La investigación sobre el choque de trenes en Sant Boi se centra en aclarar si había desperfectos en la vía

El juez y los Mossos tratan de reconstruir el accidente analizando el tramo de raíles y visionando las cámaras de seguridad

Técnicos y operarios faenan en el lugar donde este lunes se produjo un accidente ferroviario con un muerto y 86 heridos.Quique García (EFE)

La investigación para descubrir las causas del choque entre dos trenes en Sant Boi del Llobregat este lunes se centra en averiguar si las vías gestionadas por Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) presentaban desperfectos o acusaban un mal estado de c...

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La investigación para descubrir las causas del choque entre dos trenes en Sant Boi del Llobregat este lunes se centra en averiguar si las vías gestionadas por Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) presentaban desperfectos o acusaban un mal estado de conservación. El accidente se saldó con la muerte de un maquinista y más de 80 personas heridas, y el tramo donde el convoy de pasajeros colidió contra un mercancías cargado de potasa estaba afectado por una limitación temporal de velocidad (LTV), una señalización excepcional que obliga a circular a un máximo de 30 kilómetros por hora, la mitad de lo que es habitual en ese ramal.

Los Mossos d’Esquadra y el Juzgado de Instrucción 5 de Sant Boi han abierto una investigación y el juez, acompañado por el fiscal y un forense, inspeccionaron el lugar de los hechos para recabar indicios. También la Inspección de Trabajo ha abierto diligencias. Ferrocarrils confirmó que en el tramo del choque la velocidad estaba restringida y puso de relieve que la medida responde a unos trabajos de “retirada de balasto”.

Fuentes cercanas al colectivo de maquinistas apuntan que la disfunción en ese trecho de la línea Llobregat-Anoia no era nueva, sino que hacía días que el estado de la vía interfería el tráfico de trenes. Según informó la emisora RAC1, los maquinistas habían alertado a los técnicos de FGC de los problemas que presentaba el tramo. La compañía declinó hacer valoraciones referentes a las supuestas advertencias dadas por los trabajadores. Marta Subirà, presidenta de FGC, declaró que, por lo pronto, es necesario “analizar si la velocidad era correcta y si la carga también lo era. Ahora no lo podemos determinar” aseguró, emplazando las conclusiones a la investigación que está en marcha. Los Mossos d’Esquadra ya han comenzado las tareas de análisis de la caja negra de los dos trenes y, además, están visionando las imágenes de las cámaras de seguridad exteriores e interiores para reconstruir los momentos previos al encontronazo.

El accidente de tren en Sant Boi del Llobregat es el siniestro más grave en los 43 años de historia de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC). El fallecimiento de Albert, el maquinista que iba a los mandos del tren de pasajeros que chocó contra un mercancías, ha causado una profunda conmoción entre sus compañeros. Era un profesional joven, de 29 años, que ingresó en FGC en 2019. Primero se desempeñó como agente de estación y, en cuanto salió una promoción, se alistó para ingresar en el cuerpo de maquinistas. En FGC trabajan 1.500 personas. La edad media del personal es de 44 años y la antigüedad media de los trabajadores en la empresa es de 16 años. “El accidente era inevitable”, afirman fuentes del sindicato Semaf, la agrupación que ampara a los maquinistas de tren de España. “No tuvo ninguna posibilidad de frenar a tiempo para evitar el impacto”, analizan las mismas fuentes.

El tren que pilotaba Albert iba cargado con un centenar de viajeros. Había dejado atrás la estación de Sant Boi de Llobregat y, sobre las seis de la tarde, al trazar una curva se cruzó con un convoy que iba cargado de potasa. “Lo que él pudo ver era que el mercancías estaba parado, cuando se dio cuenta de que había vagones descarrilados ya era tarde”, juzgan desde Semaf. Pese a circular a una velocidad anormalmente reducida, la distancia de frenado de un tren cargado no es inferior a 300 metros.

Las incógnitas se centran en las causas que provocaron el descarrilamiento de los vagones del tren de mercancías. “Si se estaba trabajando en el balasto, es fácil pensar que había algún problema de peralte o que la vía se ensanchó bajo el peso del mercancías”, razonan fuentes conocedoras de la infraestructura ferroviaria. El balasto son las piedras que rellenan los huecos entre los rieles y las traviesas. Juegan un papel fundamental en dar solidez a la infraestructura y evitar el hundimiento de la plataforma.

El representante del sindicato CCOO en Ferrocarrils de la Generalitat, Ricard Beumala, exigió que “cuando se sepan las causas” del accidente se diriman responsabilidades. Beumala asegura que el sindicato estará “muy atento” al proceso de investigación de las causas del choque. Beumala detalló que los vagones de potasa pesan menos que la locomotora y eso los hace más inestables sobre la vía. “Esta es una zona donde los trenes iban poco a poco. Estamos a la espera del resultado de la investigación para saber por qué descarriló el vagón”, explicó Jordi Puigneró, vicepresident de la Generalitat y responsable de la consejería de Territorio, la cartera de la que depende FGC. “Afortunadamente la velocidad de los trenes era reducida, sino las consecuencias hubieran sido todavía peores”, apuntó la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, en una rueda de prensa donde también informó que los ocho viajeros heridos que necesitaron ingreso hospitalario ya habían sido dados de alta este martes.

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