El Parlament reprueba a Felipe VI y a Carmen Calvo pero no publicará la votación
Ciudadanos y el PSC creen que la sesión forzada por el 'president' para debatir sobre la Monarquía es una cortina de humo ante los rebrotes
El bloque independentista ha usado este viernes su mayoría en el Parlament para aprobar una serie de resoluciones sobre la Monarquía, entre las cuales se reprueba a Felipe VI y a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, por “colaborar en la huida de Juan Carlos I”. Será, sin embargo, otro choque simbólico pues el letrado mayor de la Cámara, Joan Ridao, comunicó en la Junta de Portavoces que no se publicará en el Boletín Oficial del Parlament parte de ...
El bloque independentista ha usado este viernes su mayoría en el Parlament para aprobar una serie de resoluciones sobre la Monarquía, entre las cuales se reprueba a Felipe VI y a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, por “colaborar en la huida de Juan Carlos I”. Será, sin embargo, otro choque simbólico pues el letrado mayor de la Cámara, Joan Ridao, comunicó en la Junta de Portavoces que no se publicará en el Boletín Oficial del Parlament parte de los textos votados por ir en contra de las advertencias del Tribunal Constitucional. Junts per Catalunya exigió que sí figurasen.
El rechazo a la actuación tanto del Rey emérito como de Felipe VI y el Gobierno había unido a las tres fuerzas independentistas en la Cámara catalana (Junts, ERC y la CUP), que aprovecharon para insistir en la independencia como la única salida ante un régimen del 78 “en quiebra”. “En el Estado no se puede confiar en nadie: no se puede confiar en el Rey, no se puede confiar en el Gobierno, no se puede confiar en la justicia”, aseguró el jefe de filas de Junts, Albert Batet.
Sin embargo, al final de la maratoniana sesión, que acabó después de las diez y media de la noche, la unidad del independentismo se rompió. Tras la votación, el líder de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, reveló que Ridao había advertido que algunos puntos votados (uno de ERC, dos de la CUP y dos de las presentadas por todas las fuerzas independentistas) no figuraban en el dossier y tampoco serían publicados en el diario oficial de la Cámara. El letrado mayor hacía caso a las advertencias hechas en el pasado por el Constitucional sobre las consecuencias de dar trámite a propuestas que van en contra de la Constitución. Batet exigió que se publicaran pese a las restricciones, puesto que se debían “a la voluntad de la Cámara” y Carrizosa le acusó de amenazar a los funcionarios. Los puntos en concreto hacían referencia a la teórica declaración de independencia y al que califica la monarquía de “delincuente”.
El debate no fue bronco pero dejó claros los bloques en el interior de la Cámara. Torra dejó entrever que en las próximas elecciones catalanas —que se resiste a convocar, pese a haberlas anunciado hace ocho meses— la situación de la Corona será uno de los ejes. “Las opciones son más diáfanas que nunca: o república catalana o monarquía”, dijo el president.
El independentismo también comparte la idea de que el Rey emérito dejó España que para evitar responder por el supuesto cobro de comisiones irregulares, con la ayuda del Gobierno del PSOE y Unidas Podemos. “El Gobierno tiene la oportunidad de demostrar su compromiso democrático, dándole la palabra a la gente [en un referéndum sobre la Monarquía] o dimitiendo, si es que no quiere ser cómplice de amparar la corrupción”.
Los partidos constitucionalistas salieron, en diferentes intensidades, en defensa de las instituciones del Estado. Y coincidieron en señalar al president el doble rasero respecto a la lucha contra la corrupción. “Aquí también vamos a tener a un presidente de la Generalitat que tenía dinero en el exterior sin declarar o tramas estructurales de corrupción como la del caso Palau. Y no por eso decidimos cambiar nuestro sistema político”, dijo el líder del PSC, Miquel Iceta. Torra, después de días de mensajes dubitativos, aseguró que el Govern se personará en el caso del 3%, como pidió ERC.
Ciudadanos y los socialistas también coincidieron en calificar el pleno de cortina de humo para tapar la criticada gestión de la Generalitat con los rebrotes. Una idea que quisieron reflejar en sus propuestas de resolución, que no salieron adelante. “Han venido a montar un circo y una farsa para pedir la abdicación y no tienen las competencias”, dijo Carlos Carrizosa, de Cs.
El independentismo también aprovechó para explotar a fondo la incomodidad en Catalunya de En Comú-Podem. Torra comparó los “aspavientos” de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en Twitter contra la posición del Gobierno y el papel de Unidas Podemos. “Cuando se gobierna se es responsable de los actos y hay que asumirlos. La responsabilidad es solidaria, la única protesta que entendería la ciudadanía es que todos los miembros que estén en contra de esa decisión dimitan”, dijo. Los representantes de los otros grupos tampoco ahorraron ataques contra los comunes. “Al progresismo político español ya no se le espera”, dijo el portavoz de ERC, Sergi Sabrià.
La portavoz de los comunes, Jéssica Albiach, hizo malabares para desmarcarse de la actuación del Gobierno y marcar perfil republicano. “Se equivocan cuando dicen que acabar con la Monarquía generaría inestabilidad. El Rey es símbolo de escándalos y es él el que ha roto el pacto constitucional”. Y también interpeló directamente a Torra: “¿Usted quiere acabar con la Monarquía o con el Gobierno central?, ¿Quiere acabar con la monarquía o desacreditar a En Comú Podem?”, dijo.