“Great Wall Motors quiere aterrizar en Europa y tenemos que estar atentos”
El consejero de Empresa y Trabajo de la Generalitat afronta su mandato con el cierre de Nissan como paradigma de la necesidad de la reconversión industrial de Cataluña mientras espera saber dónde ubicará Volkswagen su fábrica de celdas de baterías en España
Roger Torrent (Sarrià de Ter, Girona, 42 años) ha pasado de la agitación política de presidir el Parlament a la realidad de las crisis industriales como consejero de Empresa y Trabajo. Afronta su mandato con el cierre de Nissan como paradigma de la necesidad de la reconversión industrial de Cataluña mientras espera, asegura, saber dónde ubicará Volkswagen su fábrica de celdas de baterías en España. Y mantiene la puerta abierta a ...
Roger Torrent (Sarrià de Ter, Girona, 42 años) ha pasado de la agitación política de presidir el Parlament a la realidad de las crisis industriales como consejero de Empresa y Trabajo. Afronta su mandato con el cierre de Nissan como paradigma de la necesidad de la reconversión industrial de Cataluña mientras espera, asegura, saber dónde ubicará Volkswagen su fábrica de celdas de baterías en España. Y mantiene la puerta abierta a Great Wall Motors (GWM).
Pregunta. 2021 acabó con 7.500 empleos destruidos en la industria. ¿Qué falla?
Respuesta. El dato es aislado, y explica los cierres anunciados en 2020 y que se han ejecutado ahora, cuyo caso más claro es Nissan. Hay que decir que en 2021 se generaron 77.000 contratos más en la industria, con cifras muy similares a las de 2019. Nuestro objetivo, y casi una obsesión, es la reindustrialización de Cataluña. Ahora estamos en el 19,8% del peso de la industria, similar al de la Unión Europea, pero queremos ir más allá, hasta el 25%. Es cierto que, durante demasiados años, ha habido un discurso que hacía buena la frase que dice que la mejor política industrial es la que no existe, pero es absolutamente necesaria.
P. Esos cierres se deben a que las empresas no han apostado por Cataluña para hacer el salto, por ejemplo, al coche eléctrico. ¿Por qué nos quedamos atrás?
R. Seguiremos haciendo esfuerzos para captar inversión extranjera, pero con eso no es suficiente. Hay que saber qué hacen esas industrias y qué necesitan para ponerse al día.
P. El hub de descarbonización (D-hub) liderado por QEV y BTech será finalmente el que se instale en la parcela de Nissan en la Zona Franca. ¿Es un proyecto consolidado?
R. Es estratégico porque aporta un valor añadido y desde el punto de vista laboral podemos garantizar los empleos perdidos con Nissan. Creemos que hay recorrido y ahora en lo que estamos trabajando es en concretar sus necesidades de espacios, productivas y su solvencia.
P. Pero no era la primera opción. ¿Qué pasó con Great Wall?
R. Hicimos todo el esfuerzo posible y más para que pudiera aterrizar en Cataluña, desde el punto de vista de ayudas, de la propuesta de Zona Franca e incluso de relaciones institucionales. Pero ellos han tomado otro tipo de decisión, que no quiere decir que cortemos la relación. Ellos quieren aterrizar en Europa \[a través de una fábrica nueva y no han desvelado dónde\] y nosotros debemos estar preparados.
P. ¿Les han ofrecido terrenos?
R. Mantenemos el diálogo abierto, pero de momento no han concretado nada más.
P. ¿Mantienen conversaciones con otras marcas asiáticas?
R. Hay diferentes conversaciones con diferentes propuestas. Algunas incipientes y otras que han avanzado un poco más. No hay nada concreto. Trabajamos continuamente. Acció tiene hoy más de 400 carpetas de posibles proyectos de inversión.
No nos consta que haya una decisión tomada sobre la fábrica de baterías”
P. ¿Por qué no acaba de cuajar ninguna gran inversión?
R. Diría que no es cierto. Acabamos de anunciar la inversión más importante de les Terres de l’Ebre, Kronospan. Y está la planta de GasGas. Hay empresas de nuevas tecnologías, el centro de Pepsico y Microsoft... Muchos proyectos aterrizan en Cataluña. Y queremos aprovechar el actual momento, en el que existe una voluntad de relocalización industrial en Europa.
P. ¿Qué posibilidad hay de que la planta de celdas de baterías que Volkswagen quiere instalar en España aterrice en Cataluña?
R. Seat no nos ha hecho ninguna notificación oficial y seguiremos trabajando. No nos consta que haya ninguna decisión tomada. Pero hay que poner en valor, porque creo que lo menospreciamos un poco, que hemos conseguido la fabricación del coche eléctrico en la fábrica de Seat en Martorell. Sin eso, no podemos hablar del resto de la cadena de valor. Estamos preparados para asumir cualquier proyecto y, cuántos más, mejor, desde las celdas de baterías, al ensamblaje de estas —que se quedará en Martorell— y pasando por el reciclaje.
P. ¿Cree que las ayudas públicas para territorios menos industrializados pesarán mucho en la decisión de Volkswagen?
R. Solo sé el esfuerzo que hemos hecho nosotros, que ha sido inmenso. Seat es un socio estratégico de la Generalitat.
P. Más allá de la fábrica de baterías de Volkswagen, Extremadura y Comunidad Valenciana tienen sus propios proyectos. Cataluña, no. ¿Ha faltado empuje?
R. Hemos hecho las dos cosas: hablar con Volkswagen, porque nos jugamos mucho, y contactar con otros inversores. Y continuamos. La situación no está cerrada y cambiará mucho en los próximos años. Hay decisiones importantísimas ahora, pero habrá más.
P. ¿Los inversores extranjeros valoran que haya unidad entre la Generalitat y el Gobierno?
R. Evidentemente, es un activo que se tiene en cuenta a la hora de tomar este tipo de decisiones. Valoran la predisposición institucional y nosotros lo hemos mostrado y debemos reconocer que el Ministerio de Industria, también.
P. En la negociación de la reforma laboral en el Congreso, ¿Esquerra y Junts irán unidos?
R. Lo determinarán los grupos parlamentarios. Para mí lo que es relevante es el texto final y cómo impacta esto en la realidad laboral de Cataluña. En la propuesta del Gobierno echamos de menos algunas cuestiones de calado: no es la reforma laboral que necesita la economía de Cataluña y no cumple las expectativas que había fijado el propio Gobierno. La Generalitat debería recuperar la autorización administrativa de los ERE, que permitiría actuar en cierres de empresas y mejorar las condiciones de mediación. Y deberían prevalecer los convenios autonómicos sobre los estatales.
No es la reforma laboral que necesita Cataluña ni la que esperaba Sánchez”
P. ¿Harán falta más inspectores de Trabajo?
R. Los inspectores forman parte de la estructura y del gasto de la Generalitat, pero quien hace los concursos y las oposiciones es el Estado. Hemos reclamado que se refuerce el cuerpo de inspectores y para 2022 hemos previsto una dotación presupuestaria que permitiría incrementarlo.
P. Usted está en la mesa de diálogo. ¿Qué se puede hacer para desencallarla?
R. Ser responsable con los acuerdos tomados. Si el Estado tiene que hacer otra propuesta, que la ponga sobre la mesa. Nosotros defendemos la autodeterminación y la amnistía, porque es evidente que no estamos en igualdad de condiciones si una parte de la mesa constantemente está amenazada judicialmente. Yo mismo estoy en un proceso en el que me piden la inhabilitación.