El 57% cree que hay “demasiados” inmigrantes en España y el 75% los asocia a conceptos negativos

Aunque la inflación, las desigualdades y la vivienda preocupan más, la inquietud por la inmigración crece 16 puntos en año y medio. Sin embargo, al ser preguntados por la experiencia personal con los inmigrantes, los votantes de todos los partidos la juzgan de forma positiva

La encuesta monográfica sobre inmigración realizada por el Instituto 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER muestra llamativas diferencias entre la experiencia personal (contacto con inmigrantes en el vecindario, el trabajo, el entorno de ocio...), más positiva, y la percepción general, donde se asocia mayoritariamente a conceptos negativos, como la inseguridad. El discurso de formaciones políticas como Vox y Se Acabó La Fiesta (SALF) cala más allá de sus votantes y especialmente entre los hombres de la Generación Z (18 a 27 años).

El sondeo no muestra a la inmigración como primer problema, como hizo recientemente el CIS, ya que preocupan más la inflación y coste de la vida, las desigualdades, la vivienda o el paro, pero es percibida con “mucha inquietud” por el 41%, lo que supone 16 puntos más que hace año y medio. La encuesta (2.000 entrevistas online) se realizó entre el 25 y el 27 de septiembre. En esos días, un estudio del centro de análisis del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores y la Fundación Europea de la Cultura advirtió sobre una “deriva peligrosa hacia una concepción étnica de la europeidad” alimentada con discursos xenófobos; la Fiscalía de Canarias reclamó al Gobierno autonómico un nuevo protocolo de acogida de menores migrantes no acompañados; el ministerio público abrió en Valencia diligencias de investigación contra el segundo teniente de alcalde de la ciudad y portavoz de Vox en el Ayuntamiento, Juan Manuel Badenas, por atribuir falsamente un crimen a una persona migrante y el PP aceptó la regularización de inmigrantes sin antecedentes penales (algo que ya recogían los procesos anteriores) que se encuentren en España desde antes del 1 de noviembre de 2021, lo que, según los promotores de la iniciativa legislativa popular que ha llevado el asunto al Congreso convierte la regularización en “inútil”, ya que es “igual que exigente que el actual mecanismo por arraigo social [autorización de residencia tras haber permanecido tres años en el país]”. Estas son las principales conclusiones del estudio de 40dB. Puede consultar todos los datos de la encuesta aquí.

La relación entre información, voto y percepción

La preocupación por la inmigración varía según las preferencias políticas y las vías de información. Siete de cada diez votantes de Vox y SALF se muestran “muy preocupados”, frente al 46,4% de los del PP; el 29,2% de los del PSOE; el 24,1% de los de Sumar y el 15,4% de los de Podemos. El 59% de los españoles considera que cuenta con bastante o mucha información sobre el fenómeno, siendo los votantes de la extrema derecha los que creen que mejor informados están. El 71% de la población general se informa por televisión y en segundo lugar (30,9%) por el periódico. El porcentaje de personas que lo hacen a través de redes sociales (26,2%) escala hasta el 52,7% entre la generación Z; hasta el 37,8% entre los votantes de Vox y hasta el 57,1% entre los de Alvise Pérez. Lo mismo ocurre con otras fuentes señaladas, como los influencers o youtubers (6,5 puntos más entre los menores de 28 que entre la población general) o los canales de difusión de WhatsApp o Telegram (más de 10 puntos de diferencia entre los votantes de SALF y la media general).

