El virus frena su expansión en Cataluña
Aunque se ralentiza la transmisión, los contagios siguen produciéndose y la incidencia continúa muy elevada, en 812 casos por 100.000 habitantes
La velocidad de expansión del virus en Cataluña echa el freno. Por primera vez desde finales de septiembre, la Rt, que mide a cuántas personas contagia de media un positivo, está por debajo de 1, el umbral que marca la comunidad científica para poder mantener a raya la transmisión. Así, tras un mes con el ritmo de contagios disparado, la Rt se sitúa en 0,96, es decir, que un infectado contagia a menos de una persona. La incidencia acumulada, s...
La velocidad de expansión del virus en Cataluña echa el freno. Por primera vez desde finales de septiembre, la Rt, que mide a cuántas personas contagia de media un positivo, está por debajo de 1, el umbral que marca la comunidad científica para poder mantener a raya la transmisión. Así, tras un mes con el ritmo de contagios disparado, la Rt se sitúa en 0,96, es decir, que un infectado contagia a menos de una persona. La incidencia acumulada, sin embargo, todavía es muy elevada (812 casos por 100.000 habitantes) y continúa el goteo de nuevas infecciones: el Govern ha comunicado este miércoles 3.710 casos y 38 fallecidos.
El freno en la velocidad de contagio ha precipitado una caída sostenida del riesgo de rebrote en los últimos días. Este indicador, que calcula el crecimiento potencial de la epidemia en la comunidad, está en 747 puntos. Esto quiere decir que el riesgo de expansión de la epidemia es todavía muy elevado —tendría que estar, al menos, por debajo de 100 para bajar el nivel de peligro—, pero está lejos del pico registrado el 23 de octubre, cuando este indicador llegó a estar por encima de los 1.000 puntos.
En cualquier caso, el escenario optimista que apunta el riesgo de rebrote o la velocidad de transmisión del virus todavía no se refleja en la presión asistencial de los hospitales, el foco más preocupante ahora mismo para las autoridades sanitarias. Hay 2.732 personas con covid-19 ingresadas en centros sanitarios, 489 de ellas en cuidados intensivos. Las unidades de críticos, de hecho, ya están al 80% de su ocupación y se ha ampliado la capacidad por encima del millar de camas para responder a la demanda de pacientes covid y no covid. De hecho, algunos hospitales ya han tenido que suspender o reprogramar actividad no urgente para dejar espacio al goteo incesante de pacientes con covid-19 que llegan a sus centros. El Govern ha confirmado que el 57% de los enfermos en la UCI tienen covid-19.
Los expertos consultados coinciden en que la bajada en la velocidad de transmisión es “el primer paso” para invertir la tendencia al alza de curva epidémica, pero piden “cautela” a la hora de interpretar los datos. Los indicadores optimistas todavía no se reflejan en la presión hospitalaria, que sigue al alza. “Podemos ser optimistas, pero con cautela. Parece que las medidas que se han tomado han funcionado. La Rt es el primer eslabón de la cadena, pero el último, que son las que marcan la necesidad de restricciones, son las camas de UCI ocupadas. A nivel hospitalario, en nuestro centro, llevamos dos semanas con 10 o 12 ingresos diarios cuando antes tenías cinco. Y además, eran más dinámicos y había tantas altas como ingresos. Ahora no”, señala Judit Villar, infectóloga del Hospital del Mar de Barcelona.
“Una Rt por debajo de 1 significa que damos el primer paso para iniciar la bajada. No hay que pecar de optimista, pero es un primer paso absolutamente necesario. Cuanto más pequeño sea el valor de la Rt, más rápidamente bajaremos del pico”, sostiene Clara Prats, física de la Universidad Politécnica de Cataluña y experta en Epidemiología Matemática. Prats es la artífice del indicador de riesgo de rebrote. “Hay que mantener la Rt por debajo de 1 durante semanas para llegar a una zona de confort con una incidencia que sea sostenible desde el punto de vista sanitario”, agrega.
Saturación en las Terres de l’Ebre
Ante el aumento de la presión asistencial, el Departamento de Salud de la Generalitat ha puesto en marcha un plan de choque para tratar de hacer frente al impacto del coronavirus en las Terres de l’Ebre. El virus ha puesto al límite la capacidad de las UCI y se ha activado una estrategia de urgencia para encontrar soluciones que permitan ampliar la capacidad asistencial y dar abasto al previsible aumento de ingresos que se avecina.
Terres de l’Ebre fue durante meses un territorio poco hostigado por la covid-19, pero el virus ha terminado por impactar de lleno en el Hospital Verge de la Cinta de Tortosa, el centro sanitario de referencia de las comarcas del sur de Cataluña y donde se ingresan los pacientes con las patologías más complicadas. En esta segunda ola, la pandemia ha puesto contra las cuerdas a las unidades de críticos de este territorio. De las 20 camas de UCI que hay habilitadas en el Verge de la Cinta, 16 están ocupadas por enfermos con covid-19. Las previsiones estiman que la llegada de pacientes críticos por coronavirus pueda seguir creciendo en los próximos días, pese a las medidas impuestas para restringir la movilidad y los contagios, con lo que la saturación de la UCI es una amenaza real.
Salud ha activado un plan para evaluar diariamente las necesidades asistenciales en los distintos centros de la región, tales como el propio Verge de la Cinta, el hospital de Amposta o el Hospital Comarcal de Móra d’Ebre. En total, más de 90 personas con covid-19 están en ingreso hospitalario en las Terres de l’Ebre, donde también preocupa el alto índice de contagios sufrido por el colectivo sanitario, con casi un centenar de profesionales en aislamiento.
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