El Govern apura la negociación con la CUP tras su veto a las cuentas
Los militantes anticapitalistas optan por la enmienda a la totalidad de los presupuestos
El Govern decidió este martes exprimir las negociaciones con la CUP después de que la militancia de los anticapitalistas resolviera presentar una enmienda a la totalidad a las cuentas pero a la vez seguir buscando un acuerdo. La consulta arrojó un doble resultado claro: el 62% de los afiliados optó por la enmienda pero el 68% seguir conversando. El plazo para presentarla expira el lunes y a ese calendario se agarra el Govern...
El Govern decidió este martes exprimir las negociaciones con la CUP después de que la militancia de los anticapitalistas resolviera presentar una enmienda a la totalidad a las cuentas pero a la vez seguir buscando un acuerdo. La consulta arrojó un doble resultado claro: el 62% de los afiliados optó por la enmienda pero el 68% seguir conversando. El plazo para presentarla expira el lunes y a ese calendario se agarra el Govern para intentar seducir a los anticapitalistas. “Les pedimos que rectifiquen: hay tiempo para seguir negociando”, ha dicho la portavoz Patrícia Plaja. El president Pere Aragonès y el consejero de Economía, Jaume Giró, se han reunido por la tarde hora y media con diputados de la CUP para explorar una solución y les han reclamado que concreten sus demandas para cerrar un pacto.
Eulàlia Reguant, diputada de la CUP, anunció el resultado de la consulta justo cuando acababa el Consell Executiu de este martes. De los 509 militantes inscritos en las asambleas —la CUP no facilitó el censo global porque la conforman 11 entidades cada una con un censo propio—, 462 votaron y un 62% de ellos optó por tumbar las cuentas. La parlamentaria ha sostenido que el resultado es una triple enmienda al Govern: primero por normalizar su relación con el PSOE, Foment y Aena y no avanzar en el ejercicio al derecho a la autodeterminación; el segundo porque apuntala el modelo “sociovergente” y el tercero porque son unos presupuestos “continuistas”. Con todo, Reguant, que ha achacado la baja participación en la consulta por la actual “desafección” a este Govern, afirmó que su voluntad es seguir negociando hasta el final y ha convenido que la enmienda se podrá retirar.
La portavoz del Govern no ha entrado a discutir esas cuestiones. “Son unos presupuestos expansivos de más de 38.000 millones de euros y sociales”, ha señalado en alusión a que tres de cada cuatro euros se destinan a gasto social. “Ha participado en ellos la CUP y se seguirá hablando”. El Govern ha transmitido la idea de que el acuerdo con los socios preferentes es todavía posible y no ha aclarado si iniciarán algún acercamiento al PSC o a En Comú Podem, que han mostrado su predisposición a negociar. “Creemos que Cataluña tendrá presupuestos y estamos a tiempo de que sean con la CUP”, ha dicho Plaja.
La situación que se generará es una incógnita: no se sabe si los anticapitalistas reivindicarán mejoras sociales después de que el Govern cediera en los grandes proyectos —el del Hard Rock o el de los Juegos Olímpicos de Invierno— o si reclamarán algún avance en el tema estrictamente del procés. Reguant ha precisado que en las próximas horas los espacios de decisión de la candidatura estudiarán y analizarán el resultado de los debates para ver si se pueden desencallar o no. O si
Los consejeros del Govern y las direcciones parlamentarias de Junts y Esquerra celebrarán este miércoles al mediodía una reunión para activar todos los resortes y atraer a la CUP. Los dos socios mayoritarios han coincidido en la necesidad de preservar la mayoría independentista, formada por 76 diputados (33 de ERC, 32 de Junts y 9 de la CUP). La mayoría absoluta está fijada en 68. Aragonès ha apelado reiteradamente a proteger la mayoría “del 52%”, en alusión al porcentaje de votos de los tres grupos independentistas más los del PDeCAT, ahora extraparlamentario, para preservar esa mayoría, ya agrietada desde que en el Debate de Política General la CUP se quedó sola pidiendo un referéndum unilateral.
Marta Vilalta, portavoz de Esquerra, ha subrayado que la apuesta de los republicanos es aprobar las cuentas con la CUP y defendió que los presupuestos son fieles al acuerdo de investidura. El consejero Giró, independiente fichado por Junts, quiso la semana pasada sintetizar la comodidad del Govern afirmando que habrá “presupuestos o presupuestos” en referencia a que el PSC o los comunes podían abstenerse (estos últimos ya lo hicieron en las cuentas de 2020). “A eso nosotros decimos presupuestos con la CUP”, replicó Vilalta. Mònica Sales, portavoz parlamentaria de Junts, apuntó con cierto sarcasmo que su partido no está “dispuesto a tirar a la papelera de la historia los presupuestos del 52%”, en clara alusión a la frase que acuñó la CUP tras forzar en 2015 a Artur Mas a renunciar a la investidura. Sales ha instado a Esquerra a alcanzar un acuerdo con la CUP porque recordó que ambos partidos cerraron un acuerdo de investidura y que Junts ya ha cumplido su parte en los presupuestos.
El PSC da por “rota” la mayoría de la investidura
Todos los grupos del Parlament, salvo el PSC, han fijado su posición ante el debate presupuestario. Toda la bancada de la derecha, Vox, Ciudadanos (Cs) y PP, presentarán enmienda a la totalidad y En Comú Podem está en esa posición pero condicionada a una eventual negociación. Todo apunta a que el PSC está a la expectativa del desenlace final de las conversaciones entre el Govern y la CUP para decidir.
Tras conocerse el resultado de la consulta de la CUP, Alícia Romero, portavoz socialista, subrayó que se ha “roto” la mayoría de la investidura y advirtió que el PSC es “incompatible” con la CUP. “Le decimos al Govern que hay otras mayorías y que no mercadee; que no deje el país en manos de la CUP”, dijo.
Jéssica Albiach, líder del grupo de los comunes, defendió un gran pacto para que las cuentas prosperen: “Es mejor un consenso amplio. Esto no va de independentistas o no independentistas, sino de hacer un frente común para recuperar el país. Ni nos resignamos ni firmaremos un cheque en blanco”. Los comunes tildan los presupuestos de “continuistas” y que adolecen, por ejemplo, de un plan de salud mental, que prevén gastar más en carreteras que en trenes y que se prevén cuatro millones en el plan piloto para la renta de ciudadanía cuando el Ayuntamiento de Barcelona desembolsa 17. Carlos Carrizosa, de Ciudadanos, vaticinó que la CUP retirará la enmienda: “Es todo teatro. Es solo un instrumento de negociación”.