Barcelona se lanza a captar turismo navideño para capear la crisis
El sector, ahora alineado con el Ayuntamiento, quiere ser referente en el sur de Europa
Barcelona quiere ponerse guapa para Navidad. Tanto para los barceloneses como para foráneos, nacionales e internacionales —con permiso de la pandemia— que suelen visitar ciudades en las minivacaciones navideñas. La idea está clara por parte del Ayuntamiento de Barcelona, que cree que la ciudad puede proyectar una interesante imagen de cómo celebrar un...
Barcelona quiere ponerse guapa para Navidad. Tanto para los barceloneses como para foráneos, nacionales e internacionales —con permiso de la pandemia— que suelen visitar ciudades en las minivacaciones navideñas. La idea está clara por parte del Ayuntamiento de Barcelona, que cree que la ciudad puede proyectar una interesante imagen de cómo celebrar unas fiestas que tradicionalmente giran en buena parte en torno al consumo. “El objetivo ya estaba claro desde el inicio de este mandato pero apenas pudimos esbozarla por la pandemia. Este año empezamos a marcar esa estrategia que irá a más”, explica Jaume Collboni, primer teniente de alcalde y responsable del área económica. De paso, el Consistorio intenta desestacionalizar el turismo en la ciudad, un objetivo que se marcó en los primeros compases de la legislatura.
Con esta nueva aproximación al turismo navideño, el Ayuntamiento busca pasar página definitivamente a polémicas del pasado, cuando, con la llegada de Ada Colau a la alcaldía, se anunció una reducción del alumbrado navideño para ahorrar energía y se echaron atrás proyectos de la etapa de Xavier Trias como la pista de hielo en plaza de Catalunya. Los comerciantes y el sector turístico vieron en la maniobra de Colau un ataque a sus intereses y, de hecho, la alcaldesa tuvo que rectificar algunos de sus anuncios.
Los responsables de Turisme de Barcelona van más allá y creen que concentrando el mensaje y esfuerzos la ciudad puede convertirse en un referente del turismo navideño del sur de Europa. “La oferta comercial, gastronómica y cultural es de primer nivel para pasar unos días”, asegura Marian Muro, directora del consorcio que hace una campaña para promocionar la ciudad en los trenes AVE.
Una de las medidas de esa estrategia que más se percibe es la iluminación navideña. Renovada y con un discurso que pone el acento en el diseño, en esta ocasión de la mano del estudio de Antoni Arola, especialmente en la plaza de Catalunya, la Gran Via y la calle de Aragó. Unas apuestas, las dos últimas, muy alejadas de la tradicional iluminación de los últimos años. La idea es crear una nueva marca de diseño navideño que personalice Barcelona.
Este año, además, se han añadido nuevas vías, como la Ronda de Sant Pere, que se suma a las incorporadas en los últimos años, como la plaza de Urquinaona, o la Via Laietana. En total, 100 kilómetros de calles iluminadas. “Queremos que quede claro que Barcelona celebra las Navidades”, asegura Collboni.
También es nuevo el montaje alegórico a la Navidad de la plaza de Sant Jaume y Ferran, un recorrido en el que aparecen —un tanto dispersas— las figuras tradicionales de un pesebre navideño del que destacan los grandes perfiles del asno y el buey en las fachadas de la Generalitat y el Ayuntamiento, respectivamente.
Una iluminación extra y singular que ha requerido de más recursos: este año se han destinado 2.100.000 euros frente a 1.620.000 del año pasado. Un esfuerzo concentrado en gran medida en los ejes centrales de la ciudad, que siguen siendo a los que más les está costando remontar la crisis del coronavirus. Y que también llega al resto de los ejes comerciales de la ciudad en los que el Ayuntamiento este año aporta el 75% del coste de la iluminación, como ya lo hizo en 2020. En esos ejes la renovación de la iluminación no ha sido total y destaca la del los que rodean la Sagrada Familia.
Claro que uno de los espectáculos más llamativos de la iluminación navideña es de pago: el llamativo montaje que ha realizado el recinto histórico de Sant Pau, con un recorrido que cada tarde se llena de cientos de personas. Otra iniciativa singular es la que se podrá ver a partir de la semana que viene en los Jardines de Pedralbes, con el espectáculo Natura encesa.
Luces navideñas aparte, este año el Consistorio sigue apostando por incluir iniciativas culturales en la calle como el centenar de conciertos que se desarrollarán de forma muy heterogénea por los barrios. Y también se apuesta por este tipo de actividades para el centro de la plaza de Catalunya, justo bajo la gran pérgola lumínica, con el espectáculo Ombrana, que llenará de circo, teatro y música en directo y que podrá acoger hasta 1.000 personas sin reserva previa, a diferencia del funcionamiento del año pasado. Un espectáculo de calle multidisciplinario, pensado para todos los públicos.
Barcelona repite los buses turísticos nocturnos para contemplar las luces navideñas. Y este año estrena una iniciativa solidaria, el Taxiluz, de taxistas que harán un recorrido por las principales calles engalanadas para colectivos vulnerables como ancianos que viven en residencias o niños en tratamiento oncológico.
El Campamento Real de Badalona, en peligro
El exalcalde de Badalona, Xavier García Albiol, advirtió este lunes que la ciudad está a punto de quedarse sin Campamento Real por la “incompetencia” del actual gobierno municipal. En una nota de prensa, explicó que el Campamento Real se tenía que haber instalado en el Parque de Montigalà a partir del 29 de diciembre. Sin embargo, el Ayuntamiento ha tenido que suspender la contratación porque la intervención municipal alertó de que no se había hecho correctamente el último informe necesario para completar los trámites. Albiol asegura que los actuales concejales ignoran que tenían que cumplir unos plazos y han puesto en peligro el campamento. Por su parte, el actual primer teniente de alcalde, Àlex Montornès, ha advertido de que la actual situación la provocó el propio Albiol deteniendo todos los procedimientos antes de perder la alcaldía.