El Rey destaca ante Xi Jinping la “relación sólida” entre España y China
El presidente chino propone construir una asociación “con mayor influencia internacional” ante un panorama global “complejo y cambiante”
China y España reafirman sus lazos. El Rey, Felipe VI, y el presidente chino, Xi Jinping, han mantenido este miércoles un encuentro bilateral en el que han subrayado la sintonía entre los dos países. El líder chino ha citado la trayectoria de relaciones diplomáticas como “un ejemplo de convivencia amistosa entre países con diferentes historias, culturas y sistemas sociales”. Acto seguido, el Rey ha recordado cómo se ha ido trazando, desde la primera visita a China de la Corona en 1978, “una relación sólida” y “de confianza mutua”.
“Creemos que la amistad entre España y China sin duda beneficia a ambos pueblos y es coherente con dos países de larga historia y de vocación global”, ha señalado el monarca en las palabras introductorias del cara a cara, el acto de mayor calado político de la visita de los Reyes a la República Popular.
La entrevista se ha celebrado en el Gran Salón del Pueblo, el enorme edificio reservado para las citas de alto nivel, ubicado en un lateral de la Plaza de Tiananmen, durante el segundo día de visita oficial de los Reyes a China. Pekín, la capital china, es la segunda y última parada del viaje, después de pasar el martes por Chengdú, en el suroeste del país. A lo largo de la jornada, los Reyes han asistido a una cena de gala organizada por sus anfitriones, en la que Xi se ha mostrado convencido de que “la amistad entre España y China durará para siempre” y más tarde han acudido a un concierto de la orquesta titular del Teatro Real español en el Centro Nacional de Artes Escénicas de Pekín.
Tras cerca de hora y media, el encuentro ha concluido con la firma de 10 acuerdos y convenios, entre ellos un memorando de entendimiento para crear una comisión mixta de cooperación económica, algo así como “ventanilla única” para resolver de forma urgente problemas de acceso de las empresas españolas al mercado chino, y al revés, según una fuente de la delegación española.
Felipe VI ha subrayado que esta visita de Estado, la primera de los Reyes de España en 18 años, “tiene un componente muy importante en términos de empresa, de economía”, y ha ofrecido la oportunidad de “poner también de manifiesto colaboraciones en las más altas tecnologías”. Y ha recordado su primer viaje a China, como príncipe, en el año 2000: “Sin duda el avance y el progreso [del país] desde ese año es muy notable”, ha reconocido.
Xi, que se ha dirigido a él como “un buen amigo del pueblo chino”, ha recordado la primera visita de Juan Carlos I en 1978, cuando el país iniciaba su política de reforma y apertura, y ha reconocido la contribución de ambos “a la cooperación global para el desarrollo abierto y a la defensa de la equidad y la justicia internacionales”.
Ante un panorama internacional “complejo y cambiante”, el mundo necesita “más fuerzas constructivas comprometidas con la paz y el desarrollo”, ha agregado el líder comunista. “China está dispuesta a trabajar junto con España para construir una Asociación Estratégica Integral más firme en su orientación, más dinámica en su desarrollo y con mayor influencia internacional, con el fin de contribuir de forma aún más significativa a la prosperidad, la paz y el desarrollo del mundo”, ha señalado.
La visita de los Reyes se enmarca en una trayectoria de creciente sintonía entre Pekín y Madrid, y se suma a los tres viajes que ha realizado a China desde 2023 el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al auge de inversiones de compañías del gigante asiático en los últimos años, que le han supuesto a España la desaprobación de algunas capitales europeas en los corrillos diplomáticos.
Las banderas de España flameando en Tiananmen este miércoles son el signo de que hay un entendimiento entre los dos países. Los Reyes han llegado a la puerta del Este en un coche chino, marca Hongqi (Bandera roja), en uno de esos días brumosos y pálidos de contaminación que a veces siguen envolviendo Pekín. Tras el saludo a los pies de la escalinata del Gran Salón del pueblo, una banda militar ha tocado los himnos de ambos países mientras ocho cañones disparaban salvas al aire.
Los dos jefes de Estado han pasado revista a las tropas chinas, y han desfilado junto a casi un centenar de niños que exclamaban “¡Huānyíng, huānyíng, rèliè, huānyíng!” (¡Bienvenida, bienvenida, calurosa bienvenida!) y agitaban ramos de flores y banderitas de ambos países. La banda militar, entre las marchas chinas, ha interpretado en un instante con aires de pasodoble la obra Sevilla, del compositor español Isaac Albéniz.