La realidad y la percepción

La mayor parte de la ciudadanía (54%) cree que que la proporción de inmigrantes en España es superior a la real. En España viven 48,79 millones de personas, según la última Estadística Continua de Población del Instituto Nacional de Estadística (del pasado julio), y 9 millones nacieron en el extranjero, lo que supone el 18,5%. La principal fuente de datos del INE es el padrón continuo —para empadronarse no es necesario disponer de una tarjeta de residencia en España—. Pero de media, los encuestados creen que hay muchos más (30,2%), y para el 57,2% son “demasiados”. Solo un 25,5% cree que son el número “adecuado” y apenas un 4,1% opina que son “pocos”. A menudo, los líderes políticos de la derecha (PP) y la extrema derecha (Vox, SALF) se han referido a la inmigración con términos que contribuyen a generar esa percepción, como “efecto llamada” y “deportaciones masivas” (Alberto Núñez Feijóo) o “invasión” (Santiago Abascal).

Por votantes, el porcentaje de españoles que cree que hay demasiados inmigrantes en el país asciende hasta el 93,4% entre los apoyos de SALF y al 86,1% entre los de Vox, pero esa percepción es compartida por cuatro de cada diez votantes del PSOE, frente al 27,7% de los de Sumar y el 24,2% de los de Podemos.

Un informe del Banco de España advirtió el pasado abril de que España necesitará 24 millones de inmigrantes para mantener la relación entre trabajadores y jubilados en 2053, dentro de tres décadas, cuando el INE espera que haya 14,8 millones de pensionistas.

Asociación a conceptos positivos y negativos

Tres de cada cuatro (el 74,8%) vinculan la inmigración con algún concepto negativo, como la inseguridad (29,5%), la sobrecarga de servicios y recursos públicos (27,2%); la conflictividad social (21,2%), la criminalidad (19,2%), el desempleo (16,7%) y la “pérdida de identidad cultural” (7,6%).

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha vinculado inmigración y delincuencia: “Solidaridad sí, pero seguridad también. Para los que llegan, pero también para los que estamos. Los españoles tienen derecho a salir tranquilamente a la calle”, declaró a finales de julio, dos meses antes de reunirse con la primera ministra italiana, la ultra Giorgia Meloni, para alabar su polémica política migratoria. Las cuentas oficiales de Vox en X, así como las de SALF y su entorno en redes sociales, difunden a diario mensajes que vinculan a la población migrante a conceptos negativos, especialmente a la criminalidad y a la inseguridad ciudadana. El pasado agosto, un niño de 11 años fue asesinado a puñaladas en Mocejón (Toledo). Era domingo. Ese mismo día, el eurodiputado Alvise Pérez (con casi 709.000 suscriptores declarados en su canal de Telegram) tuiteó un mapa para mostrar la proximidad del lugar del crimen a una mezquita y un gráfico de la población extranjera en la localidad, así como el siguiente mensaje: “Cuatro apuñalamientos en Cataluña, el asesinato de un niño de 10 años a puñaladas en Toledo, nuevos cayucos en Tenerife... ¿Habéis normalizado ya que os violen, asesinen y roben o seguís siendo nazis?”. El portavoz de la familia de la víctima, primo del pequeño, sufrió una cruel campaña de acoso en redes sociales cuando trató de desvincular el crimen de la comunidad inmigrante. A media tarde del lunes se detuvo al sospechoso, que confesó los hechos: era un joven de 20 años sin vínculos con la comunidad inmigrante.

De nuevo, el porcentaje de personas que asocian la inmigración a conceptos negativos crece exponencialmente entre los votantes de Vox y SALF, pero la inmigración únicamente tiene connotaciones netamente positivas, como la “diversidad cultural”, el “crecimiento demográfico”, la “tolerancia” o “el progreso económico” para los electorados de Podemos y Sumar. Solo los votantes más conservadores opinan que las personas migrantes traen delincuencia y colapsan la sanidad pública, pero los del PSOE creen que reciben “demasiadas ayudas públicas”.

La brecha de opinión entre hombres y mujeres jóvenes

Hasta un 74,5% de los hombres de la Generación Z creen que los inmigrantes reciben demasiadas ayudas públicas, frente al 56,3% de mujeres de esas edades que lo piensa. El porcentaje de los jóvenes que opinan que la inmigración hace aumentar la delincuencia es 17 puntos porcentuales más alto en los chicos que en las chicas. A medida que avanza la edad, esos porcentajes se reducen y la brecha de opinión por géneros decrece.

