Moreno se ceba con la ausencia de Montero en el principal debate político en Andalucía
Los socialistas andaluces evitar ahora rechazar el criterio de ordinalidad en el sistema de financiación autonómica
“¿Dónde está la líder de la oposición?, ¿dónde está la candidata socialista a la Junta?, ¿dónde está la persona que representa al PSOE en el debate principal de política en Andalucía? Cuando yo no era diputado estaba sentado en la tribuna”.El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, encadenó este hilo de preguntasel pasado miércoles en la primera jornada del debate sobre el estado de comunidad en el Parlamento andaluz. La aludida era la vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Hacienda, vicesecretaria general del PSOE, secretaria general del PSOE de Andalucía y candidata a la presidencia de la Junta, María Jesús Montero.
¿Dónde estaba Montero ese día? En Madrid, en el Congreso defendiendo desde la tribuna la fijación de los objetivos de déficit y de deuda pública para 2026. De nuevo, este vieres, el presidente andaluz ha vuelto a preguntar en una de sus intervenciones “por qué la candidata socialista no aparece en el segundo día del debate”. Montero estaba más cerca de la sede del Parlamento andaluz. En la localidad sevillana de Lebrija en la entrega de Reconocimientos Menina Andalucía 2025. Allí ha hablado del ex secretario de Organización José Luis Ábalos encarcelado el día anterior: “Ni el Gobierno ni el PSOE se va a dejar chantajear por nadie”, ha dicho.
Cuando a los socialistas se les formula la misma pregunta asoma una cierta preocupación. Algunos opinan que debería tener más agenda andaluza, pero también muestran respeto absoluto por la decisión de Montero de centrarse en la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado para presentarlos esta vez sí en el Congreso y en elaborar una propuesta de reforma del sistema de financiación autonómica. No hay garantías, sino todo lo contrario, de que ambas propuestas salgan aprobadas. Y fuentes del PSOE admiten que con ambos proyectos Montero lo que persigue es presentar propuestas “electorales” sólidas con vistas a las elecciones andaluzas. Moreno ha vuelto a decir hoy que se celebrarán en “siete u ocho meses”.
“Es difícil compatibilizar” la gestión en el Gobierno con ejercer la oposición Moreno, aseguran varias fuentes socialistas, que admiten que “sobre todo en el tema de la financiación autonómica pone en dificultades al partido en Andalucía”. El acuerdo entre ERC y el PSC para aprobar una financiación singular para Cataluña e incorporar el principio de ordinalidad (las comunidades deben recibir recursos en proporción a lo que aportan al fondo común) es el mayor quebradero de cabeza para los socialistas andaluces, porque pone al aire sus contradicciones.
En 2018, el Parlamento andaluz aprobó a propuesta de la entonces consejera Montero, responsable de Hacienda, el rechazo a ese criterio de ordinalidad porque “puede poner en peligro el principio de equidad”. Los populares han rastreado la hemeroteca donde la ahora candidata socialista lo rechazó y también a dirigentes del PSOE que afirmaban entonces que “jamás” y “nunca” se incluirá en un futuro modelo.
Ahora, la posición del PSOE al respecto no está tan clara. Están de perfil, aunque nadie admite que sepa lo que vaya a salir del “búnker de Hacienda”. En las comparecencias públicas los socialistas evitan pronunciarse y hoy se han abstenido a una propuesta de resolución de Adelante Andalucía en el que se rechaza la ordinalidad. También han votado en contra de otra similar del PP. Lo que hace años era “jamás” ahora ha mutado en un “ya veremos”.
La ausencia de la secretaria general del PSOE andaluz en las manifestaciones en defensa de la sanidad pública a raíz de las denuncias de Amama por el fallo en los cribados del cáncer de mama también ha sorprendido a dirigentes del movimiento asociativo. “Montero, ¿por qué no está?”, decían dirigentes de colectivos en la última manifestación celebrada en Sevilla. Alrededor de 56.000 manifestantes salieron a la calle el pasado9 de noviembre en las capitales andaluzas, según datos de la Delegación del Gobierno.
Montero, que también fue consejera de Salud de la Junta, no asistió ni a esa ni a otras anteriores porque así se decidió. No quería estar en primer plano, ni tampoco que se le acusara de politizar las manifestaciones, aseguran fuentes del PSOE. Igualmente también evita acaparar foco con la trama de presunta corrupción del caso mascarillas en Almería que afecta al Partido Popular, porque vuelan preguntas en sentido contrario sobre los presuntos casos que giran en torno al presidente del Gobierno y el PSOE como le ha ocurrido hoy.
“Que María Jesús Montero mantenga la posición en Madrid es una decisión estratégica con la que está de acuerdo toda la dirección del partido. Eso ya se analizó y se decidió”, aseguran un portavoz del PSOE. En este núcleo duro no hay discrepancia al respecto, aunque fuera de ese círculo el abanico de opiniones es otro, aunque por ahora nadie se atreve a levantar la voz. Según este análisis su cargo como vicepresidenta y ministra de Hacienda tiene “réditos positivos para Andalucía y el partido, porque tiene una presencia que aquí no tendría”. Otra fuente asegura que todo se mide “en función del impacto y la potencialidad como vicepresidenta y ministra es brutal”.
La candidata, según ha dicho ella varias veces, no dejará los cargos en el Ejecutivo -salvo opinión contraria de Pedro Sánchez- hasta que el presidente Moreno disuelva el Parlamento, es decir, 54 días antes de las elecciones. Hay quien fantasea en la sede regional de San Vicente que eso se produzca antes, pero por otro motivo: que Pedro Sánchez convoque en marzo las elecciones generales. El mismo interlocutor que expresa ese deseo admite su improbabilidad: “No sé si estoy soñando”. Los socialistas desean la coincidencia porque cree que la movilización les beneficia: en las generales de 2023 obtuvieron casi medio millón de votos más que en la autonómicas de junio de 2022.
Las preguntas de Moreno sobre la ausencia de su rival socialista en Andalucía irán a más. Hoy se las ha puesto en bandeja la vicesecretaria general del PSOE y portavoz del grupo socialista, María Márquez, al ausentarse del pleno junto con la portavoz adjunta, Ángeles Férriz, a mitad de la intervención del portavoz del grupo popular, Toni Martín. Y seguían ausentes cuando subió el presidente andaluz para la réplica y cerrar el debate.
Moreno daba la sensación de buscar el cuerpo a cuerpo con Montero en un momento delicado para él por la crisis de los cribados, el caso mascarillasy la citación de su consejera de Sostenibilidad y ex viceconsejera de Salud, Catalina García, ante el juez que investiga los contratos de emergencia sanitarios. “No sé qué cosa más importante tiene que hacer la portavoz ausente de Montero, que está ausente del debate. Es imposible ser número dos del PSOE, del Gobierno y secretaria general. Es un desprecio a Andalucía”, ha dicho Moreno. Cuando el presidente andaluz intervenía Márquez y Férriz han regresado a sus escaños. La bancada del PP les ha dedicado un gran aplauso.