Los 10 documentos firmados por ambas partes tocan muy diversas patas; desde la cooperación lingüística para profundizar la enseñanza del castellano en China a la colaboración entre el Instituto de Astrofísica de Canarias y el Instituto de Óptica y Tecnología Astronómica de Nanjing, pasando por un acuerdo sobre coproducción cinematográfica y audiovisual. También se han rubricado protocolos sobre productos de acuicultura; de aceite y harina de pescado para alimentación animal, y en materia de seguridad alimentaria.
No se han tratado, al menos de forma pública, los aranceles provisionales al porcino europeo que impuso en septiembre Pekín como represalia por las tasas de la UE al coche eléctrico. El cerdo es una de las principales partidas de exportaciones españolas a China, y la visita oficial era vista por el sector como una oportunidad para presionar al Gobierno chino para que reconsidere los gravámenes, antes de que tome una decisión definitiva en diciembre.
La cuestión del acceso al complicadísimo mercado chino es una de las reivindicaciones más insistentes desde España y la UE. La comisión mixta de cooperación económica anunciada, y cuya creación ha sido rubricada por el ministro español de Economía, Carlos Cuerpo, y el titular chino de Comercio, Wang Wentao, parece moverse en esa dirección, aunque no se han ofrecido detalles.
Tras las firmas, los Reyes han realizado una ofrenda floral ante el monumento a los Héroes del Pueblo, el obelisco de 38 metros de altura erigido en el centro de Tiananmen, dedicado a los mártires de la lucha revolucionaria en los siglos XIX y XX. Al norte quedaba la Puerta de la Paz Celestial (Tiannamen), que da acceso a la Ciudad Prohibida, con el retrato de Mao Zedong prendido de sus muros rojizos; al sur, el mausoleo donde se mantiene embalsamado al fundador de la República Popular.
Durante la firma de acuerdos, la reina Letizia ha acudido junto a la primera dama, Peng Liyuan, al centro para personas con discapacidad Huiai, el más avanzado a nivel provincial de toda China. El complejo combina tecnología de asistencia de vanguardia con programas de rehabilitación, educación e integración social. La actividad ha incluido una visita guiada por parte de las instalaciones y breves encuentros con niños, adolescentes y adultos del centro.
Xixi es la fundadora de la asociación Novel inception, creada en 2014 y dedicada a la formación y empoderamiento de personas con discapacidad física. Ofrecen talleres de manualidades que les permiten crear y vender sus propias obras, principalmente pequeños objetos de croché elaborados con materiales ecológicos. Xixi ha explicado a Letizia Ortiz que su organización ha ayudado a más de 4.000 personas, y le ha regalado un ramo de flores de ganchillo. Xixi —cuyo nombre en inglés es Sissi, “como la emperatriz”— ha compartido su historia personal con la Reina: aprendió inglés en Alemania, donde vivió durante unos años. Un día antes de regresar a China sufrió el accidente que la dejó en silla de ruedas. De aquel trauma, asegura, nació la vocación de ayudar a otros en su estado.
Las restricciones impuestas por los responsables de seguridad china dificultaron el desarrollo normal de la cobertura informativa de todo el acto. Especialmente, impidieron a los tres medios españoles acreditados —entre ellos este diario— el acceso a la sala donde se exhiben los avances robóticos mientras la Reina y la primera dama la visitaban, pese a que previamente sí habían podido recorrerla.
Un grupo de niños invidentes interpretó Canción y sonrisa para despedir a la reina Letizia, un tema alegre y muy conocido que se enseña en los colegios de todo el país. La letra habla de la esperanza, la amistad y la alegría de compartir, un símbolo de optimismo para varias generaciones. Tras la partida de la delegación española, Peng ha pasado un par de minutos más intercambiando palabras con los niños. “Esto no os interesa”, ha enfatizado el personal de protocolo chino, instando a los periodistas a abandonar el lugar.
Ya por la noche, el líder chino ha ofrecido una cena de gala para los Reyes en el Gran Salón del Pueblo, a la que han asistido ministros y empresarios de ambos países. En su discurso, Felipe VI se ha referido al complejo marco geopolítico actual y ha enfatizado que España cree imprescindible preservar un orden mundial basado en las normas, el multilateralismo y la cooperación. También ha pedido no olvidar “las duras lecciones” del siglo XX. “No abandonemos jamás, por difícil que sea, la búsqueda de la concordia”, ha aseverado.
Por su parte, Xi Jinping se ha mostrado convencido de que “la amistad entre España y China durará para siempre” y ha recordado que “quien tiene un amigo, tiene un tesoro”.