58 editoriales independientes salen en defensa de la feria Liberisliber

La cita no se celebra este año por falta de ayuda institucional, dice la organización, mientras la Generalitat resta singularidad al evento y recuerda que se le ofrece “las vías de la concurrencia competitiva que existen para todos”

Una vista de la feria Liberisliber de Besalú, en 2018.Vadbuch

Como “síntoma de las dificultades que a menudo encuentran las entidades para sacar adelante proyectos colectivos” y también consecuencia de “una determinada distribución de los recursos y los apoyos económicos e institucionales”, marcados en lo público por “dinámicas clientelares entrelazadas con intereses políticos”. Así es como 58 pequeñas editoriales independientes interpretan que este octubre no haya podido celebrarse el festival Liberisliber en Besalú (Girona) tras el parón por falta de sopor...

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Como “síntoma de las dificultades que a menudo encuentran las entidades para sacar adelante proyectos colectivos” y también consecuencia de “una determinada distribución de los recursos y los apoyos económicos e institucionales”, marcados en lo público por “dinámicas clientelares entrelazadas con intereses políticos”. Así es como 58 pequeñas editoriales independientes interpretan que este octubre no haya podido celebrarse el festival Liberisliber en Besalú (Girona) tras el parón por falta de soporte institucional, según sus organizadores. En apoyo a su postura y recuperación, las casi seis decenas de sellos hicieron ayer público un manifiesto en favor de la feria del libro de las editoriales indies más importante de Cataluña y de las más atractivas de España.

Automática, Raig Verd, Tigre de Paper, Símbol, Blackie Books, L’Altra Editorial, Wunderkammer, Labreu Edicions, Males Herbes y Edicions de 1984 son algunas de las editoriales, tanto de Cataluña como del resto de España, participantes en algunas ediciones anteriores de Liberisliber y firmantes del escrito. En él piden “criterios de descentralización y priorización de la bibliodiversidad” y “proyectos de escala y raíz local en las políticas públicas”, así como una “previsión y anticipación presupuestaria concedida para saber con qué y cómo se puede trabajar”.

Las demandas coinciden con las que verbalizó a principios del pasado mayo a este diario el director y fundador de Liberisliber, Miquel-Àngel Codes, que solicita una estabilidad temporal y económica de las ayudas públicas para una feria que claramente está en una crisis de crecimiento: si arrancó en 2010 con apenas 15 sellos, en la edición de 2020 fueron ya 65. Del presupuesto de 45.500 euros, la Generalitat aporta un 33,9%, el Consistorio de Besalú, un 26,3% y el Ministerio de Cultura, un 16,4%. Codes demanda que esas subvenciones lleguen antes y que la cita sea declarada “feria estratégica” y no deba pasar ya por las “concurrencias competitivas”.

Desde Cultura se limitaron ayer precisamente a restarle singularidad al evento al asegurar a este diario que “siempre se ha ofrecido a Liberisliber que se presente a las líneas de concurrencia competitiva que tiene el departamento; esa es la vía abierta existente para todos los proyectos”.


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