El Cruïlla se dispone a realizar 25.000 test diarios de antígenos entre el 8 y el 10 de julio

Jordi Herreruela, director del festival, espera que mediante un protocolo que generalice los test, salas de conciertos y ocio nocturno no tarden en abrir

Ambiente en el Parc del Fòrum, en el festival Cruïlla de 2018.Albert Garcia

Estaba cantado aunque no oficialmente confirmado, pero ya no quedan dudas, el festival Cruïlla se celebrará en el Parc del Fórum entre los días 8 y 10 de julio en la que será su primera edición tras la pandemia. Tras los acuerdos firmados con la Generalitat, el Cruïlla ya cuenta con un protocolo de pruebas que serán obligatorias para todos sus asistentes, y que según Jordi Herreruela, su director, “garantizan la seguridad del público dada ...

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Estaba cantado aunque no oficialmente confirmado, pero ya no quedan dudas, el festival Cruïlla se celebrará en el Parc del Fórum entre los días 8 y 10 de julio en la que será su primera edición tras la pandemia. Tras los acuerdos firmados con la Generalitat, el Cruïlla ya cuenta con un protocolo de pruebas que serán obligatorias para todos sus asistentes, y que según Jordi Herreruela, su director, “garantizan la seguridad del público dada la fiabilidad de los test de antígenos a la hora de descubrir no ya quien porta el virus sino quien es capaz de contagiarlo”.

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Según indicó Herreruela, las pruebas, diarias, que incluyen a los vacunados, tendrán lugar en el CCIB (Centre de Convencions Internacional de Barcelona), situado junto al Fórum; las realizarán 300 sanitarios que verificarán 25.000 test en 6 horas; los test serán nasales, menos invasivos que los naseofaríngeos y más sencillos de realizar; su coste para el festival oscila entre los 12 y 15 euros por persona y día (incluyendo el despliegue de personal y el recinto, ya que el test en sí cuesta en torno a los 4,5 euros) y para los espectadores el precio será de 8,5 euros por un día, 12 por dos y 15 por los tres días de festival. En el caso de que una persona dé positivo le será retornado el importe de la entrada, así como a su acompañante en el caso de que sea conviviente, ya que el protocolo le deniega también el acceso.

Herreruela se mostró muy esperanzado en la evolución de los test, y en este sentido afirmó: “Estamos trabajando muy intensamente para que la administración presente un modelo de actuación que convierta a las farmacias en una especie de notarías de nuestra salud y allí puedan realizarse los test nasales de antígenos que permitan, espero que antes de Sant Joan, la apertura de las salas de conciertos y los locales de ocio nocturno”.

Pese a un cartel con escasa presencia internacional y el coste añadido de los test, Herreruela se mostró muy esperanzado y satisfecho por el resultado de la edición más compleja del certamen, y señaló que “el público de nuestro festival valora a los artistas nacionales y su mayoritaria presencia no representará un lastre. Luego aceptó que “este año no vamos a ganar dinero, intentaremos no perder, lo que dadas las circunstancias ya será difícil, pero es mejor para la estructura del festival realizarlo en estas condiciones que sufrir otro aplazamiento; pese a mantener nuestros patrocinadores principales, no es un buen año para el patrocinio, pues las empresas han sufrido lo suyo”.

El público, que recibirá en la entrada una mascarilla FFP2 que pagará un patrocinador, deberá usarla en el interior y sólo podrá quitársela para comer o beber en las zonas de restauración. A pesar de ello, Herreruela significó que “las normas que aplicaremos serán las mismas que aconsejen la marcha general de la pandemia y que se apliquen fuera del recinto”. El festival, que tendrá como el año pasado un ciclo paralelo de conciertos, Cruilla XXS, entre el 4 y 25 de junio en diversos escenarios de la ciudad, ofrecerá en el Fórum a cabezas de cartel como Izal, Amaral, Kase O Jazz Magnetism, Natos y Waor, Manel, La Casa Azul, Novedades Carminha, Morcheeba o Dorian entre muchos otros. Los precios oscilan entre los 51 euros diarios y los 113 del abono por los tres días.

La nueva normalidad no se escribe en inglés

Sí, la nueva normalidad está aquí, y canta bien en castellano o en catalán. Ante la imposibilidad de contratar a artistas extranjeros en gira, solo se contrata a aquellos pocos que no llevan producción y vienen con lo puesto, los artistas de casa juegan con ventaja. Los casos más obvios son los de los festivales Jardins de Pedralbes y Cap Roig, que han difuminado su glamur internacional a cambio del encanto doméstico, algo que si bien ha afectado a festivales como el Vida (del 1 al 3 de julio en Vilanova i La Geltrú) o el mismo Cruïlla, no afecta de igual manera a su personalidad. El caso es que si cada año había una serie de artistas de actualidad que paseaban por varios festivales, los Love Of Lesbian, Manel, Sopa de Cabra o María Arnal i Marcel Bagés serán este los perejiles de todas las salsas, escoltados por un gran elenco de artistas domésticos. Cabe ver cuál será la respuesta del público, aunque habida cuenta de las ganas de festival que se contienen desde 2019, las cifras pueden acabar respaldando las propuestas locales.

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