El Gobierno arropa al Rey Felipe VI en su semana más difícil mientras la Generalitat le planta
Felipe VI apoya en su visita a Martorell que un gran proyecto de electrificación de Seat sea respaldado con fondos europeos
Con Pedro Sánchez a la cabeza y la ministra de Industria, Reyes Maroto, el Gobierno se volcó para respaldar al jefe del Estado durante la visita de Felipe VI de este viernes a la planta de Seat en Martorell (Barcelona). Frente a este respaldo especialmente simbólico, la Generalitat decidió a última hora dar un plantón tanto al Rey y a Sánchez como a Seat y Grupo Volkswagen, que había desplazado a sus máximos directivos para presentar un gran...
Con Pedro Sánchez a la cabeza y la ministra de Industria, Reyes Maroto, el Gobierno se volcó para respaldar al jefe del Estado durante la visita de Felipe VI de este viernes a la planta de Seat en Martorell (Barcelona). Frente a este respaldo especialmente simbólico, la Generalitat decidió a última hora dar un plantón tanto al Rey y a Sánchez como a Seat y Grupo Volkswagen, que había desplazado a sus máximos directivos para presentar un gran proyecto de electrificación.
Un portavoz del Gobierno autonómico explicó que la ausencia de la Generalitat en la cita de este viernes se corresponde con una posición fijada desde el discurso con el que el Monarca condenó el referéndum independentista ilegal celebrado el 1 de octubre de 2017, con apenas excepciones desde entonces. Sí acudió a saludar al Rey, como es habitual en cada visita a Cataluña, el mayor Josep Lluís Trapero, jefe de los Mossos d’Esquadra, la policía autonómica. Fue el único representante de la Administración local. Pero durante la visita, que se produjo en plena tensión entre ERC y Junts per Catalunya para negociar el nuevo Ejecutivo catalán, no hubo ningún miembro del Govern, ni siquiera de perfil medio. Sí acudió buena parte del equipo económico de La Moncloa, en un claro gesto de apoyo tanto al proyecto de Seat como al Rey.
Sánchez ha sido muy crítico en las últimas semanas con el comportamiento de Juan Carlos I, pero en todo momento ha intentado contrastarlo con la “ejemplaridad” de Felipe VI. El Gobierno y la Casa del Rey tienen sobre la mesa una serie de reformas para modernizar la Monarquía y hacerla más transparente, que de momento se retrasan y no tienen fecha prevista de publicación. Se están estudiando posibilidades para sacarlas adelante en el momento político más oportuno. La sucesión de escándalos de Juan Carlos I parece estar demorando esa posibilidad. El presidente abrió en diciembre la puerta a una nueva ley de la Corona, aunque fuentes del Ejecutivo han señalado después que lo que está encima de la mesa es un conjunto de medidas y reformas legales puntuales, sin una ley como tal. El PP ofreció en su momento su respaldo siempre que fuera una reforma consensuada y apoyada por la Casa del Rey, pero lo trabajos de momento no avanzan.
El mensaje político de este viernes en Martorell fue clarísimo: el Rey y el Gobierno acuden al corazón económico de Cataluña, acompañados también por uno de los máximos representantes del empresariado catalán, Josep Lluís Sánchez Llibre, y con los principales directivos de la multinacional Volkswagen, para defender un proyecto de modernización básico para que la industria del automóvil, que según recordó Felipe VI da empleo directo o indirecto a dos millones de personas en España, pueda sobrevivir a la crisis. Y mientras, la Generalitat se quedó fuera de la imagen.
Fuentes del Gobierno se mostraron molestas por la ausencia del Govern, que atribuyen a las disputas entre ERC y Junts para la formación de un nuevo Ejecutivo, aunque también creen que el principal perjudicado de esta decisión es la propia Generalitat, ya que no se trataba de un acto del Rey sino de un apoyo político a una operación industrial fundamental para Cataluña. Tanto es así que el organizador del acto era Seat, y fue quien invitó al Govern.
En los corrillos de los políticos también estaba aún muy presente el golpe de efecto del empresariado catalán el día anterior, con el manifiesto “Ya basta, centrémonos en la recuperación”, en el que 300 asociaciones, incluidas algunas cercanas al independentismo, exigen al Govern que proteja el tejido productivo y trate de frenar los altercados en Barcelona.
La visita del Rey a Cataluña esta vez fue tranquila, al contrario que en ocasiones anteriores. Hubo protestas de medio centenar de manifestantes independentistas, pero estaban muy alejadas de la fábrica de Seat y se trató de pocas personas, por lo que no dificultaron en ningún momento el acto. Sin ningún otro acto en la agenda en Cataluña, el Rey y Sánchez regresaron de nuevo a Madrid tras la visita.
