El Liceo diseña una temporada en dos tiempos
Radvanovsky, Beczala y Netrebko en concierto y óperas de formato pequeño para los primeros meses por el covid-19
El Liceo ha querido que las primeras voces que se oigan en el arranque de la temporada del teatro de La Rambla después del silencio forzoso por la pandemia del coronavirus sean las de algunas de las principales estrellas del firmamento de la lírica, como las sopranos Sondra Radvanovsky y Anna Netrebko o el tenor Piotr Beczala. Una temporada diseñada en dos tiempos, con más recitales y ...
El Liceo ha querido que las primeras voces que se oigan en el arranque de la temporada del teatro de La Rambla después del silencio forzoso por la pandemia del coronavirus sean las de algunas de las principales estrellas del firmamento de la lírica, como las sopranos Sondra Radvanovsky y Anna Netrebko o el tenor Piotr Beczala. Una temporada diseñada en dos tiempos, con más recitales y óperas en versión concierto en los primeros meses, y una segunda, a partir de marzo, con una concentración de títulos de óperas. El teatro abrirá con un aforo de un 50% de las 2.000 localidades y con la obligatoriedad de usar mascarillas, a la espera de lo que se reglamente en un futuro. “Si podemos aumentar el aforo, lo haremos”, subrayó Valentí Oviedo director general del teatro.
El Liceo ha rediseñado la temporada 2020-2021 para ajustarse a un decremento de ingresos por cierre forzoso en marzo tras la declaración del estado de alarma y con pérdidas de ingresos que también se prevén para la temporada próxima. Entre las dos se calcula una caída de ingresos de 16,6 millones que se han compensado con una reducción de gastos de 11 millones. La diferencia se afrontará con un crédito y con el compromiso de las administraciones de incrementar las aportaciones si es necesario: “Creemos que hemos conseguido un equilibrio sin perder calidad”, afirmaba Salvador Alemany, presidente de la Fundación del Liceo. El presupuesto será de 44 millones de euros, frente a los inicialmente 50 que se habían previsto. Y se ha pasado de unos 200 espectáculos de otros años a 175 en aras a ese equilibrio económico.
Una temporada en la que el Liceo quiere convertirse en un centro de las artes, una idea impulsada por Víctor García de Gomar, que asumió la dirección artística del teatro en septiembre pasado. De ahí, que el teatro combinará su principal función, la musical, con exposiciones de artistas en los diferentes espacios del teatro y conferencias que girarán en torno a una idea “la obsesión” del ser humano. “Estamos en una etapa de transición en la que el Liceo ya empieza a marcar su rumbo”, manifestó García de Gomar.
La incertidumbre de cuál será la situación en torno a la pandemia en otoño ha decantado al equipo gestor del Liceo por optar por recitales y conciertos que tienen una ocupación del escenario y del foso menor que las de una ópera escenificada. El teatro abrirá sus puertas el 21 de septiembre con un recital de dos estrellas internacionales y muy apreciadas por el público del teatro de la Rambla; la soprano Sondra Radvanovsky y el tenor Piotr Beczala. Otra grande, Anna Netrebko, encabezará el reparto de Il trovatore de Verdi el uno de octubre. Y volverá en enero en formato recital. Otros nombres propios de la ópera que se podrán ver serán los de Juan Diego Flórez- cuyo recital saltó de esta temporada por la pandemia-Javier Camarena, Gregory Kunde, Carlos Álvarez o John Osborn, entre otros.
La popular ópera de Mozart, Don Giovanni —que ya se vio en 2017— vuelve al Liceo con la novedad de la dirección artística de Christof Loy para abrir la temporada el 24 de octubre, un mes más tarde de lo que es habitual. “Es una ópera que necesita algo más de 40 músicos y un grupo reducido de coro”, explicaba el director de la Orquesta Simfónica del Liceo, Josep Pons. Hasta la escenificación se ha adaptado a las normativas sanitarias y los artistas guardarán las distancias. Más complicado serán las óperas que requieran de todo el coro porque hoy por hoy no saben cómo se puede solucionar el problema de cantar con las prevenciones de riesgos que impone el covid-19.
La idea que tienen los responsables del Liceo es que las circunstancias de la pandemia habrán mejorado a partir de los primeros meses de 2021 y por eso han concentrado la mayor parte de las 8 óperas escenificadas de la temporada a partir de febrero: “Nosotros hemos optado por volver a reabrir el teatro, con prudencia, pero recuperando la música”, explicaba Oviedo. Una de las novedades de la temporada y estreno en el Liceo será la ópera Lessons in Love and Violence, una coproducción del Liceo junto con la Royal Ópera House y el Teatro Real. El teatro de La Rambla vuelve al repertorio y a otros títulos ya conocidos y populares, como La Traviata, de Verdi, con el montaje de David McVicar que se vio en el Liceo hace cuatro temporadas, Lucia di Lammermoor, de Donizetti, Les Contes d’Hoffmann, d’Offenbach. y Thannhäuser , de Wagner, bajo la dirección musical de David Afkham. Este año el Liceo programa cuatro óperas en versión concierto en la sala grande y otra en el Foyer.
La danza tendrá tres espectáculos esta temporada: Onegin, en la versión contemporánea del Eifman Ballet del clásico de Puixkin. La compañía Blanca Li debutará en el Liceo con Solstice y el clásico Lago de los cisnes de la mano del Ballet Nacional Checo.
Opciones de los abonados
Los abonados tendrán la garantía de que podrán ver las funciones aun cuando el aforo se limite al 50% y siempre que sea posible en sus localidades y respetando la unidad familiar o de amistad. Por ese motivo, la compra de entradas para el público en general se acercará bastante -un mes- a las fechas de los conciertos y las óperas cuando el teatro ya sabrá las renuncias de los abonados a sus localidades. Es una de los difíciles equilibrios de gestión que harán los responsables del teatro si persiste la obligatoriedad de reducir el aforo por el coronavirus. “Tiene que quedar claro que el teatro es un espacio seguro con todas las medidas de limpieza que se han prescrito, la regeneración del aire y la obligatoriedad de las mascarillas”, comentaba el director general. El Liceo se suma a otras voces de la cultura que no encuentran lógico que no haya problema en que un avión vaya con el pasaje al completo mientras las artes escénicas y la música están obligadas a reducir aforo.
Àlex Ollé: “Más directores jóvenes”
Àlex Ollé, uno de los fundadores de La fura del Baus y artista residente durante cuatro años en Liceo, llevará una de sus producciones, La Bohème, a la temporada de este año, un montaje con su sello particular que ya se vio en el Liceo en Quarttet, de Luca Francesconi, o en el inquietante Tristan und Isolde, de Wagner. El artista cree que el Liceo necesita renovar público y atraer a jóvenes entre 30 y 40 años: “Hace falta más diversidad en la propuesta escénica y apostar por directores jóvenes, sin despreciar las óperas de repertorio”. Cree que para aumentar el público por esos segmentos de edad hace falta nuevas creaciones "que hagan pensar, que la ópera no sea solo un mero entretenimiento. Una nueva forma de ópera que es posible hacer en el Liceo aunque para eso haya que correr riesgos". Un giro en el que trabajará el propio Ollé como asesor artístico del Liceo