El patinete que no deja circular por la acera
La movilidad urbana gana peso en la feria Smart City Expo con el nuevo salón Tomorrow Mobility
La movilidad urbana ha ganado peso en cada edición del Smart City Expo, que estos días recupera la presencialidad y cumple diez años en la Fira de Barcelona. La cita estrena, además, la edición piloto de un nuevo congreso: ...
La movilidad urbana ha ganado peso en cada edición del Smart City Expo, que estos días recupera la presencialidad y cumple diez años en la Fira de Barcelona. La cita estrena, además, la edición piloto de un nuevo congreso: Tomorrow Mobility. La tecnología ha avanzado tanto, que no solo ofrece soluciones de futuro (autobuses a demanda, lanzaderas autónomas o robots para entregar paquetes); sino que resuelve conflictos que plantea la movilidad actual.
Es el caso de un patinete eléctrico equipado con una tecnología que acaba con los problemas generados por estos vehículos tan populares: no permite circular por la acera (porque se frena); y si el usuario lo aparca mal, puede estacionarse correctamente en remoto. Es de la empresa Spin, filial de micromovilidad del gigante Ford, que tiene patinetes de alquiler en ciudades como Tarragona.
El director de alianzas institucionales de la firma, Roger Puigví, explica que los nuevos patinetes llevan una tecnología de asistencia basada en imagen e inteligencia artificial desarrollada por la start-up Drover.ai: paraliza el patinete si detecta que circula por la acera o se aproxima a un peatón. “Evita conflictos desde el minuto uno que circula el patinete”, señala, y añade que los patinetes que tienen dos ruedas delanteras también pueden incorporar una tecnología que lee el entorno, de manera que si el usuario los aparca donde no toca (en una acera o ante un portal), se pueden desplazar en remoto.
En el capítulo del transporte de pasajeros destaca el pequeño autobús autónomo Auve Tech, fabricado en Estonia. Un vehículo sin conductor (de entre seis y ocho plazas) que opera a partir de un exhaustivo mapeo previo del espacio por donde circula, ayudado por sensores y cámaras. Está integrado en la red pública de transporte de Tallin, donde resuelve la movilidad en un barrio de calles muy estrechas, detalla la responsable de seguridad, Paula Johana Adamson. También presente en ciudades o empresas de Finlandia, Grecia o Polonia, está pensado para resolver la movilidad de pocos pasajeros en rutas cortas y espacios limitados, como parques empresariales o cementerios.
Entre las tecnológicas al servicio de la movilidad está Shotl, desarrolladora de la plataforma que soporta servicios de movilidad a demanda, como el autobús de TMB en Torre Baró, un microbús para trayectos de empleados en el aeropuerto de Munich, o para llevar al cole a alumnos de una zona rural de Inglaterra, cuenta Jonàs Rodríguez.
Otro ejemplo práctico del uso de la tecnología aplicada a la movilidad en las urbes es el robot autónomo Deliverbot para realizar el último tramo de las entregas de paquetería, la llamada última milla. Es una caja (que cuando llega al punto de entrega abre la tapa) con cuatro ruedas y equipado con sensores y cámaras que le permiten incluso parar ante un semáforo. En zonas peatonales, se maneja a distancia, cuenta el director general de Delivers.ai, Ali Kutay Yarali. En España uno de sus primeros clientes será Madrid Futuro. Y la ergonomía y el confort han llevado a la alianza entre la empresa de carretas Vila y Moeevo a diseñar el nuevo carro de reparto para los carteros de Correos, traccionado por un hooverboard (las ruedas de juguete con las que se desplazan algunos niños).
La ‘smart city’ también mejora el día a día de los carteros
La Smart City es muchas cosas: datos para gestionar servicios públicos, inteligencia artificial para robots que reparten paquetes, o algoritmos que optimizan rutas de transporte. Todo esto está esta semana en Barcelona en las ferias Smart City Expo y Tomorrow Mobility.
Como también el nuevo carro de reparto de Correos ideado entre la empresa de carretas Vila y la de soluciones de movilidad eléctrica Mooevo. Algo tan aparentemente sencillo como dotar al carro de manillar y ruedas más grandes (para reducir el peso que empujan los carteros empujen) y traccionarlo con un 'hooverboard' (las ruedas eléctricas). “De media, un 11% de la plantilla está de baja”, señala ante el invento el director de Mooevo, Ignacio Estellés, sobre un sistema que ideó “para ayudar a un amigo que tiene un hijo que usa silla de ruedas”.