La empresa de patinetes que multó Colau ofrece ahora 2.400 motos eléctricas
La aplicación de Reby permite alquilar motocicletas idénticas de cuatro operadores
Reby, la empresa de patinetes eléctricos de alquiler de Barcelona que el gobierno de la alcaldesa Ada Colau multa regularmente por operar ilegalmente (...
Reby, la empresa de patinetes eléctricos de alquiler de Barcelona que el gobierno de la alcaldesa Ada Colau multa regularmente por operar ilegalmente (les requisó 400 vehículos), ofrece ahora en su aplicación el alquiler de 2.400 motos eléctricas de las empresas Oiz, Tucycle, Iberscot y Avant, que operan con el mismo vehículo, pero de distinto color. Estas empresas consiguieron 630 licencias de motosharing cada una en el concurso municipal de la primavera pasada. Durante el proceso de adjudicación fueron señaladas por otros operadores por sus vínculos con Reby.
Varias fuentes del sector entienden que la irrupción de estas motocicletas eléctricas de alquiler por minutos en la aplicación de Reby confirma que la firma de patinetes está detrás de las cuatro empresas. También señalan el hecho de que sus motos sean iguales (misma marca, modelo y pegatinas, aunque de distintos colores), los cascos para utilizarlas también, como lo son las respectivas aplicaciones de móvil. Las mismas voces tachan la situación de “fraude” y piden al Ayuntamiento que actúe para que dejen de operar. Entre mayo y junio de este año el consistorio adjudicó casi 7.000 licencias de motosharing a 11 empresas: 630 motos para cada una. El sector es un jugoso pastel que provocó que de entrada se presentaran 21 empresas. La mitad pertenecían al sector de la movilidad compartida, pero el resto fueron empresas creadas meses antes o sin experiencia en el sector.
El consistorio “actuará de acuerdo con la legalidad”
El Gobierno de la alcaldesa Ada Colau responde, sin entrar en detalles, que “actuará de acuerdo con la legalidad”: “El Ayuntamiento está al caso de esta situación y actuará de acuerdo con la legalidad vigente para hacer cumplir las condiciones establecidas en relación con las licencias otorgadas”, responden fuentes municipales.
El consistorio también admite que ha recibido “alertas de algunos operadores” y que le consta que alguno “ha denunciado esta situación a la Agencia Española de Protección de Datos”. Por último, también explica que los patinetes requisados a comienzos de año a Reby fueron devueltos a la empresa cuando pagó “las sanciones correspondientes”.
Los indicios de que durante el concurso de las licencias del sharing había varias firmas con vínculos entre ellas llevó al consistorio a apartar a cuatro empresas. Según detalla un informe de la secretaría técnico-jurídica de la Gerencia de Movilidad se presentaron con documentación idéntica (mismo texto, traductor, contrato con un mismo fabricante de motos). El consistorio también detectó que Oiz, Tucycle, Iberscot y Avant presentaban “documentación exacta” y que habían elegido la misma empresa para realizar las tareas de mantenimiento y gestión logística. Con todo, no halló “suficientes indicios” para apartarles. “En caso de constatarse en el futuro una vulneración de la normativa se procederá a abrir el procedimiento de revocación de las licencias y a denunciarlo a las autoridades competentes”, advirtió entonces el Ayuntamiento.
Este diario ha intentado sin éxito contactar con las cuatro operadoras que ofrecen sus motos en la aplicación de Reby. Iberscot, Oiz y Avant no tienen página web y Tucycle no ha respondido a la petición por correo electrónico. Tampoco ha tenido respuesta por parte del fundador de Reby, Pep Gómez, pese a ponerse en contacto con él.
Sí han querido hablar algunas de las operadoras, sobre todo las más veteranas en la ciudad, que antes del concurso —cuando no había marco legal y operaban en un vacío legal— tenían en la calle muchas más motos de las 630 motos que les acabaron tocando. Fuentes de eCooltra (tenía 2.300 motos antes del concurso) se muestran molestas con la situación y hablan de una “vulneración del espíritu de la norma de la que se dotó el Ayuntamiento”.
Por parte de Yego (operaba con mil motos antes del reparto de licencias), entienden que Reby “no habría agregado operadores reales e independientes proponiéndoles prestar servicios mediante su App”. “Todo indica que Reby habría creado hace unos meses un montaje de empresas ad hoc para participar en un procedimiento público de otorgamiento de licencias que funciona por reparto, obteniendo así 2.400 licencias. Ahora se limitarían a agrupar en una misma aplicación vehículos con las 2.400 licencias que han conseguido controlar”, argumentan fuentes de la empresa, que “teme la existencia de un fraude de ley”. “Iniciaremos todas las acciones legales oportunas hasta que se resuelva esta situación y se indemnicen los daños provocados”, aseguran.
Los mismos cascos
Las mismas fuentes recuerdan, como publicó este diario, que existen vínculos entre los equipos de Oiz, Tucycle, Iberscot y Avant y el de Reby. Y, añaden, señalando el informe jurídico, que las motos con las que operan son de la misma marca y modelo, o que la documentación de solicitud de licencias de estas empresas eran idénticos. Incluso algunas han usado “cascos con branding de Reby”. Sobre las app con las que operan, apuntan: “La base de datos de los usuarios es común a todo el grupo y los derechos de propiedad de ésta recaen en Reby. Al darse de alta un usuario en una app, se convierte automáticamente en un usuario de todas las otras”.
Una tercera empresa, Movo, apunta a que la limitación de licencias que contemplaba el concurso municipal “se desvirtúa cuando los operadores realizan acciones que les colocan en posiciones favorables respecto a sus competidores”. Fuentes de la empresa indican que Movo deja en manos de las administraciones (en este caso el consistorio) “perseguir las malas prácticas en el sector, algo que, por desgracia, ha ocurrido en los últimos años de manera recurrente”.
Más multas y el concurso de licencias, pendiente
El Ayuntamiento de Barcelona fue pionero en aprobar la ordenanza de circulación que incluye los patinetes y otros vehículos de movilidad personal, y también en legalizar la operativa del sharing (motos eléctricas y bicicletas de alquiler por minutos). Pero el consistorio tiene pendiente el concurso para otorgar licencias para patinetes de uso compartido. Asegura que su objetivo es que entre en vigor en 2021.
Las firmas de patinetes que actualmente operan en la ciudad lo hacen de forma ilegal, porque en la ciudad solo está permitido alquilar patinetes si es con guía y con casco. Mientras, la Guardia Urbana ha iniciado —y no es la primera vez— un dispositivo específico para sancionar y retirar de la vía pública los patinetes de uso compartido que operan sin licencia y aparcan en espacios no autorizados. También vela por la correcta circulación de los patinetes particulares. Entre enero y octubre puso 7.700 multas a usuarios particulares de patinetes y 2.500 a empresas de alquiler.