En la población general, casi uno de cuatro españoles vetaría la llegada de población magrebí y uno de cada seis restringiría la de personas subsaharianas. El grupo mayoritario (64,3%) ve bien o muy bien la acogida de quienes huyen de la guerra o la persecución política, aunque un 52,8% cree que debe ser “con limitaciones”. Casi la mitad es partidario de “acompañar y dar oportunidades” a los menores migrantes no acompañados —el asunto ha enfrentado al PP con el Gobierno y propició en julio la ruptura de los bipartitos de los populares con Vox— y un 47% ve bien o muy bien que se faciliten los trámites para regularizar a las personas que están en España en situación irregular —cuestión actualmente a debate en las Cortes— frente al 23% que lo ve “mal o muy mal”. Por electorados, la diferencia entre los que ven mal o muy mal y bien o muy bien ese apoyo a los menores migrantes entre los votantes del PP es un 23,9% a favor de esa ayuda; y de un 54,4% entre los del PSOE. En el caso de la regularización, esa diferencia de porcentajes es del 21,1% y el 49,6% respectivamente.

Los votantes progresistas se oponen en mayor medida a la entrada de extranjeros adinerados que quieren invertir en España, mientras que los electores conservadores son mucho más restrictivos con los trabajadores poco cualificados y los refugiados.

Relaciones personales

La mayoría de españoles tiene contacto con personas migrantes en su vecindario (75,6%), como trabajadores de su entorno en sanidad, servicios u hostelería (74%), durante el ocio (56,3%), en su puesto laboral o centro de estudio (51%) y en su círculo de amistades (50,6%). La experiencia personal en esos ámbitos es positiva, también entre los votantes de Vox, y en menor medida, entre los de SALF, según las respuestas facilitadas en la encuesta.

Entre los que afirman no tener contacto con inmigrantes, la opinión mayoritaria es que ni le gustaría ni le disgustaría que hubiese personas del colectivo en su trabajo, entorno de servicios, círculo de amistades, vecindario o familia. A la pregunta de cómo verían que uno de sus hijos o hijas se emparejase con un extranjero o extranjera, los porcentajes varían mucho según el país de procedencia. Así, mientras el 49% vería bien o muy bien una pareja procedente del norte, centro y sur de Europa, solo el 22,8% y el 25,8% opinan lo mismo en el caso de personas del Magreb y el África subsahariana, respectivamente. Por electorados, a 4 de cada 10 votantes del PP les disgustaría tener un yerno o nuera del Magreb, frente al 22,8% que opinan lo mismo entre los votantes del PSOE. Ese rechazo es mayoritario entre los seguidores de Vox (58,3%) y SALF (55,6%)

Gestión de la inmigración

A la pregunta de qué partido cree que está más capacitado para gestionar la inmigración, el primer señalado entre la población general, con un 20,5%, es el PSOE, seguido de Vox (17,7%) y el PP (16,2%). A mucha distancia, por debajo del 6%, se sitúan Sumar, Podemos y Se acabó la Fiesta. Aunque la tercera posición (17,2%) es, en realidad, para “ninguno”, con otro 15% que “no sabe” a qué formación política señalar. Esos porcentajes también muestran variaciones importantes según la intención de voto. El 83% de los votantes de Vox creen que es el mejor capacitado para gestionar la inmigración, lo que refuerza la importancia que el partido ultra da al asunto en su agenda y discursos públicos. Ninguna otra formación obtiene un apoyo tan grande al respecto entre sus propios electores. El 67,7% de los votantes socialistas creen que el PSOE es quien mejor se puede ocupar de la inmigración y en el caso de los apoyos del PP ese porcentaje baja hasta el 57,3%. Un 13,7% de sus votantes creen que Vox lo haría mejor y un porcentaje idéntico señala a “ninguno”.

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