“No es un toque de queda, es un toque de muerte”
El confinamiento nocturno impide la práctica deportiva de gran parte de los equipos federados de Cataluña, que entrenan a partir de las 21 horas
Los gimnasios pierden abonados, las competiciones deportivas no arrancan y los equipos no pueden ahora entrenar a partir de las 21 horas. El sector deportivo se siente irritado por las restricciones que sufre y ahora levanta de nuevo la voz contra el confinamiento nocturno, la última afectación. “No es un toque de queda, es un toque de muerte”, denuncia Gerard Esteva, presidente de la Unió de Federacions Esportives de Catalunya (UFEC). “Más del 70% de los ...
Los gimnasios pierden abonados, las competiciones deportivas no arrancan y los equipos no pueden ahora entrenar a partir de las 21 horas. El sector deportivo se siente irritado por las restricciones que sufre y ahora levanta de nuevo la voz contra el confinamiento nocturno, la última afectación. “No es un toque de queda, es un toque de muerte”, denuncia Gerard Esteva, presidente de la Unió de Federacions Esportives de Catalunya (UFEC). “Más del 70% de los entrenamientos federados se realizan a partir de las 21”.
“Las medidas son desproporcionadas y el sector está indignado”, asegura el secretario general de la federación catalana de fútbol, Oriol Camacho. “Se han disputado unos 17.000 partidos, con un 5,5% de los encuentros anulados por la covid. Es un dato similar a las escuelas. El esfuerzo realizado no ha servido para nada. Nos sentimos engañados”. Camacho asegura que envió un protocolo al Govern para poder celebrar las competiciones “y no nos han dado respuesta”. La Generalitat suspendió las ligas durante 15 días hasta el próximo fin de semana, pero los clubes no tienen plenas certezas de que los partidos se disputen. “El Govern ha seguido una política errática, nada planificada: ni siquiera escucha a su Secretario General del Deporte [Gerard Figueras], que pide acabar más tarde de las nueve”, prosigue Camacho.
El propio Figueras pidió este lunes en la reunión del Procicat que las instalaciones deportivas cierren a las 22 horas, como ocurre con las actividades culturales. “No hay motivos técnicos que expliquen un mayor riesgo de contagio cuando se vuelve a casa desde un equipamiento cultural o uno deportivo”, justifica Figueras, que añade motivos económicos a la petición: “Queremos ganar esta hora porque las economías de las empresas ya han sufrido bastante”.
El confinamiento nocturno condensa aún más los calendarios en las instalaciones deportivas a partir de la tarde, cuando se llenan de niños y equipos que se reparten como pueden los horarios para utilizar los campos. “Sabemos de la dificultad de disponer de horarios libres para utilizar instalaciones a partir de las siete u ocho de la tarde; hasta medianoche”, admite Figueras. La solución del Govern es simple: “los calendarios deben rehacerse, los entrenamientos deben ser más cortos y menos frecuentes”. Para las federaciones, sin embargo, no es suficiente. “La gente que trabaja no podrá entrenar. Es imposible realizar actividad deportiva. Los escolares tienen una franja de tarde, pero los amateurs, no”, se queja Ferran Aril, presidente de la federación catalana de baloncesto. “Nos llenamos la boca diciendo que el deporte es salud, y ya ves”. Figueras confirmó que actualmente “no está sobre la mesa” habilitar equipamientos privados para que los clubes tengan más espacios donde poder entrenar.
Para compensar las dificultades, Foment del Treball pide medidas. “El sector deportivo necesita 1.000 millones de euros. Debemos normalizar la viabilidad de la práctica deportiva”, reclamó su presidente, Josep Sánchez Llibre. Gerard Esteva coincide: “Si no hay ayudas a fondo perdido, más del 50% de las entidades acabarían cerrando. El virus está en todo el mundo, pero la decisión de cerrar un sector u otro, es política. Las pérdidas son atribuibles a decisiones subjetivas políticas, que deben ayudar al sector”.