Un curso sin límites en el temario de la oposición
El avance de VOX alimenta la agenda del PP de asuntos sensibles. PSOE y Sumar planean medidas de impacto dentro y fuera de España
Se acumulan los temas para arrojarlos al contrario, a modo de ladrillazos, en los dos minutos y medio con los que cuentan Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo este miércoles, en la inauguración de la primera sesión de control al Gobierno del curso. Este es el que el secretario general del PP, Miguel Tellado, anticipa como el último de Pedro Sánchez: ...
Se acumulan los temas para arrojarlos al contrario, a modo de ladrillazos, en los dos minutos y medio con los que cuentan Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo este miércoles, en la inauguración de la primera sesión de control al Gobierno del curso. Este es el que el secretario general del PP, Miguel Tellado, anticipa como el último de Pedro Sánchez: “Aquí podemos empezar a cavar la fosa donde reposarán los restos de un Gobierno que nunca debió haber existido”, declaró. Sánchez, sus ministros, diputados, alcaldes y militantes de la izquierda han rechazado durante el fin de semana una alusión tan dolorosa para una parte relevante de la sociedad. En España las fosas tienen una connotación muy especial, la que evoca a las decenas de miles de republicanos asesinados en la Guerra Civil a los que el bando vencedor no quiso buscar ni enterrar.
Desde el sábado, cuando Tellado leyó estas consideraciones en un acto de partido, distintos dirigentes del PP han tratado de soslayarlo y no desviarse de los frentes que ha abierto con el Gobierno, especialmente el judicial. “¿Cuándo va a hacer lo que pide a los demás?“. Con esta fórmula genérica de pregunta a Sánchez, registrada en el Congreso, sin más pistas, el presidente del PP puede incluir todo un temario de reproches. Ataques a los jueces por parte del Gobierno, mantenimiento en su puesto del fiscal general del Estado, la supuesta corrupción de su familia y de los dos secretarios de Organización del PSOE anteriores. Todo ya probado y sentenciado por el PP, junto a la afirmación de que Sánchez “lo sabía todo” y está al frente de una “mafia corrupta”.
De la sesión inaugural de la temporada saldrá un retrato muy marcado de la ausencia de límites en las acusaciones y en los temas susceptibles de ser utilizados para hacer oposición. El Gobierno lo sabe, y, con las distancias oportunas, se recuerda vivamente la última legislatura de Felipe González, 1993-1996. El terrorismo de ETA fue un argumento de primer nivel de José María Aznar contra el primer presidente socialista. La corrupción y el desempleo, completaban el marco.
La gravedad de los casos de corrupción de los ex secretarios de Organización del PSOE, personas de la máxima confianza de Sánchez, es reconocida sin ambages por el Gobierno. Es más, es una pesadilla diaria, aunque por ahora mitigada ante la sensación generalizada. Sin certezas posibles de que las presuntas mordidas a cambio de obras han ido a parar a personas concretas, las investigadas, pero no al partido. Además del dinero, el gran baldón imposible de retirar surge de las evidencias de que fueron colocadas en puestos de trabajo amigas del exministro José Luis Ábalos. Esto, más los negocios de saunas del suegro de Pedro Sánchez, configuran un material de oposición que el PP utilizará hasta el último día de legislatura.
Feijóo le exigirá este miércoles a Sánchez que el fiscal general del Estado presente su dimisión. No está en las intenciones de Álvaro García Ortiz ni el Gobierno se lo va a pedir. También quieren los populares la dimisión del ministro de Justicia, Félix Bolaños, por remachar en el clavo que tan intolerable resulta al PP y a amplios sectores del ámbito judicial. “Hay una minoría de jueces que hacen mucho daño a la justicia”, ha declarado Bolaños en una entrevista a EL PAÍS de este domingo.
En este curso político, hasta el verano, en términos de períodos de sesiones parlamentarias, no habrá reparos en herir la institucionalidad del Estado, ni guardar nada parecido a la cortesía. Sí será palmaria la intención del Gobierno de coalición de sacar adelante medidas de cierto calado para España y de sembrar semillas en política exterior. Sumar empuja para aprobar la jornada semanal de 37,5 horas; también para la ampliación de los permisos para la atención de los hijos. Todos los ministerios tienen en cartera proyectos que tratarán de sacar adelante pese a las dificultades negociadoras con todos y cada uno de los socios externos.
En política exterior, Sánchez seguirá su camino, aunque estaría más cómodo con un mayor acompañamiento europeo en el reconocimiento de un Estado para los palestinos. En estas horas negocia con SUMAR, su socio genuino de coalición, posibles sanciones y medidas propias de España contra el gobierno de Israel. En el plano nacional, para VOX y, con claridad, para la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, esa posición coloca a Sánchez como defensor de los terroristas de Hamás.
El PSOE mira las encuestas y observa la fortaleza de VOX, en crecimiento durante el mes de agosto. Los temas preferidos de la ultraderecha están siendo adoptados por el PP, aunque eso detenga la captación de votantes moderados del PSOE.
No es agradable para Sánchez ser excluido de algunos foros, a lo que no es ajeno el enfrentamiento directo con Donald Trump por la resistencia del gobernante español a emplear el 5% del PIB en Defensa. No obstante, su equipo apela al devenir de los acontecimientos para eventuales cambios en las posiciones de los gobernantes europeos ante la ola de protestas que recorre el mundo.