La Generalitat mantiene la línea dura
El acto de este viernes estaba convocado para celebrar los 70 años de historia de Seat, la compañía que mantiene la mayor fábrica de Cataluña. El Govern cambió de opinión sobre su presencia en las instalaciones del Baix Llobregat durante la mañana. Fuentes conocedoras de la convocatoria aseguran que el Departamento de Vicepresidencia y Economía y Finanzas había asegurado la presencia en el acto del número dos de la consejería, Albert Castellanos, de la que se habrían desdicho. Un portavoz del Govern negó la asistencia de algún miembro del Ejecutivo.
La decisión volvió a situar a la Generalitat en la línea dura en sus relaciones con el Rey. En los últimos años, pese a la complicada situación política, miembros del Ejecutivo autonómico habían participado en actos junto a Felipe VI organizados por terceros. El pasado 9 octubre, sin embargo, el Govern ya optó por no enviar a ningún representante al acto organizado por el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona en el que el Rey participó junto a Pedro Sánchez. “Donde esté el Rey español el Govern de Cataluña no estará”, dijo entonces la consejera de Presidencia, Meritxell Budó.
Miembros del PSC, Ciudadanos y del PP censuraron el plantón de la Generalitat al Monarca, decisión que sí han admitido entender desde En Comú Podem. El líder parlamentario socialista, Salvador Illa, lamentó la ausencia en una convocatoria de Seat, cuando la mayor fábrica catalana tiene previsto “una inyección de energía para la economía catalana”. “¿Y después queremos que venga la fábrica de baterías? Si estamos boicoteando las empresas por motivaciones políticas”, se preguntó de forma retórica Carlos Carrizosa, líder de Ciudadanos en Cataluña, mientras que Alejandro Fernández, del PP, ironizó sobre la ausencia, al vincularla con las buenas relaciones que supuestamente mantienen ERC y el Gobierno: “Los frutos de la mesa de diálogo de Sánchez con ERC son impresionantes”.
La negativa llega en un momento en el que la industria de la automoción debate sobre su futuro. Tras el anuncio del cierre de Nissan en Cataluña, Seat aportará una buena noticia con sus planes de inversión para fabricar un vehículo eléctrico e impulsar la transformación del sector de la automoción en Cataluña y el impulso a una primera fábrica de baterías que tiene opciones de recaer en los terrenos que Nissan dejará libres a finales de año. De hecho, entre las decenas de proyectos trabajados por la Generalitat, uno de los más importantes es el que gira en torno a la movilidad eléctrica y esa factoría, un proyecto que ha liderado Seat, pero en el que el Ministerio de Industria ha mantenido una estrecha colaboración con el Ejecutivo catalán.
Coche eléctrico fabricado en Catalaluña
El Rey fue muy claro en su discurso e incluso dio prácticamente por hecho que el proyecto de Volkswagen y su apuesta por el país con la fabricación de un coche eléctrico en las instalaciones de Martorell y el impulso de la primera fábrica de baterías en España tendrá el apoyo de los fondos europeos, algo que aún no está decidido. Fuentes del Ejecutivo señalan que este tipo de proyectos son precisamente los que se buscan para ayudarlos con el fondo de recuperación, pero aún tendrá que pasar muchos trámites hasta que se apruebe el respaldo. “El plan de recuperación que España está elaborando apoyará a empresas que, como el Grupo Volkswagen, apuestan decididamente por iniciativas como la que hoy celebramos aquí. El proyecto de localización de la producción del vehículo eléctrico de pequeño tamaño de todo el Grupo Volkswagen en España es, sin duda alguna, una magnífica noticia, y un ejemplo de cómo aplicar dichos fondos a proyectos de gran envergadura que afecten de manera transversal a nuestras capacidades industriales”, dijo Felipe VI. El fondo aún no ha empezado a repartirse.
Por su parte, el presidente de Grupo Volkswagen, Herbert Diess, aseguró que España y Seat tienen una “oportunidad histórica para transformar la industria de la automoción en España” y ha señalado la relevancia de los fondos de reactivación y del fondo Next Generation para poder cumplir ese objetivo, necesario para alcanzar los objetivos de reducción de la contaminación que marca el Green Deal de la UE. El directivo del segundo mayor grupo de automoción del mundo por volumen de ventas ha afirmado que el consorcio alemán y el Gobierno “están juntos” en esa transformación. Diess no hizo referencia directa a la construcción de la fábrica de baterías anunciada este jueves por la ministra de Industria, Reyes Maroto, que irá de la mano de un consorcio público privado junto a Seat e Iberdrola.
Antes, el presidente de Seat, Wayne Griffiths, había subrayado que el actual es “el momento” para llevar a cabo el objetivo de electrificar la planta de Martorell a partir de 2025 con el objetivo de que el peso de la industria pueda crecer en el conjunto de España. “Hace 70 años Seat puso España sobre ruedas y ahora queremos poner a España sobre ruedas eléctricas”, ha dicho, con un aviso que lleva repitiendo desde hace meses: “No podemos hacerlo solos, necesitamos el apoyo del Gobierno y de otras administraciones para que España impulse la creación del ecosistema eléctrico. No puede perder el tren de la electrificación”.