La velocidad de transmisión del virus se acelera en Cataluña
El 85% de las comarcas catalanas están en riesgo muy elevado de rebrote
La covid-19 no da tregua en Cataluña. A base de cribados masivos y vigilancia intensiva, la comunidad llevaba días conteniendo la transmisión en cifras ya elevadas, pero los efectos de la vuelta al trabajo y a la escuela han empezado a cristalizarse en la tendencia epidemiológica. Esta semana, la velocidad de reproducción de la covid-19 —la Rt, que mide a cuántas personas infecta de media cada positivo y la comunidad científica recomienda que esté por debajo de 1 para poder controlar la transmisión— se ha situado en 1,21 y el riesgo de rebrote vuelve a ponerse a niveles de mediados de agosto, ...
La covid-19 no da tregua en Cataluña. A base de cribados masivos y vigilancia intensiva, la comunidad llevaba días conteniendo la transmisión en cifras ya elevadas, pero los efectos de la vuelta al trabajo y a la escuela han empezado a cristalizarse en la tendencia epidemiológica. Esta semana, la velocidad de reproducción de la covid-19 —la Rt, que mide a cuántas personas infecta de media cada positivo y la comunidad científica recomienda que esté por debajo de 1 para poder controlar la transmisión— se ha situado en 1,21 y el riesgo de rebrote vuelve a ponerse a niveles de mediados de agosto, cuando se produjo el último gran repunte de incidencia. La curva vuelve a crecer.
El secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, ya advertía esta semana que la transmisión se estaba acelerando: la tasa de infectados en los últimos siete días es de 91 casos por 100.000 habitantes, unas cifras previstas para final de mes. El riesgo de rebrote, que mide el crecimiento potencial de una epidemia y los posibles casos diagnosticables en los próximos 14 días, se sitúa en 206. Es decir, muy alto —más de 100 supone un riesgo alto de expansión del virus—. De hecho, el 85% de las comarcas catalanas están en esta situación de alerta. Solo el Pallars Sobirà se encuentra en una buena situación epidemiológica.
Con este escenario sobre la mesa, el Govern ha aumentado las restricciones sociales en la comunidad para intentar contener la transmisión. A falta del aval judicial y de su posterior publicación en el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC), Cataluña reducirá de 10 a seis el número máximo de personas que pueden reunirse en encuentros sociales tanto públicos como privados. El Govern también ha anunciado más limitaciones en La Cerdanya, donde la transmisión del virus está disparada (661 casos por 100.000 habitantes y una rt. superior a 2) a causa de un brote en una residencia y un cribado que ha hecho aflorar un elevado número de positivos. El consejero de Interior, Miquel Sàmper, ha pidió ayer a los ciudadanos de Barcelona evitar desplazamientos en el puente de La Mercè, especialmente a la Cerdanya.
Aunque el Govern ha rechazado, por el momento, cerrar parques infantiles, sí ha lanzado recomendaciones para minimizar los riesgos. Así, recomienda que se eviten las aglomeraciones en los parques, el uso de la mascarilla a partir de los seis años y que un solo adulto acompañe a los niños. El Departamento de Salud también ha anunciado esta semana que las cuarentenas de los contactos estrechos se reducirán de 14 a 10 días con la intención de mejorar el cumplimiento de los aislamientos.
Con la transmisión acelerada en toda la comunidad, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha hecho este jueves un llamamiento a la “máxima responsabilidad colectiva” y ha advertido que la situación en Barcelona “vuelve a ser preocupante”. La incidencia es de 101 casos por 100.000 habitantes en la ciudad y cada positivo contagia, de media, a 1,4 personas.
Torra ha celebrado, no obstante, “cierta estabilidad en las ratios de hospitalizaciones y camas de cuidados intensivos”. De hecho, en las últimas 24 horas se ha reducido en 11 personas el número de pacientes ingresados en la UCI. En total, los hospitales catalanes tienen 771 enfermos de covid-19 ingresados, 140 en intensivos. “Estamos en una calma tensa en el sentido de que no vimos un aumento de hospitalizaciones, como sucede en Madrid o La Rioja”, valora Magda Campins, jefa de Medicina Preventiva del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona.
Tres guarderías confinadas
“Lo de Madrid es una hecatombe, una situación límite. Pero la situación de Barcelona en este momento es muy preocupante también. Los indicadores no acaban de bajar”, valora Joaquín López-Contreras, jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Sant Pau de Barcelona. E insiste en que hay que rebajar la actividad social: “Tenemos que quedarnos quietos. Si queremos conservar lo importante, como las escuelas y los trabajos, y no tomar medidas más graves, hay que disminuir los encuentros”. A dos semanas del inicio de curso, en Cataluña hay ya 694 grupos confinados y tres guarderías cerradas tras detectar casos positivos.
Campins insiste en que el grado de cumplimiento de las medidas es bajo: “En la calle va la gente con mascarilla, pero en las terrazas, que están llenas y las mesas muy cerca, no y ahí el riesgo es mayor. Si no hay un cambio de mentalidad, tendremos que ir un paso más allá”. Y reclama más vigilancia en el seguimiento de las medidas, ayudas para cumplir las cuarentenas y evitar los desplazamientos entre grandes ciudades. “Mientras haya transmisión comunitaria, tendremos un problema preocupante y no podemos bajar la guardia: esto se puede desbocar de forma rápida”