políticas, que enriquezcan el debate y permitan, quizás, abrir sendas hasta ahora inexploradas”, añadía la politóloga.
Barrio había dado el paso a la política en 2019 con la fundación de la Lliga Democràtica, un partido donde aterrizaron exmilitantes de Convergència, el PP y Unió Democrática. Se trata de un proyecto político que no llegó a buen puerto, pero cuyo espíritu fundacional permite ubicar ideológicamente a la experta elegida por el Govern para su comisión: “Ha llegado la hora de ofrecer a los catalanes descontentos, desconcertados y desilusionados con los estériles resultados del proceso independentista una opción política catalanista sin complejos que haga del diálogo, el pactismo y el buen gobierno su razón de ser”, decía la nota con que la Lliga anunció su registro como partido.
El propio Aragonès esbozó, el pasado martes, cómo será el proceso participativo con que quiere dar forma a la propuesta de acuerdo de claridad. En un primer momento, el Govern publicará unas preguntas que, considera, deben ser resueltas dentro de un proceso que busque diseñar una salida democrática al conflicto político. Estas serán la base del trabajo del comité de expertos, que elaborarán una primera propuesta. Esta, posteriormente, será llevada a tres ámbitos de debate: una mesa de partidos políticos, otra de entidades sociales y una última, focus groups con 800 ciudadanos, escogidos por sorteo. Después de ello, el Santjaume, Barrio y el resto de miembros (también estarán Pau Bossacoma, Elisenda Casañas y Josep Lluís Martí) intentarán unirlo todo y elaborar la propuesta final, que se elevará al Ejecutivo.
La politóloga, en el artículo, insta a Aragonès a “estar dispuesto a asumir que el resultado final de la iniciativa bajo ningún concepto ha de estar predeterminado”. Y advierte: “De no ser así habría que preguntarle, honestamente, de qué sirve, más allá de ser una coartada”. Aragonès había asegurado que dentro del comité de expertos se buscaría la transversalidad y la diferencia de criterios y Barrio muestra la apuesta real del Ejecutivo por ir en esa dirección.
La Moncloa, en múltiples ocasiones, ha dejado claro que no piensa negociar ningún tipo de referéndum. La idea del acuerdo de claridad esta inspirado en el caso de Quebec y la elaboración de una ley con las condiciones que debería tener un referéndum de independencia en Canadá. De momento, la única propuesta que se conoce es la de ERC y figura en su última ponencia política. Proponen la pregunta sometida a votación de los catalanes tendría que ser clara, “como la del referéndum del 1 de octubre de 2017″ (aquella fue: ¿quiere usted que Cataluña sea un Estado independiente en forma de república?); que se pueda votar desde los 16 años; y que se acepte negociar la independencia si el sí en referéndum alcanzara más del 55% de los votos; la participación, el 50%.
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