Xavier Trias se reivindica como un látigo contra Ada Colau con permiso expreso de Puigdemont

El candidato de Junts por Barcelona ofrece en el Círculo Ecuestre una conferencia donde abraza sin complejos las políticas de orden para reconquistar la alcaldía

El candidato de JxCat a la alcaldía de Barcelona, Xavier Trias, durante su participación este lunes en una conferencia coloquio organizada por el Círculo Ecuestre.Andreu Dalmau (EFE)

Xavier Trias tiene 76 años y parece poner empeño en demostrar que transita por una fase vital donde le preocupa bastante poco lo que se pueda pensar de él. Siempre y cuando no se ponga en duda que es una persona de orden. “Barcelona no es jolgorio y aquí no se puede hacer lo que uno quiera”, afirma. Trias ofreció este lunes una conferencia en el ...

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Xavier Trias tiene 76 años y parece poner empeño en demostrar que transita por una fase vital donde le preocupa bastante poco lo que se pueda pensar de él. Siempre y cuando no se ponga en duda que es una persona de orden. “Barcelona no es jolgorio y aquí no se puede hacer lo que uno quiera”, afirma. Trias ofreció este lunes una conferencia en el Círculo Ecuestre, donde algo más de 70 invitados, hombres, en su práctica totalidad, escucharon las propuestas de quien pretende reconquistar el mando de Barcelona. Trias fue alcalde cuatro años y se autoproclama un forzudo ariete para derribar las medidas desplegadas por Ada Colau. “La gente está cansada y extraordinariamente enfadada con el estilo de gobernanza de la señora Colau”, dijo, al tiempo que apuntaba que “la ciudad no está tan mal como decimos todos”.

Su charla ante los representantes de la clase empresarial barcelonesa la tituló “La Barcelona que funciona” y dejó claro que afronta las elecciones defendiendo sin complejos un modelo de ciudad que abraza los “hoteles de cinco estrellas, porque dan trabajo” y “el turismo de lujo, de ferias y de congresos”, mientras rehuye conceptos como el “low cost”, el tranvía urbano o el “turismo de despedidas de soltero”. Tampoco le gustan determinadas políticas sociales: “Solo entiendo la lucha contra la pobreza creando actividad económica y puestos de trabajo, no dando subvenciones a los pobrecitos”, manifestó.

El veterano político se hizo de rogar para encabezar la lista de Junts en las próximas elecciones municipales y ahora no pierde ocasión para destacar que él va por libre. No atarse con nadie como camino más rápido para gustar a muchos. Trias arranca la carrera electoral tras haber confesado que, si no gana, se va a su casa, que no tiene ningún interés en quedarse haciendo oposición. Con tal de gobernar pactará casi con quien sea, dijo en el Círculo Ecuestre. La línea roja la marca, otra vez, Colau. “No seré alcalde con sus votos”, dijo.

Una vez dejó bien claros los términos con respecto a la alcaldesa, Trias fue interrogado acerca de qué trato tiene con Carles Puigdemont, otro nombre que causa cuanto menos incomodidad en los salones del Círculo Ecuestre. “A mi Puigdemont me ha dicho que haga lo que me de la gana”, soltó el candidato, consciente de que estaba frente un auditorio donde las arengas de tono excitado gustan poco. “Con Puigdemont tengo una relación personal afectuosa, pero aun es la hora que me llame para decirme qué tengo que hacer”.

No esquivó declararse independentista y tiró de argumentario para recalcar el supuesto maltrato que recibe Cataluña de las instituciones del Estado. Sin embargo, señaló que “para ganar las elecciones de una ciudad hay que hablar de temas de ciudad”. A su parecer, uno de los males de Barcelona anida dentro de sus calles y de sus casas. “Vas por el mundo y la gente habla bien de Barcelona, pero los barceloneses estamos indignados y hemos perdido la autoestima”.

Trias sabe lo que es tocar poder, antes de ser alcalde había sido consejero del Govern de Jordi Pujol, y es presentado como un actor de peso para recomponer el descalabro que hay en Junts per Catalunya, con la presidenta del partido, Laura Borràs, a la espera de conocer la sentencia a su juicio por corrupción. El alcaldable niega ser una figura de “contraposición” a Borràs, pero advierte que ante una eventual condena él tiene claro como debería actuar la líder de la formación: “son situaciones en las que hay que ser muy generoso”, opina.


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